Capítulo 1

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En Manhattan las noticias corren realmente rápido. Un chisme circulaba con más velocidad que un resfriado y no había mejores fuentes que los restaurantes del lado Este. Pero nadie sabría jamás lo que se ocultaba en la mejor suite del Empire Hotel. Donde descansaba la joven promesa del rock británico, Dominic Harrison. Mejor conocido por los medios y sus oyentes como, Yungblud. Muy bien acompañado por una joven de cabello dorado que saltó de la cama ni bien divisó la hora en la pantalla de su IPhone.

Dominic no se percató del movimiento en la habitación hasta que el bolso de la rubia cayó al piso dando un buen estruendo. Entonces volteó a verla y luego de intercambiar sonrisas ella desapareció tras la puerta que daba al baño.

-¿Qué quieres desayunar?- preguntó Dominic desde la cama sosteniendo el teléfono mientras la recepcionista esperaba a mandar el servicio del otro lado de la línea.

-Lo que tú quieras. No me quedaré a desayunar- contestó la joven desde la ducha.

Un par de minutos después la puerta del baño se abrió y un adormilado pero muy interesado Dominic se adentró con la intención de darse una ducha.

-¿Necesitas compañía?- preguntó con voz ronca.

Tenía la frente y un brazo posados sobre el vidrio que solo le permitía ver una silueta distorsionada de su acompañante. Aquello era lo único que necesitaba para sentir cómo la tela comenzaba a ser una molestia en su entrepierna.

-No tengo tiempo.- contestó ella y cerró la llave del agua. -¿Me pasas la toalla?- y mostró una mano totalmente empapada. –Gracias.

Dominic observó la pila de ropa preparada sobre uno de los estantes del baño. Pensó en tomarlo y convertir aquello en un juego para tener un mejor desayuno que el que estaban por subir. Pero aquella hechizante voz femenina lo dejó en blanco.

-Necesito cambiarme-

La contempló de pies a cabeza. El cabello goteando, la toalla cubriendo por escasos centímetros aquellas zonas que la noche anterior le había hecho pasar una de las más calientes de su vida.

Salió del baño sin decir palabra. Intentando apaciguar el calor que comenzó a recorrer todo su cuerpo. Debería guardar la calma. No sabía cuánto de la noche anterior recordaba aquella chica. Hasta para él había datos que se le escapaba ¿cómo se llamaba? ¿Ángel? ¿Angelina? Apenas tenía el presentimiento que comenzaba con A.

La misteriosa whatsername de largas piernas salió del baño un par de minutos después. Luciendo tan fresca y bella que a Dominic le parecía una alucinación. Miró su cabello con intriga, recordaba unos cabellos turquesas de raíz oscura acompañando aquel rostro de ojos oscuros y labios color fresa.

-¿No tenías el cabello turquesa anoche?- preguntó mientras la miraba terminar su maquillaje en el espejo que estaba frente a la cama.

-No pensé que lo recordaras- contestó haciendo contacto visual a través del espejo. –Estabas tan ebrio.

-No tanto- objetó él con una leve sonrisa.

-Eso es cierto- se volteó y acercó a la cama. –Un par más de tequilas y no hubieras hecho todo lo que hicimos anoche- recordó con voz seductora acercando el rostro al de Dominic.

-Quédate- pidió Dominic y con un movimiento veloz la tenía entre su cuerpo y el colchón, las manos acariciando la sedosa piel de su cintura. –No tengo nada que hacer.

Ella enganchó las piernas a su cintura y tumbándolo a la izquierda cambió los roles. Ella sobre él, agarró sus manos y las puso sobre su cabeza, dejándolo completamente inmóvil haciéndolo desear que no se detuviera.

Strawberry Lipstick [YUNGBLUD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora