-bien empecemos de nuevo.
Las prácticas para el festival eran muy cansadas, tomando en cuenta de que el día de mañana sería el festival y nosotros damos la apertura era obvio que el maestro Kunikida nos haga practicar todo el día.
-Dazai no está, se escapo de nuevo.
Ante esa queja de Tachihara todos los demás empezaron a murmurar.
-chicos, silencio, sigamos práct— la campana que daba el inicio al receso y hora de comida me interrumpió— ah... Vayan, prácticaremos al regreso.
Todos salieron corriendo para dirigirse a la cafetería, desde el otro día tenía un nudo en la garganta, no tenía ganas de comer, por ello subí a la azotea.
Aunque crean que es un lugar muy concurrido en realidad a casi nadie le gusta estar ahí, después de todo en época de vientos fuertes las hojas de los árboles te golpean la cara.
Sin embargo era el lugar perfecto para estar solo. Necesitaba averiguar algo, sin embargo ese miedo de que alguien me interrumpa o vea lo que voy a buscar en mi celular me aterraba.
Me senté cerca de la puerta, así estaré alerta por si alguien se acerca.
Con mis dedos aún temblando entre al buscador, las palabras que escribía iban con miedo y con un deseo profundo de estar equivocado.
'Degeneración espinocerebral'
El buscador me lanzo varias páginas, entré a la primera rápidamente, quería sacar esa interrogante de mi, así tal vez dejaría el insomnio por las noches.
Mientras más leía, mi cuerpo se llenaba de una adrenalina enorme, esa voz en mi cabeza de querer parar, pero mi corazón no dejaría de sentirse tan pesado si paraba la búsqueda.
Los síntomas eran los mismos, con cada recuerdo mi corazón sufría, poco a poco mi respiración se alteraba.
Y yo...
-¿qué haces aquí Chibi?
Dazai estaba a mi lado, ¿ya estaba en la azotea o estaba tan concentrado que no lo ví? No me importo, guarde rápido mi celular.
-podría preguntar lo mismo.
-si quieres verlo por ti mismo acompañame— Me tomó de la mano y otra vez mis pies se tropezaron, por suerte Dazai me detuvo— ten cuidado Chibi.
-¿qué me ibas a mostrar?
Mi voz, mis expresiones, todo de mi, parecía muerto.
-esto— cuando me digne a dirigir mi vista a lo que sea que Dazai apuntaba note a un ave lastimada— la ví aquí cuando me escape de los ensayos, ya le vende su ala rota, ¿en cuánto tiempo crees que vuele otra vez?
-eres extraño...— Dazai dirigió su vista hacia mi con una expresión curiosa— Dazai, crees que si una persona muere no es para tanto, y sin embargo te tomaste la molestia de ayudar a un ave— mis palabras eran mal ocultadas con un tono burlesco, Dazai lo noto al dirigirme una mirada preocupada— eres extraño...
Tuve que desviar mi mirada a otro lado ya que irremediablemente las lágrimas empezaron a caer, no quería escuchar a Dazai, así que decidí irme.
Sin embargo antes de cruzar la puerta su agarre tan firme en mi brazo me detuvo, me colocó su chaqueta encima.
-si no quieres que te vea llorar puedes cubrirte, pero me molestaría que alguien vea en ese estado a mi representante.
Note como Dazai me dirigía una pequeña sonrisa, estuvimos sentados en un silencio reconfortante durante todo el receso, Dazai no me pregunto nada, respeto mi decisión.
Tenía mucho miedo con el pasar de los días, sin embargo el día de hoy mi corazón pudo tomarse un respiro gracias a Dazai.
Una parte de mi, agradece haber conocido a Dazai.
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Tumba de Camelias {Soukoku}
RomanceLa esperanza de vida de Chuuya era poca. Desde que había nacido nada en su mundo era fuera de lugar, todos los días el era feliz por la vida que le tocó, hasta que una fuerte caída lo llevó al hospital. Ahí le diagnosticaron una enfermedad que no l...