3. moony

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Sophie se acercó a sus amigos, quienes hablaban en susurros y a poca distancia.

—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó, cuando ya estuvo con ellos.

—Estábamos esperándote. —contestó Draco dándole una mirada de cuerpo completo.

—¿Cómo te fue en clase? —interrogó Ágatha.

—Ah, Trelawney es un caso bastante complicado y predijo la muerte de Potter para este año. —contestó, rodando los ojos.

—Potter está que se muere todos los años. Seguro sobrevive. —dijo Ágatha, con una sonrisa divertida.

—Tienes los cordones desatados. Te vas a caer. —observó Sophie.

Cuando Ágatha estaba agachándose para atar sus zapatos, Draco la detuvo al ver a unos chicos Ravenclaw de sexto mirando a su prima de una manera nada educada.

—Yo los abrocho.

Luego de que Draco terminara con los zapatos de Ágatha, Sophie les recordó que debían ir a Cuidado de Criaturas Mágicas.

—Con ese grandulón de profesor, seguramente no vamos a aprender nada. —dijo Draco cuando iban llegando al lugar de clase.

Cuando llegaron se encontraron con algunos Slytherin y Gryffindor. Luego llegó Potter con sus amigos.

Sophie le habló a Ágatha en un tono en el que solo ellas pudieran escuchar, —Estoy segura de que Draco y Potter van a discutir.

—Siempre lo hacen.

Hagrid estaba en la puerta de su cabaña esperando a los estudiantes.

—¡Vamos, dense prisa! —gritó a medida que se aproximaban sus alumnos—. ¡Hoy tengo algo especial para ustedes! ¡Una gran lección! ¿Ya está todo el mundo? ¡Bien, síganme!

Ágatha se preguntó si los llevaría al bosque prohibido. Llegaron a un prado en el que no había nada.

—¡Acérquense todos a la cerca! —gritó—. Asegúrense de tener buena visión. Lo primero que tienen que hacer es abrir los libros...

—¿De qué modo? —dijo la voz fría y arrastrada de Draco.

—¿Qué? —dijo Hagrid.

—¿De qué modo abrimos los libros? —repitió Malfoy. Sacó su ejemplar de El monstruoso libro de los monstruos, que había atado con una cuerda. Otros lo imitaron. Ágatha lo había atado con una bufanda. Sophie se rio al respecto.

—¿Nadie ha sido capaz de abrir el libro? —preguntó Hagrid decepcionado.

Ágatha se sintió un poco triste por el hombre. Si bien no era de su agrado no pudo evitar sentir pena.

—Tienen que acariciarlo —dijo Hagrid, como si fuera lo más obvio del mundo—. Miren... Tomó el ejemplar de Hermione y desprendió el celo mágico que lo sujetaba. El libro intentó morderle, pero Hagrid le pasó por el lomo su enorme dedo índice, y el libro se estremeció, se abrió y quedó tranquilo en su mano.

—¡Qué tontos hemos sido todos! —dijo Draco despectivamente. —Teníamos que acariciarlo! ¿Cómo no se nos ocurrió?

—Yo... yo pensé que les haría gracia —le dijo Hagrid a Hermione.

—¡Ah, qué gracia nos hace...! —dijo Malfoy—. ¡Realmente ingenioso, hacernos comprar libros que quieren comernos las manos!

—Cierra la boca, Malfoy —le dijo Harry en voz baja. Ágatha reparó en el chico, estaba más guapo que el año anterior y también más alto.

hate; wizarding worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora