Tumba de Camelias {Soukoku}

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Q estaba aferrado a Chuuya en todo el camino, tanto Chuuya como Dazai lograron hacer las pases, era inevitable que el tema se vea eclipsado por el repentino giro que tomó la situación.

-vaya, quien diría que nuestro plan resultaría perfecto.

-¿eh? No creo que haya sido taan perfecto— Kyouka dejó salir una ligera gota de sudor ante el comentario de Elise.

-así que Q ya puede articular unas cuantas palabras.

-no entiendo porque no se lo dijiste a Mori-san— Dazai miraba expectante a su pequeño hermano esperando respuesta.

Sin embargo Q no respondía, ahora sólo quería que su hermano y Chuuya ya no peleen nunca más.

-no importa, esta noticia alegrará a papá.

-¿cuál noticia?

Mori ya había llegado a su hogar y vio que ahí se encontraban sus hijos con otras dos personas.

-Q logró hablar— ante esa noticia Mori se dirigió rápidamente hacia Q emocionado al saber esa noticia— eso fue gracias a Chuuya deberías agradecerle.

Mori volteo para mirar a Chuuya.

-e-eso en si no fue gracias a mi, es decir yo solo fui un estímulo para que Q logre hablar.

-aún así— Mori interrumpió el monólogo de Chuuya— muchas gracias, hiciste que mi pequeño hijo logrará algo que varios médicos no pudieron— Mori alzó en sus brazos a Q para continuar hablando— no sólo eso, también eh notado que has ayudado con el carácter de mi hijo mayor.

-hmp— Dazai solo se limitó a resoplar, en cualquier otro momento hubiera respondido al comentario de su no tan querido padre, pero en el fondo sabía que tenía razón, Chuuya había logrado calmar esa ira latente de su corazón, la cual se había generado desde que su madre murió.

El ambiente se corto cuando el celular de Chuuya empezó a sonar, una clara llamada.

-es nuestra madre, Kyouka, es hora de irnos.

-por favor ven a cenar algún día con nosotros— Mori le había hecho una cortes invitación, era lo menos que podía hacer por ese joven.

-será un placer.

Tanto Chuuya como Kyouka se despidieron de la familia de Dazai, para dirigirse a su hogar, en el trayecto ambos empezaron a hablar de cosas triviales, el día parecía muy tranquilo y todo pintaba a que ese día sería uno lleno de buenas noticias.

Sin embargo la vida real nunca trae solo cosas buenas.

-Chuuya ven— Sus padres lo estaban esperando en la pequeña sala de su hogar, parecían muy nerviosos, lo cual despertó cierta ansiedad en Chuuya— hoy fue la reunión de padres de familia en tu colegio— Chuuya asintió con la cabeza, entonces Koyo continuó— Como sabrás, todos en tu clase han notado que tu enfermedad solo se está agravando, por ello el director al saber tu condición pensó que lo mejor sería que vayas a un instituto para personas que sufren la misma enfermedad que tú.

Todo en la Sala quedó en silencio, Chuuya se quedó viendo el panfleto de esa institución, una que ayudaba a terminar la preparatoria, secundaria e incluso primaria a personas con la misma discapacidad de Chuuya, incluso los ayudaban a valerse por si mismos.

Pero ir a ese Instituto significaba, dejar su vida actual, empezar de cero.

Ya no poder ver a Dazai como antes.