Al despertar solo pudo visualizar a su madre dormida en su regazo, claramente esperando a que habrá los ojos, no necesitaba ser un genio para ver que estaba en un hospital.
Como odiaba el hospital.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la doctora entró y la madre de Chuuya se despertó rápidamente. Al ver a su hijo despierto no dudó ni un segundo en abrazarlo.
-me alegra que ya despertaras Chuuya-kun- La doctora examinó con cuidado a Chuuya, mientras Koyo se alejaba lentamente para permitir que la doctora haga su trabajo- tuviste una caída fuerte, pero descuida ya te hicimos una radiografía y no presentas ninguna fractura en el cráneo, y seguramente no te quedará cicatriz.
-me caí porque mi cuerpo no funcionó bien- aunque era un murmullo se escucho su clara molestia- ¿si quiera puedo ir al colegio?
-se muy bien que es molesto para ti, pero ¿qué te parece si te doy un regalo?
-¿un regalo? ¿Por qué?
-por esforzarte tanto, el hecho es que no cualquiera podría ser tan fuerte como lo eres tú- de sus bolsillos saco una pequeña libreta negra, claramente un diario- puedes escribir en ella, aquí podrás redactar los cambios que notes en ti, y obviamente tus pensamientos.
-muchas gracias- dudó por un momento en tomar la libreta, por mucho tiempo había estado evitando expresarse más allá de pensamientos depresivos fugaces- le prometo que escribiré en el.
Yosano soltó una ligera carcajada por la inocencia que transmitía Chuuya, había estado preocupada por el estado en el que Chuuya había ingresado al hospital.
-por cierto, un compañero tuyo también estuvo cuidandote- Chuuya se sonrojo ligeramente pensando que había sido Fyodor, sin duda debía disculparse con él por el mal rato que le hizo pasar en su primera cita- por tu expresión veo que es alguien especial- y Chuuya se sonrojo aún más, Yosano volvió a soltar otra carcajada- hoy será tu primera revisión, claro que será algo ligero, sin embargo mañana podrás revivir visitas, seguro vendrá ese joven.
-s-si, gracias Doctora, entonces me preparare para la revisión.
*+:。.。 。.。:+*
-muy bien Chuuya- el encargado de la terapia sujetaba ligeramente a Chuuya de un brazo para evitar que todo su peso caiga sobre la pelota terapéutica- hoy lo hiciste mejor que ayer, tu sentido de la profundidad y el equilibrio están mejorando.
Ante ese comentario Chuuya sonrió ligeramente, es bueno saber que no todo en su vida estaba tan de la mierda, como él dice.
Sin embargo, miraba de vez en cuando la puerta, esperaba que Fyodor viniera, sin embargo nunca lo hizo.
-"¿estará ocupado?"- ese pregunta era la única cosa que rondaba su mente, pero cierta decepción se presentaba en su pecho, sentía una pequeña molestia de cierto modo.
Aún así continuo con los ejercicios, cuando estos acabaron le informaron que alguien lo llamaba por teléfono.
-¿diga?- esperaba pacientemente a que el emisor hablará- ah Fyodor- trato de mantener la calma para seguir escuchandolo.
-perdón por no haber ido a visitarte Chuy- su voz se escuchaba más apagada de lo usual- veras hoy estuvo-
-si quieres ponernos vernos mañana, después de todo mañana regresaré a la escuela- habló muy rápido, sin embargo Fyodor no podía verlo ahora, así que no le preocupaba el evidente sonrojo que tenía en esos momentos- así puedes contarme.
-bueno... Verás, en realidad yo-
-Chuuya-san ya es momento de que regrese a la sala de terapia.
-entiendo, bueno Fedya ya debo irme, entonces nos vemos mañana en el receso, cuidate mucho.
-si, cuidate también.
Y así ambos colgaron, el hecho de que Chuuya tuviera tiempo limitado para hablar con alguien hacía que no se diera cuenta de que sin querer comprometía a las personas a verlo, sin haberles preguntado si tenían tiempo, pero ni siquiera Fyodor podía culparlo, entendía que el hospital era estricto al momento de visitas o llamadas. Sin embargo la conversación que tendría con Chuuya sería una muy diferente a la usual.
ESTÁS LEYENDO
Tumba de Camelias {Soukoku}
RomansaLa esperanza de vida de Chuuya era poca. Desde que había nacido nada en su mundo era fuera de lugar, todos los días el era feliz por la vida que le tocó, hasta que una fuerte caída lo llevó al hospital. Ahí le diagnosticaron una enfermedad que no l...