Capítulo 9.

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Pocas veces le sucedía algo como eso a Alice, pero por primera vez en mucho tiempo llegaba tarde a una cita. El tiempo se le pasó volando junto a uno de sus clientes más consentidores. Dejándole solo una hora y algunos minutos para arreglarse para la cena.

Cuando llegó al Sabbiato miró la hora en su teléfono, quince minutos tarde no eran una tragedia para la mayoría pero para Alice era un gran error que la hacía dudar sobre si Dominic seguiría en el lugar.

Luego de preguntar en la entrada por la mesa a nombre de Dominic Harrison y ver que la mujer que recibía a las personas le pidió que la acompañara pudo tranquilizarse y recobrar la elegancia que ameritaba el lugar.

Varias veces imaginó cómo sería cenar ahí. Ya fuera sola o acompañada por un hombre o una amiga. Aunque el restaurante, con sus luces bajas y mesas alejadas entre sí daba un aspecto demasiado íntimo para no estar ahí en plan cita romántica.

Llegó a la mesa donde Dominic la esperaba y al verlo, muchos calificativos a su imagen cruzaron la cabeza de Alice hasta que pensó que: jodidamente hermoso. Se ajustaba perfecto. Él llevaba el cabello peinado con gel hacia atrás, nada de maquillaje, una camisa negra de mangas tres cuartos y un pantalón en el mismo color de la camisa. Se puso de pie cuando la vio llegar y se sentó luego de que ella lo hiciera.

-Y luego dicen que la caballerosidad ha muerto.- esbozó una gran sonrisa decorada por el rojo de sus labios. -Gracias por esperarme.

-Por nada. ¿Mucho trabajo en el café?

En verdad a ella ese día le había tocado el turno de la mañana pero no entraría en detalles y le parecía una buena excusa. Así que asintió y volvió a sonreír.

-Me sorprende que conozcas este lugar.- comentó Alice para desviar la atención de ella

-No lo conocía, solo le pregunté a Siri el mejor lugar para llevar a cenar a la chica más linda de New York- explicó mostrando su teléfono.

Las mejillas de Alice se tornaron rosadas y se mordió ligeramente el labio. A esa altura de su vida, con lo que le decían sus clientes, ya debería estar acostumbrada a los cumplidos a su imagen pero con él no podía evitar sonrojarse.

La cena marchó muy bien. Disfrutaban de la compañía del otro mientras comían y bebían vino. Alice se sentía mejor que nunca, no tenía idea de lo que añoraba una noche así hasta que estuvo pasándola.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- preguntó Dominic

-Dispara- contestó ella entrecerrando los ojos y bebiendo más vino.

-¿Por qué esa peluca?- tomó un mechón lacio de color oscuro que caía sobre el hombro desnudo de Alice.

-¿No te gusta?- repreguntó haciendo un ligero puchero.

-No es lo que quise decir- contestó Dominic alarmado. -Si me gusta, te queda bien. Todo te queda bien- hablaba cada vez más rápido y Alice comenzó a reírse. -Soy un idiota. Mejor haz de cuenta que no dije nada.

-Está bien. Presentía que tarde o temprano preguntarías- acarició el dorso de la mano de Dominic para que estuviera seguro de que no estaba molesta. -Es que cuando me dijiste de salir a cenar solo podía pensar en que estaría en público contigo y quería tener precaución.

-No entiendo.

-Es muy simple- tomo una mano de sus manos entre las suyas. -Tú eres un músico famoso, rodeado de cámaras, paparazis y fanáticos. Y ya estás acostumbrado a eso. En cambio, yo soy una simple estudiante universitaria que trabaja medio tiempo en un café y le gusta su vida tranquila. Sin ningún tipo de acoso. ¿Ahora entiendes?

Strawberry Lipstick [YUNGBLUD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora