Cualquiera que sueñe con vivir en la gran New York pensaría que uno se acostumbra a la vida ajetreada y estresante que abunda en todos lados. Alice lo creía y por momentos así era. Pero cuando su cabeza estaba dispersa le costaba el triple mantener el orden de su rutina.
Llegar a las clases con los temas leídos. Prestar atención a los profesores. Ir al café y atender a cada persona con amabilidad como si no fueran la mayoría unos idiotas indecisos o maleducados. Verse increíble todo el tiempo y en especial cuando algún hombre quería verla. Ver a Tris fuera del trabajo para intentar relajarse. Ver a Debby para ayudarla a que creciera en el negocio. Prepararse para los exámenes. Que su departamento y sobretodo su closet no parezca un campo de batalla. Hacer las compras. Pagar las cuentas. No olvidarse de comer en el transcurso del día. Dormir lo suficiente para no parecer un zombi.
Repetir cada día la mayoría de las cosas de esa lista como si no quisiera mandar todo a la mierda, volver a la casa de sus padres y que ellos se ocuparan de mantenerla.
A esa altura de la semana sus únicos momentos de paz eran cuando subía a un taxi o al metro y no había nada que pudiera hacer para que uno o el otro fueran más rápidos. Era tiempo muerto que usaba para revisar sus redes sociales. Pero el algoritmo de estas, solo le hacían recordar a Dominic.
Al principio, cuando se dio cuenta que él no contestaría los mensajes, creyó que todo volvería a la normalidad. Pero sus fans comenzaron a llegar al café intentando encontrárselo. Cada vez que escuchaba música, la aplicación reproducía alguna de sus canciones. Se topaba con algún afiche por la calle de algún concierto viejo. Él seguía en todos lados y no había nada que pudiera hacer.
Con el pasar de los días se dio por vencida, dejó de seguirlo en Instagram y le ocultó sus historias para no sentirse observada por él. Ignoraba a las chicas que llegaban al café preguntando si lo había visto. Y soltaba un suspiro cuando aparecía alguna publicidad de su álbum o algo relacionado.
Recordó las palabras de Debby, diciéndole que el tiempo haría que cada uno tomara su rumbo y los alejaría al punto que él no supiera nada ella y ella nada de él. Como antes de conocerlo. Pero el tiempo pasaba y no le parecería que algo cambiara.
Bajó del taxi con esa idea en la cabeza. Quería que algo cambiara. Algo que le recordara que estaba en New York para vivir aventuras y no para convertirse en un robot sexy que usaba tacones y vestidos. Entró a su edificio y dejó que la puerta se cerrara sola, imaginando qué podría hacer cuando tuviera un poco más de tiempo. Recordó la noche en el pub y se metió en el ascensor. Esa había sido una gran noche, ver viejos conocidos, emborracharse y olvidar por un momento quien era la mayoría del tiempo se veía muy tentador en ese momento.
Se miró en uno de las paredes espejadas del ascensor y de reojo notó al hombre parado un par de pasos delante de ella. No se parecía a ningún vecino del edificio pero últimamente pasaba tan poco tiempo en casa que pudo haberse mudado el edificio entero y ella no lo notaría. Bajó la mirada a su teléfono para contestar un mensaje de Tris, su amiga volvió a vivir con su tía pero se había acostumbrado tanto a que hablaran todo el tiempo que ahora lo hacían a través de mensajes.
Respiró hondo mientras esperaba el siguiente mensaje de Tris. Entonces sintió un ligero cosquilleo por la espalda cuando aquella colonia de aroma dulce llegó a su nariz. Los recuerdos con Dominic se instalaron en su cabeza. Miró de nuevo al hombre que le daba la espalda, esta vez molesta por usar esa colonia. Notó que se tambaleaba un poco de un lado a otro. Estará ebrio, pensó Alice y rogó internamente que no se volteara ni la molestara.
-Permiso- dijo con seriedad cuando el ascensor abrió las puertas en el séptimo piso.
El hombre se apartó dando un torpe paso a la derecha y agachó aún más la cabeza. Alice ni siquiera lo miró al pasar, aunque de hacerlo no habría alcanzado a verle el rostro por la capucha enorme que llevaba sobre la cabeza.
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Strawberry Lipstick [YUNGBLUD]
FanfictionDonde Dominic despierta una mañana en Manhattan junto a una chica preciosa, pensando que el destino le está haciendo un regalo al cruzarlos. o Donde Alice, tiene una doble vida para subsistir en el lujoso Manhattan y esta la lleva a acostarse con el...