Roto y desesperado

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El auto iba a toda velocidad y no le importaba aquel hecho en lo absoluto, era como si su cuerpo estuviera en automático pero por dentro estaba en completo caos, pensando en todo y al mismo tiempo en nada, sentía tantas cosas que era un verdadero desastre y las preguntas que rondaban por su cabeza no se hicieron esperar.

¿Kacchan lo estaba engañando?

Tan solo pensar en esa posibilidad lograba que sus ojos se llenarán de lágrimas a pesar de que las trataba de aguantar provocando que el nudo en su garganta creciera al igual que su jaqueca insoportable. No sabía qué hacer, no quería perderlo si eso resultaba ser cierto, pero al mismo tiempo no quería callar, quería respuesta, quería saber el porqué aquel chico no sabía nada de su relación si se supone que estaban casados y sobre todas las cosas quería saber el porqué se lo había ocultado.

Izuku no sentía que fuera una persona mala, pensaba que todo estaba bien y aunque sospechaba que a kacchan le había pasado algo solo le había llegado a la mente que el cenizo estaba cansado y por eso se excusaba de que se sentía mal, pero ahora las cosas cambian y no puede dejar de relacionarlas. Estaba vuelto un lío a pesar de que trataba de ocultarlo, pero sus acciones hablaban por sí solas, al palabras de aquel chico lo llegaron a enfurecer y ni siquiera controló su fuerza cuando cerró la puerta del auto al haber llegado y cuando abrió la puerta de la casa se mantuvo allí, observando como el contrario miraba hacia afuera, volteando así  de inmediato hacía dónde se encontraba el pecoso logrando que entrelazan miradas.

—¿Qué ocurre? —preguntó el cenizo mostrándose muy confundido por la expresión dolida de Izuku con ojos llorosos que prosiguió a quitar.

El pecoso no dijo nada, se mantuvo callado por un instante colocando la bolsa con las pastillas en el mesón de la cocina para proseguir a agarrar agua de la nevera y beberla para ver si así encontraba las palabras para comenzar esta conversación.

—Yo... —prosiguió a decir después de beber toda el agua, pero se le dificulta hablar y solo suspiro para continuar –yo no me considero una mala persona y he dado todo hasta ahora, mienda claro que lo e hecho, se que no soy el mejor pero si te doy todo mi amor y creo que eso lo sabes. 

—¿A qué viene todo eso? —pregunta un cenizo confuso arqueando su ceja, no entendía qué era lo que se refería su esposo y un mal presentimiento se hizo venir como una oleada suave y lenta.

—Nada en especial, solo que hoy cuando fui a comprar algunas cosas me enteré que un chico quiere una segunda oportunidad con mi esposo y que piensa que yo soy solo tu chófer —dijo de una manera irónica y cabreada  al recordar las palabras de aquel chico — Se que te dije que fueras háblale con el chico pero no pensé que te lo tomarías tan literal o que se yo.

Katsuki estaba perplejo aquella pequeño malentendido que prefirió guardar consigo mismo se le estaba saliendo de las manos.

—Por lo menos di algo kacchan, dime el porque ese chico dice que soy su chofer y no tu esposo, se que cuando conocés a una persona inmediatamente no le dices que estás casado porque hasta a mí me a pasado y eso lo estuve pensando mucho, pero se que no es poco el tiempo que se la pasan ustedes –las lágrimas de el pecoso se deslizaron de sus mejillas negando permanecer en sus ojos, ya que la idea de que su esposo lo abandonaría le lastimaba y de tal manera que el dolor punzante de su cabeza empezaba a doler aún más.

—Puede explicarlo todo —fue lo primero que dijo.

—¡Pues explícame! Eso es lo que estoy esperando desde que escuche aquellas dichosas palabras.

—Primero cálmate, todo es un mal entendido... —prosiguió acercándose a la  haría de la cocina con seriedad y pasos agigantados .

—¿Es un mal entendido que te hayas besado con aquel chico ? ¿Que? ¿Se cayeron y accidentalmente chocan sus bocas como las película o que? —interrumpió el pecoso completamente enojado y ansioso.

—¡Ya cálmate de una vez pedazo de idiota! ¿Cómo puedes llegar y especular de la nada que te he engañado cuando ni siquiera me puedes dejar hablar?

—¿Pero como quieres que esté y que piense, cuando ni siquiera me contaste la verdad de el porque casualmente no quieres ni quieras ir al trabajo, porque claramente pasó algo importante que no me contaste?

—¡No te contesté porque justamente quería evitar está estupidez, maldita sea deku! —dijo ya enojado con su paciencia colgando de un hilo.

—Entonces está bien enterarse por terceras persona y quedar como un estúpido —vociferó aún más enojado. Estaban peleando y aún katsuki no le daba ninguna respuesta, está situación lo estaba estresando y apesar de que sabía que tenía que calmarse esto era imposible.

—Deja de decir estupideces no paso nada, solo paso que el chico se hizo ideas equivocadas y me be... ¿Deku? —se quejó, pero al mirar que el contrario se tambaleaba hasta desplomarse sin pudor, provocado que el cenizo se dirija a él sin titubear lo más rápido que pudo sin saber específicamente qué había pasado.

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Katsuki nunca creyó sentir tan pronto esta sensación de inquietud al igual que el frío que emanaba aquel lugar por todas partes, si que odiaba ir a ese puto lugar. 

Aún confuso y con su pierna intranquila moviéndose sin parar sin saber absolutamente nada. Aquel hospital permanecía en silencio y solitario, claramente era porque ya la noche estaba presente  y eso lo impacientaba más, era como si  los minutos pasaran  lo más lento que podían, solo había pasado media hora desde que se lo habían llevado y ya no podía aguantar más, por una parte se sentía culpable, Izuku había colapsado sin más como si su cuerpo hubiera dejado de responder al apagar un interruptor, convirtiendo todo aquel enojo en preocupación.

—Katsuki Midoriya —llamó el doctor regular de Deku provocando que el cenizo se levantare de inmediato para acercarse y así buscar respuestas.

—¿Cómo se encuentra? —pregunto lo esperado por el doctor sin haberlo dejado hablar.

—En estos momentos se encuentra estable, pero esa no son buenas noticias. En la última cita le advertí que tratara de no estresarse y que se relajara aún más  o sino esto volvería a suceder e incluso empeorar como lo está pasando en estos momentos —informó indiferente como era habitual.

—¿De qué está hablando? 

—¿Usted no lo sabe? 

—¿Le parece que lo sé? —dijo con incredulidad.

 —Se supone que no debería dar información de  mi paciente sin su permiso, pero estimo mucho al señor Izuku y ya que no está tomando las medidas necesarias voy a tomar  una licencias por aprecio —respondió dando un pequeño suspiro.

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Deku sabía que cuando abriera esa puerta abría problemas y uno más graves que el anterior, lo supo en ese momento y lo sabe ahora que ve el rostro completamente furioso de katsuki y  con razón, mucha más razón que la que él tenía, lo tenía que admitir.

—De verdad eres un completo imbécil —fue lo primero que dijo —tu ofendiendo por que no te dije una maldita estupidez cuando resulta que no era el único con secretos  si no que ¡TU! tienes la osadía de  ocultarme un maldito tumor en tu inservible cabeza . A ver, quiero que me explique esto. ¿No eras tu el que me estaba dando sermones de que yo soy tu esposo y teníamos que contarnos  todo?

—Yo si te lo iba a contar, solo que no encontraba el momento indicado —se excuso con la cabeza gacha.

—ahora no encontrabas el momento indicado, o  a lo mejor querías que un dia que yo regresara la casa te encontrara tirado en el suelo ¿desde cuando lo sabes ? Fue la vez que Inko fue a  casa y empezaron a actuar extraño ¿Verdad?

Izuku no dijo nada más que asentir y eso colmó toda la paciencia que tenía katsuki, provocando que saliera de aquella habitación  sin decir nada más, dejando a un Izuku completamente solo.

   

Conexión de amor 2 DekuKatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora