Presión en su pecho

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La vida te puede cambiar en un momento a otro...

Esa fue la lección que aprendió Katsuki a sus 21 años. 

Antes despertaba todas las mañanas en una cama vacía, se levantaba y empezaba su día completamente solo hasta que cruzara la puerta de su antigua casa, pero ahora era completamente distinto.

Mientras se hallaba durmiendo plácidamente, unas pequeñas patas se postraron en su rostro sin ser dañado y solo provocandole una molestia al ser despertado.

–Y ahora que quieres pequeña mierda– musitó abriendo los ojos y observando que su bola de pelos se encontraba a una escasa distancia de él mirandolo como si no le importara nada y teniendo un rostro serio.

–Miau –dijo el animal, era obvio que Katsuki no entendía su idioma, pero si sabía que quería. Aquel gato ya tenía la maña de levantarlo a estas horas por un poco de comida, así que para Katsuki su día siempre compensaba temprano.

Se volteo y lo primero que vio fue a el chico de pecas completamente dormido, este siempre tenía el sueño más pesado que él desde que empezaron a vivir juntos. Aun así, había veces en los que esto era al revés, pero era más habitual que el de pecas se parara más tarde. 

Este era un cambio considerable a su vida, ahora siempre al despertar contemplaba aquel rostro dormido que le parecía tan lindo, antes de comenzar su día.

Como katsuki era el primero en pararse siempre terminaba haciendo el desayuno, además de alimentar a las mascotas que cada día se llevaban mejor.

 El cenizo no mentiría, vivir con dos mascotas que lo normal sea que no se lleven tan bien era un poco difícil, siempre se terminaba haciendo un escándalo al principio, pero luego eso se erradicó a medida que pasaba el tiempo, dándole un poco de paz al cenizo.

Cuando termino, se propuso a levantar al pecoso, acostandose a su lado antes de siquiera pronunciar una palabra.

No quería ser cursi, pero teniendo esa vista era completamente feliz, su corazón latía y de vez en cuando sentía que la vida que estaba viviendo ahora era un simple sueño. 

Estando en esa posición  siempre le provocaba calma, pero el día tenía que seguir y siempre terminaba haciendo su cometido, pellizcando y despertando al mayor para que se parase a desayunar y arreglarse para ir al trabajo.

–¿Y como van la remodelación? –pregunto para luego llevarse la cuchara a la coba.

–Bien, hoy voy a comprar la pintura con Mina –le respondió Katsuki quien solo se dignaba a comer.

Para Katsuki su vida amoroso no fue lo único que cambió, sino que también todo su entorno lo hizo. Durante estos dos años se había planteado que cuando terminara la universidad trataría de hacer su propio local y esto conlleva que, hasta tuviese que hacer trabajo extra para conseguirlo, siendo el fruto de su esfuerzo un pequeño local que ya era suyo y que estaba en el comienzo de una remodelación completa.

–Que bueno Kacchan, ya veras como todo saldrá muy bien –animo Deku ya terminando de comer –¿Quieres que te lleve hoy?  

–No es necesario, yo puedo ir  solo y tu tienes que ir al trabajo temprano –informó al pecoso, quien le dio una mirada de desinterés mientras alzaba sus hombros, para él era más importante el cenizo que su trabajo. Katsuki sabía ese hecho, así que no insistió y le hizo caso, acompañándolo en el auto hasta llegar a su destino. Mientras que en todo ese rato Izuku no dejaba de tararear. 

Él estaba de buen humor y eso katsuki lo pudo notar de inmediato al darle solo una mirada.

–Hoy esta de un muy buen humor –musito el cenizo cuando este se detuvo.

Conexión de amor 2 DekuKatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora