La decisión ya fue tomada...
Un sí a la operación tenía a la pareja nervias tratando de vivir felices en estos días que quedaban haciendo lo que más le gustaban, estando juntos como si nada pasara, aunque presente en los hechos.
Mañana era el día, pero antes que nada y por todo lo que pudiera pasar, fueron a un lugar para visitar a una persona en específico, una chiquilla que desbordaba felicidad cada vez que los veía, divirtiéndose sin parar en su presencia y sin llegar a un mal a su cabeza.
Hoy era un día especial para Eri, al principio se haya nerviosa y torpe y se notaba distancia, pero luego se calmó.
La nieve llegó y los copos de nieve hacías que todo se niñera de blanco, cayendo en todas partes sin importar el sitio y logrando que el quima se mantuviera helado.
Los tres se mantenían cálidos con sus abrigos y bufandas mientras jugaban con la nieve blanca y gélida, una experiencia fantástica para la pequeña claro está.
—Vamos Eri hay que ganarle —dijo el pecoso animandola a ganar en su pequeño juego de guerra, tirando pequeña esferas de nieve a un rubio que escondía bajo una barricada de nieve.
—No me ganarán extras, no saben con quién se están metie...—grito el katsuki pero sus palabras fueron detenidas por un montículo de nieve que cayó directo a su rostro.
—¡Vamos, vamos —repitió pero esta vez el pecoso se abalanzó al rubio logrando derribarlo con un enorme abrazo casi al instante —hay que cubrirlo de nieve rápido.
Eri hizo lo dicho y también se abalanzo en tres risas, con nieve en su mano que prosiguió a tirarle al rubio con gusto, mientras que izuku hacía lo mismo.
—¡ah no, alejense! Ya me rindo, me rindo — vociferó entre gruñidos al sentir el frío que empezaba a hacerse presente debajo de toda su ropa al colarse la nieve, mientras trataba de apartarlos.
—Lo logramos la rubia explosiva se rindió—dijo Eri alegre mientras chocaba los cinco con el pecoso en modo de victoria.
—Si, creo que kacchan necesitas un descanso.
La pequeña estaba contenta como nunca antes lo pudo imaginar era su primera vez jugando con la nieve y es que, aunque siempre quiso hacerlo mientras la veía por la ventana del hospital nunca había podido, así que agradece que este momento lo pasará con ellos.
—Quiero hacer un muñeco de nieve, siempre los veo, pero nunca e hecho uno —musito la niña arrodilladose para acomular nieve haciendo una montaña. Ella quería hacer de todo y se encontraba muy ansiosa, pero eso no le importaba a la pareja, la complacía y ayudaba a todo lo que quisiera.
— Me parece bien, ya tengo nieve por todas partes, siento que me dará hipotermia —respondió un rubio apunto de levantarse del suelo helado.
—Eso te pasa por débil —excuso Eri, cosa que descolocó a katsuki por el atrevimiento de las palabras.
—Perdon ¿Que has dicho ? —Katsuki se hayan ofendido, nadie era capaz de hablarle así, ni siquiera su propio esposo.
—Lo que has escuchado, eras débil y por eso persiste —repite sin remordimiento.
—Con que así es la cosa —fue lo que dijo agarrando todo nieve que podía.
—kacchan no lo ...—Era tarde, el rubio la había llenado toda su cabeza de nieve, cosa que logró sacarle un pequeño quejido a la chica por el frío, pero ella no se quedó atrás y también empezó a contraatacar.
El día transcurrió entre intentos de muñecos de nieve y guerra, terminando en calentarse cerca de la chimenea del orfanato con chocolate caliente, una exquisitez que disfrutaban todos gracias al rubio y sus recetas, haciendo que una simple chocolatada supiese aún mejor.
La hora de visitas estaba culminando y con eso la despedida hasta la siguiente semana, pero antes de eso la pequeña quería decir algo, así que se posicionó en frente de ellos con miedo pero también con mucha determinación.
—qui... quiero decirles algo —aviso nerviosa.
—Tranquila Eri, puedes decirnos lo que quieras con calma —tranquilizó el pecoso como de costumbre, dándole una cálida sonrisa.
—Nunca sentí que tuviera padres... Siempre desconoci ese sentimiento y desde que llegué siempre hay personas que quieren llevarme y quieren que sea parte de su familia, pero yo no quiero y la maestra dice que si no quieren ir estamos en nuestro derecho hasta que nos sintamos preparados y en confianza, pero... Yo solo confirmó en ustedes y...—a este punto Eri estaba muy avergonzada jugando con sus manos sin parar y tambaleándose de un lado a otro denotando lo nerviosa que estaba —me gustaría que sean mis padres ya que yo siento que así son, así que yo... ¡Yo quiero que me adopten!..
Deku estaba mudo, con lágrimas a punto de salir de la impotencia, porque si, siempre pensó en poder llevarla a casa, pero las situaciones estaban muy complicadas hora, así que tapó su rostro para que la pequeña no lo viera de ese modo.
Por otra parte katsuki está igual de frustrado y sin palabras, nunca le gustaron los niños y no pensaba tener uno pero al convivir más con Eri se le hizo imposible no quererla, era brillante, una guerrera de linda sonrisa que alegraba su día, logrando sacar ese lado paternal que nunca pensó tener, pero ahora era muy difícil sucumbir a la decisión de la chica.
—no... No les agrada la idea —dijo Eri con lágrimas en los ojos que estaban a punto de salir.
—no pequeña, no es eso —katsuki fue el primero en hablar, prosiguiendo a mirar a izuku de reojo quien se secaba las lágrimas disimuladamente —nosotros sí queremos llevarte a casa, queremos que conozcas a Princesa y Fígaro.
—En sería —respondió la niña con una luz de esperanza en sus ojos.
—si pero...—katsuki cayó, esperando una respuesta del pecoso.
—pequeña Eri, recuerdas cuando nos conocimos en el hostal y yo me encontraba enfermo —Fue lo primero que dijo Izuku después de calmarse, recibiendo una afirmación de ella —bueno yo sigo enfermo —tenía que admitir que se sentía amargo decir esas palabras, pero tenía que hablar con la verdad por delante —y tendré que quedarme allá por un tiempo, así que no podremos hacerlo en estos momentos, pero claro queremos llevarte a casa con nosotros, aun así una de las exigencias es que existan dos personas que te cuiden, así que no nos darán permiso de adoptarte ahora.
Eri se quedó callada, sabía a lo que se refería cuando del hospital se trataba, después de todo pasó gran parte de su vida allí.
—bueno esperaré, los esperaré a vamos, los esperaré lo que sea necesario de esperar si me lo permiten. Eres muy fuerte y se que saldrás pronto.
Katsuki intento no romper en llanto y el nudo en su garganta dolía, porque le afectaba mucho la situación y el miedo gobernaba por el simple hecho de poder tenerlo todo a no tener nada. Pero esas palabras lograron que fuera una punzada en su pecho como también poder animarlo, así que la abrazó con fuerza, seguido por Izuku quien se encontraba igual de emotivo, porque de alguna forma esas palabras las necesitaban para continuar.
—Tratare de hacer todo mi esfuerzo y nos iremos a casa juntos.
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Conexión de amor 2 DekuKatsu
FanficLa mayoría de las historias de romance terminan con una boda, una conexión de amor por el cual dos almas están involucrada. Katsuki Bakugou y Izuku Midoriya realizar la dicha conexión después de tantas cosas, pero eso no implica que la aventura al...