Pisaba el edificio luego de semanas sin pasar por allí. El portero, que enceraba el lobby, saludó al joven con la amabilidad con que se dirigía a todo el mundo. Durante el tiempo muerto, en lo que el ascensor subía los siete pisos, se miró en una de las paredes espejadas. Se llevó el cabello hacia atrás con las gafas de sol y acomodó las solapas del saco para que quedaran simétricas. El traje se veía muy claro para su estilo pero jamás había temido llamar la atención, a pesar de creer que esa noche su pareja sería quien se llevaría todas las miradas.
Golpeó a la puerta del departamento y luego de pensar que era un tonto por no haberle llevado unas flores, la puerta se abrió. La gran sonrisa en el rostro de Alice fue lo primero que notó y le hizo olvidar el detalle de las flores. Bajó la mirada y se mordió ligeramente el labio al ver el vestido rojo de pronunciado escote que no dejaba espacio a la imaginación.
-Es demasiado ¿No?- preguntó Alice y él súbitamente la miró a los ojos. –Lo es- se llevó las manos al rostro ocultando la pena y le dio la espalda dejando la puerta abierta.
Él atinó a cerrar la puerta detrás de sí y antes de que su novia se encerrara en el cuarto la tomó de la mano tirando hacia él. Solo eso bastó para tenerla en sus brazos después de todo ese tiempo en que solo se vieron a través de una pantalla. Alice mantuvo la mirada hacia abajo hasta que Dom tomó su mentón y acarició ligeramente sus labios con un beso.
-Te ves jodidamente increíble- susurró, mirándola a los labios.
Entonces ella lo besó en los labios de la misma manera, posando las puntas de los dedos en su cuello. Fue en ese momento que sus miradas se encontraron y el mismo deseo que venían guardando se hizo presente. Dom la acorraló contra la pared, besándola con desesperación. Tomándola de los muslos para levantarla del suelo y sentirla más cerca cuando ella rodeó su cadera con ambas piernas. Abandonó sus labios y pasó a su cuello sin disminuir ni un poco la lujuria que sentía, solo cuidando de no dejar marcas esta vez. Los jadeos de Alice inundaron su oído y con apenas mover de sus hombros las tiras del vestido su torso quedó descubierto. Él anhelaba volver a besar cada centímetro de esa sedosa piel. Volvió a tomar sus labios entre los propios y se dispuso a llevarla a la habitación donde la recostó en la cama llena de ropa y lencería.
Poco les importó a ambos. Dom se apartó para quitarse su ropa y arrojarla al suelo lo más rápido que sus manos se lo permitían mientras que Alice lo observaba desde la cama, desnuda del ombligo hacia arriba, con los pezones duros de excitación por su reencuentro.
Fue un momento mágico, donde él no podía dejar de apreciar cada gesto que hacía su novia cuando la tocaba o lamía o acariciaba. Como no se contenía los gemidos y tomaba sus manos para que las pusiera justo donde el placer la acercaba más al orgasmo. Estaba fascinado por sus movimientos, como en un segundo pasaba de estar arriba a estar abajo y que ella controlara la situación. Meciéndose sobre su miembro, balanceando sus senos en un vaivén que lo hipnotizaba hasta que ella rompía el trance con un beso que acaba en la mordida de su labio inferior.
Cuando acabaron, se sintió hasta un poco doloroso, porque era el final de algo que habían esperado por días y resultó mejor de los que sus lujuriosas cabezas habían imaginado.
-¿Aún tenemos que ir?- preguntó Alice separándose lo suficiente de Dom para verlo de frente.
-Sí- contestó Dom luego de un suspiro. –Está el auto esperándonos abajo.
Con la lentitud que ameritaba su cansancio, Alice se levantó de la cama y solo usando unas bragas color vino fue hacia su armario y comenzó a revisar los vestidos.
-¿Por qué no el rojo?- preguntó Dom sentado en el borde de la cama.
-Lo quería usar para ti, tal vez podía convencerte de que nos quedemos aquí esta noche- confesó ella saliendo del armario con unos tres vestidos entre las manos.
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Strawberry Lipstick [YUNGBLUD]
FanfictionDonde Dominic despierta una mañana en Manhattan junto a una chica preciosa, pensando que el destino le está haciendo un regalo al cruzarlos. o Donde Alice, tiene una doble vida para subsistir en el lujoso Manhattan y esta la lleva a acostarse con el...