¿Quien eres tu?

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Su noche fue larga, ya se había memorizado todo a su alrededor al igual que el característico olor de desinfectante del hospital, hasta que su cabeza empezó a cabecear del agotamiento, cansancio y sueño, a pesar de a veces estar temblando por la temperatura tan gélida. Sintiendo como en un abrir y cerrar de ojos todo estuviese claro, siendo Inko quien lo despertara al entrar a la habitación  en la mañana.

–oh, lo siento por despertare Bakugou –musito inmediatamente la chica al notar el sobresalto de kacchan, para luego dirigir su mirada hacia su hijo quien todavía se encontraba con los ojos cerrados, llenándola de amargura ya que una parte de ella quería ver a su hijo despierto y completamente bien.

–No te preocupes... de igual forma me iba a despertar –respondió entre un bostezo mientras se estiraba y se levantaba de su asiento. Katsuki tenía que admitir que no fue muy satisfactorio  estar en ese lugar y era obvio que al levantarse le doliese algunas partes de su cuerpo por la incomodidad –por cierto ¿Llegaste bien a casa?¿Dormiste bien?

–Bien, estaba un poco inquieta al principio, pero todo bien –musito con una risa avergonzada –¿y tu?

–bien, supongo –mintió le había ido como la mierda, pero no era necesario decirle la verdad a aquella dama, no sabiendo como era.  

–Debes estar un poco cansado ¿Porque no sales a caminar un rato? –sugerido la mujer al ver como este hacia un poco de estiramiento.

–No te preocupes estoy bien.

–No voy  a aceptar un no como respuesta, debes relajarte un poco estas tenso. Camina un rato –fue lo que respondió la mujer haciéndole señales con sus manos para que se fuera –Yo puedo cuidar a mi hijo, así que ve –esta vez levanto su pulgar al lograr su cometido, viendo como el cenizo se alejaba por los pasillos del hospital.

"¿y ahora que?" se pregunto mientras caminaba un poco, sabía que si volvía allí aquella mujer lo iba a volver a sacar, así que camino por un rato dirigiéndose a la salida para tomar aire fresco. 

Estando allí una ola de calor agradable arraso con todo su cuerpo, permitiendo que su cuerpo se relajara aun más mientras que sacaba las manos de su chaqueta. El día no estaba tan caluroso, pero comparado con el congelador llamado hospital, estaba mejor.

El camino no duró pudo dorar mucho ya que sus tripas le crujían,logrando que después de unos minutos regresara para dirigirse a la cafetería a comer algo, no quería regresar a su hogar en esos momentos y esa fue la opción que más le convino.

Cuando estuvo allí presente no planeaba comer algo que se le asemejara a un desayuno porque simplemente no le apepsia , así que  se compro unas papas  y un café instantáneo para la peliverde ya que eran de su agrado. 

El lugar no estaba tan lleno así que fue rápido pagar esas dos cosas para regresara a la aviación de en donde se encontraba el pecoso. 

El trayecto no paresia tener mayor cosa, o eso fue hasta que se detuvo al ver una silueta que le padeció conocer  por los pasillos, logrando que este retrocediera un poco para tratar de encontrarse con la silueta que había visto de reojo, pero fallando en el intento al ver que no estaba. Unos ecalosfrios recorrió en todo su cuerpo después de un largo rato y sin saber porque y causándole estragos, pero después de todo no le quiso dar más importancia y retomo su ruta. 

Justo en aquel momento, al segar a la habitación todo se paralizo a su alrededor y después de unos segundos fue que pudo reaccionar aun embelesado por aquellos ojos verdosos  –Deku estas despierto –fue lo único que pudo decir sin quitarle la mirada de encima.

–Si, pero... ¿quien eres tu? 

La sonrisa que poco a poco estaba formándose en los labios de katsuki, decayó  rápidamente con lo dicho, sintió nuevamente que su mundo se derrumbo "¿Que tanto daño le había hecho aquel accidente?" fue lo que pensó dejándolo allí pasmado en la puerta de la habitación, hasta que escucho un pequeña risa departe de este, dejandolo confuso.

–Solo es una broma –musito dándole una sonrisa a cenizo quien ahora no sabía que sentir, tenía muchos sentimientos que procesar y no sabía en donde empezar, felicidad , alivio, terror, dolor, furia y confusión, todos se mezclaban entre si y no sabía como actuar  –¿Como estas kacchan?

–Como estoy... ¡¿Que como estoy?!¡Eres un idiota! –respondió ahora predominando su furia y con el entrecejo fruncido, lanzándose la bolsa de papas para irse de la habitación como una fiera y cerrando la puerta con fuerza.

–¿Crees que ahora si me pasé? –pregunto Izuku al ver la reacción.

–¿Como se te ocurre hacer eso? –regaño su madre dandole un pequeño golpe en el brazo y provocando le un quejido de dolor.

–Solo aproveche la oportunidad, él hace peores –reprocho recordando tantas bromas de parte del rubio.

–Pero eso  no son juegos muchochito, estuvimos muy preocupados por ti, tuviste un accidente¿lo olvidas? –seguía con su regaño mientras al mismo tiempo trataba de golpearle pero sin hacerle daño realmente ya que tenía muy en mente el estado de su hijo –voy a avisarle al doctor que despertarte y será mejor que lo arregles si es que regresa  –informo para irse de la habitación casi al igual de furiosa.

Aquellas palabras lo hicieron caer en cuenta en su situación actual, había tenido un accidente automovilístico que gracias a los diosos no había pasado a más daños graves.

"kacchan debió pasarla mal"pensó un poco culpable, recordando lo que había sucedido en unos instantes atrás, mientras conservaba las bolsa papitas en su cama con culpa, hasta que la puerta fue abierta de nuevo siendo para su sorpresa le cenizo aun enojado, pero dispuesto a quedarse allí.

–Kacchan yo lo sien... 

–Me las vas a pagar cuando salgas de aquí maldito Deku –lo interrumpió dejándolo sin habla, al sentir el anura aterradora de Bakugou quien solo se limito  a sentarse en el pequeño sofá –¿Estas bien? –Izuku dudo en contestarle, pero luego asintió al ver que este lo miraba buscando respuesta –me alegra saber eso idiota –termino diciendo, secándose unas lagrimas de su mejilla e inhalando.

Si, katsuki estaba enojado, pero al estar consiente de que el contrario estaba vivo y consiente lo alivio tanto que no tubo granas de pelear.  Izuku lo noto y le dio una sonrisa para luego tratar de alzar los brazos como una señal para que el cenizo se acercara a él  y poder abrazarlo, cosa que, a pesar de el refunfuñaste chico lo logro, aunque fuera doloroso para el pecoso.

–Siento  preocuparte –dijo ya teniendo el chico explosivo en sus manos -trataré de ya no hacerlo.

-Más te vale, porque si no yo te mato -dijo entre pucheros y correspondiendo el abrazo.

Conexión de amor 2 DekuKatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora