UNEXPECTED. |MYG

Cuatro.

Ya han pasado casi dos semanas desde que empecé a vivir con Yoongi. Nos llevábamos bien, a pesar de que casi no nos veíamos. Él pasaba mucho tiempo en el trabajo y cuando estaba en casa, la mayoría del tiempo estaba en su estudio o en su cuarto, durmiendo supongo.

Su estudio era la otra puerta en el pasillo, a parte de los cuartos y el baño de invitados. No sabía que había detrás de aquella puerta, hasta que él me lo dijo un día que coincidimos a la hora de la cena y me explicó que trabajaba como productor. La empresa para la cual trabaja queda en Gangnam también, me dijo el nombre pero no lo recuerdo. En ese momento estaba batallando contra el sueño.

Yo también pasaba mucho tiempo en el trabajo y aún más, porque tenía otro puesto dentro del restaurante. Además de ser bartender, también cumplía funciones como anfitriona, es decir, recibía a los comensales y les indicaba su mesa, acompañándolos, hasta ella. Así que unos días estaba en la entrada recibiendo clientes y otros, en el piso de arriba preparando tragos. Casi no tenía tiempo para descansar, pero debía ahorrar lo más posible. No tenía ayuda y no me quedaba de otra.

Mis padres o mejor dicho, mi papá, seguía molesto conmigo. Mi madre me había escrito preguntando si estaba bien y le respondí que estaba viviendo con un amigo, solo eso había sido nuestra conversación. Les costaba aceptar el hecho de que yo estaba esperando un hijo. Y en parte lo entendía.

Taehyung me respondió, al fin, el día después que le escribí. Sólo me avisó que había dejado mi llave con el conserje, así que en la tarde fui hasta allá para recoger mis cosas, él no estaba. Mientras lo hacía, lloré, no lo voy a negar. Todo había cambiado en un muy corto periodo de tiempo.

Cuando regresé al edificio, el vigilante que ahora sabía su nombre, Matthew, me ayudó a subir las cosas al apartamento de Yoongi. Cuando me bajé del taxi y le pedí ayuda, me miró interrogante pero aún así me había ayudado muy amablemente. No entendía el por qué de sus miradas, y me atreví a preguntarle a Yoongi.

Creo que es porque después de terminar con la que era mi novia, no había visto venir a otra chica a mi apartamento. Le pareció extraño, supongo... Esa había sido la respuesta de él. Y yo como la persona muy curiosa que a veces podía ser, le pregunté sobre su relación. Me dijo que solo habían durado dos meses y que ella no soportó que se dedicara tanto a su trabajo. Cuando habló de ello, no parecía para nada afectado, pero de igual forma no quise seguir indagando en su vida.

Estaba descansando en el cambiador de mujeres, hoy había amanecido sintiéndome mal. Las náuseas ya eran frecuentes, aunque el devolver la comida no tanto, afortunadamente. Pero hoy me sentía más exhausta de lo normal y al comenzar mi breve descanso empecé a sentir una punzada en la cabeza. Estaba sentada en una silla, con la cabeza entre las manos y tomando respiraciones lentas, algo iba mal. Tenía las manos muy frías y sudorosas, al igual que mi frente.

–¿Tami, que sucede? –Alcé la cabeza y me conseguí con Abi, una supervisora. Me miraba preocupada, así estaría mi semblante.

–Lo siento, ¿ya pasó mi tiempo de descanso? –Me levanté pero al dar un paso, trastabillé y de no ser por ella, me hubiese caído.

–Hay que llevarte al hospital.

Eso fue lo último que escuché porque todo me dio vueltas y se oscureció.

Yoongi

Estaba muy estresado, me encontraba en el estudio haciendo unos arreglos a una canción que produje junto a Namjoon, para un nuevo cantante de la compañía. Pero por alguna razón algo no terminaba de encajar y no sabía qué. Algo faltaba y debía encontrar la solución. Debía entregar la canción lista para el viernes y hoy estábamos a miércoles, es decir, no tenía mucho tiempo.