Conexión de amor 2 DekuKatsu

Atónito

Su esposo podía ser descuidado, de eso no cabía dudas. Desde que lo conoció siempre fue así, pero eso no le molestaba ya que le encantaba mimarlo y cuidarlo en cualquier momento, cosa que mayormente pasaba cuando llegaban las lluvias ya que Katsuki siempre terminaba mojándose  y por ende enfermándose, siendo ya dos días que no quería salir de casa tomándose días en el trabajo mientras se mejoraba, o eso le había dicho, la verdad es que no le importaba mucho en esos momentos, solo tenía en mente que estaría con su pareja como siempre le a gustado, ambos acorrucados en el sofá viendo cualquier película de acción o simplemente escuchando la voz del pecoso al leer un libro mientras la lluvia empapaba los vidrios de las ventanas. Para muchos estas cosas eran sencillas, pero para Izuku eran las más maravillosas y no le importaba la simpleza, tan  con solo sentir a el cenizo a su lado acurrucado como si se sintiera a salvó y en completa paz, o por lo menos eso era lo que le transmitía y atesoraba, ahora aún más con cada día que pasaba, ya que si estaba con el no le importaba más, ser de katsuki y el suyo era lo más grato que podía tener y lo aprovechaba al máximo.

Sentados en el sofá y katsuki en sus piernas teniéndolo de espaldas ya que se supone que estaba viendo una película mientras lo abrazaba, pensaba en todas estas cosas mandando a la mierda la película mientras que le hacía mimos a katsuki sin dejarlo de abrazar aprovechando hasta que katsuki dijera que era muy empalagoso, pero esto no sucedió y cuando se dio cuenta de ello se percató de que la razón era porque se había quedado dormido en sus brazos.

Se veía tan tierno que casi moría de ternura así que no se aguanto y beso su hombro con amor para luego cargarlo y llevarlo a la cama a dormir plácidamente. Katsuki no solía dormí en el día ni porque que le dieras un somnífero a no ser que estuviera estrenado de alguna manera, así que lo que menos quería hacer era despertarlo, así que lo dejaría allí hasta que se quisiera levantar, terminando de arroparlo bien para que no le diera frío, luego se quedó mirando como el felino también se colaba para dormir al lado del cenizo.

–Cuidado y me lo despiertas eh –le admitió al minino que ni atención le prestó y solo se acostó a un lado de kacchan, provocandole un suspiro al pecoso quien luego de darle un beso al contrario y darle una caricia al gato prosiguió a irse.

El pecoso al salir de la aviación solo prosiguió a limpiar, colocando música clásica con bajo volumen en el fondo para escuchas algo y no quedar en silencio, no era mucho lo que tenía que hacer para ser sincero, pero quería que cuando el cenizo despertara oliera muy bien, hasta que recordó que cuando dormía  en las tardes el cenizo siempre se levantaba con dolores de cabeza, así que busco las pastillas para la migraña, pero no estaban, se habían acabado, así que aprovecho que la lluvia no era tanta para ir a la farmacia.

El trayecto no le tomo mucho tiempo y comprar las pastillas tampoco además de haber comprado otras cosas.

Al regresar vio la cafetería de katsuki y notó que estaba abierto, el no sabía de ése hecho ya que siempre habrían cuando katsuki estaba presente, pero tampoco se le hizo tan extraño ya que Mina podría estar hay, así que quiso pasar a saludarla y quién sabe, también llevarse un postre para comer con katsuki ¿No?

Cuando aparcó su coche se bajó de el de lo más normal, aunque un poco rápido así que terminó con un pequeño dolor de cabeza, provocandolo un quejido nada más mientras que se adentraba.

No habían muchas personas presentes, eso era muy lógico si tenemos en cuenta el clima lluvioso que había y Mina estaba  atendiendo mientras  que el típico olor dulce inundada todo el lugar, eso hizo que inhalara y exhalara con suavidad en logrando relajarse, hasta que fue interrumpido por una voz antes de llegar al mostrador.

–¿Buenos días, siento las molestias pero sabe cómo se encuentra katsuki ? –preguto aquella voz logrando captar su completa atención, pero confundido por no saberlo  escuchado bien.

–¿Que? –pregunta el pecoso distraído.

–Quiero saber si katsuki está bien ¿Usted sabe cómo está?

–¿Y quién eres? –pregunto un poco confuso por el atrevimiento ya que no  conocía a esa persona.

–ah disculpe me llamo Shoto Todoroki, trabajo en este lugar. 

–Aaaah ya, bueno katsuki se encuentra mejor puede que venga a trabajar mañana –informo ya un poco más despreocupado al ubicar quien era el chico, mientras le dedicaba una ligera sonrisa de confianza.

El bicolor se le veía un poco más relajado, como si un peso se le fuese quitado de encima, o así lo podía ver izuku, quien no le quitaba la mirada.

–no sabe cómo me alegra escuchar eso, pero en serio siento haberlo besado de esa forma tan repentina, pero se que lo puedo hacer mejor, que puedo ser una buena persona para él ¿Sera que le puede mandar esa información? –termino diciendo un poco más tranquilo, pero el rostro de izuku ya no era uno agradable si no una inexpresiva y completamente diferente a la anterior.

–¿Que acabas de decir?... –su voz sonaba extrañamente forma y al igual que su rostro algo inexplicable, algo nunca visto, tratando de rectificar las palabras escuchadas.

–Es el chófer ¿No? Yo no sé dónde vive y no me gustaría saber que no viene por mi, así que me gustaría que le dijera que por favor me diera otra oportunidad.

–Eso nunca va a pasar niño –dijo con la misma simpleza y unos destellos de enojo, aunque por dentro estaba con un dolor punzante por la impresión.

–¿Entonces me puede decir dónde vive?–pregunto insistente provocando que la paciencia de izuku se quebrará y reaccionara definitivamente.

–¡No!... ¡Es mi maldito esposo, así que será mejor que te alejes mocoso! –termino diciendo con furia antes de salir por la misma puerta donde entro dejando un enorme subido en el lugar por la fuerza en que la tiró.