-lo primero que deben hacer como una clase es prepararse para participar en el coro que darán en conjunto.
El maestro Kunikida llamó a una reunión de delegados de todos los paralelos.
-¿coro? — Realmente no entendía porque debíamos participar en un festival de principios de año sabiendo que nosotros somos los nuevos.
-así es joven Nanahara, deben estar listos ya que cada año ustedes dan el inicio al festival.
-entiendo.
-tranquilo Chibi se que podrás controlarlo.
-'podremos' controlarlo, recuerda que debemos trabajar juntos.
-cuando me regañas me dan ganas de dormir.
El muy desgraciado se echo en mi hombro dispuesto a dormir pero el maestro Kunikida golpeo su cabeza con un libro.
-¡joven Dazai, deje de holgazanear!— el maestro se aclaró la garganta para seguir hablando— con esto ya dicho por favor vuelvan a sus clases y comuniquenlo.
Todos los presentes salimos y nos dirigimos a nuestros respectivos salones.
-muy bien necesitaremos a alguien que toque muy bien el piano.
-¿piano?
-¿conoces a alguien que sepa tocarlo Dazai?
-hmmm, Akutagawa puede hacerlo.
-¿podrías hablar con el?
-podría pero no quiero.
-¡deja de ser tan flojo! Si puedes decirle solo hazlo.
-pero si tu eres el delegado Chibi.
-y tu el segundo al mando.
-exacto, el 'segundo' tu inténtalo y si no puedes lo haré yo después.
-tch.
Estaba muy enojado con Dazai, pero eso no era sorpresa, ese molestoso solo hacia cosas que le convienen. Una vez que entramos al curso y se los comunicamos a todos volvimos a las clases normales hasta el receso.
Era momento de hablar con ese tal Akutagawa.
-eh... ¿Akutagawa?
-¿qué?
La mirada de ese chico daba escalofríos, es decir parecía que si hablaba con el más de diez minutos me asesinaría.
-bueno Dazai me menciono que tu sabias tocar el piano.
-¿qué con eso?
-necesitamos que alguien toque el piano para la presentación.
-no lo haré, consigue a otro.
Akutagawa estaba a punto de retirarse, no soy de las personas que ruegan por un favor pero el era el único de la clase que sabía tocar piano.
-Akuta—
-deberías tocar Akutagawa— la voz de Dazai me interrumpió ¿desde qué momento había llegado ahí?— después de todo es uno de los pocos talentos que tienes ¿no?
-tch— note como Akutagawa pensaba en la oferta de tocar— esta bien, tocare para la tonta presentación.
-g-gracias— le agradecí a Akutagawa antes de que saliera.
Realmente estaba sorprendido, me pareció una gran ofensa eso de que Dazai mencionara que el único talento de Akutagawa era tocar el piano con un tono tan despectivo, pero resultó.
-ahora que Chibi me invite el almuerzo.
Como siempre ese idiota se echaba encima mío aprovechando mi baja estatura.
-bueno no puedo negar que hoy hiciste tu trabajo, vamos a la cafetería.
-¡vamos!
Como siempre Dazai se comportaba como un niño pequeño.
-¡primero quitate de encima!
Lo empuje bruscamente, con su peso no podría caminar, cuando llegamos a la cafetería el muy desgraciado pedía todo lo que sirvieran en la cafetería.
-¿te comeras todo eso?
-¿hm? No son para mi, perdí una apuesta contra Ranpo.
-entiendo — no quería estar tanto tiempo hablando con Dazai, así que me apresure en tomar mi postre y una caja de jugó de frutas— ¿ha?— pero cuando trate de agarrarlo no pude, no capte muy bien la profundidad del objeto y no lo pude agarrar...
-jajaja pobre pequeño Chuuya necesita que hagan todo por el— Dazai agarro la Caja de jugó como si nada, como lo haría cualquier persona— ten.
¿Qué estaba pasandome? ¿Las constantes caídas me habían echo daño? Ahora ya ni siquiera podía captar la profundidad de un objeto.
-¿Chibi?— me sobresalte un poco al escuchar la voz de Dazai— estas ahí parado varios segundos sin moverte, tampoco es para tanto, vamos se acabará el receso.
Me tomó de la mano para comer juntos, ante esa acción en cualquiera otro momento le hubiera reclamado o me hubiera ido por mi lado, pero no dejaba de pensar en que algo malo le pasaba a mi cuerpo.
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Tumba de Camelias {Soukoku}
RomanceLa esperanza de vida de Chuuya era poca. Desde que había nacido nada en su mundo era fuera de lugar, todos los días el era feliz por la vida que le tocó, hasta que una fuerte caída lo llevó al hospital. Ahí le diagnosticaron una enfermedad que no l...