4. sophie

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Ser amigo de Ágatha era genial, pero Draco nunca lo admitiría. Se dio cuenta de lo afortunado que era de ser, más que su primo, su amigo, durante los días en los que no iba a clase.

En los diez o doce minutos que tenía entre clase y clase, Ágatha iba a verlo a la sala común y le preguntaba si necesitaba algo o se quejaba de las clases. Luego, en el almuerzo, se sentaban los tres juntos y su prima junto a Sophie le daban un pequeño resumen de lo que habían visto en clase.

En la noche, Ágatha le dictaba a Sophie, (quién tenía un extraño talento para falsificar la caligrafía de las personas con solo verlas escribir una vez) sus apuntes de una manera en que los escribiría Draco y el rubio la interrumpía cuando, según sí mismo, había dicho algo que no era muy él.

—Yo no usaría esa palabra.

—Draco, es un "cuando pasa por".

—Yo diría "cuando pasa a través".

—Draco, yo puse eso.

—¿Y? Por algo somos primos, mujer.

—Ya, Sophie, ponle "a través".

Luego conversarían hasta la media noche y Ágatha se iría a su habitación medio dormida alegando que había hecho muchas cosas y estaba cansada.

...

Draco volvió a clases el jueves, a pesar de que según él, aún estaba herido. Estuvieron en Pociones, Malfoy fastidió a Potter y Weasley y luego tenían su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Ágatha fue a la sala común antes de la clase, no se sentía bien, le dolía la cabeza y estaba mareada.

Se sentó en un sillón e intentó calmar su respiración, se concentró tanto en inhalar y exhalar que no se dio cuenta de que alguien más había entrado a la sala común.

—¿Estás bien?

Blaise Zabini, un chico moreno, alto y delgado, estaba frente a ella con una expresión de curiosidad.

—Sí, solo me duele un poco la cabeza.

—Bien. —contestó el chico, alargando un poco la palabra. —¿No vas a clase o algo?

—Solo...vine a descansar. ¿Y tú? ¿No tienes clase?

—Sí, pero olvidé un libro...espérame aquí y vamos juntos. —cuando se alejaba hacia lo que probablemente era su habitación, se dio la vuelta y preguntó: —¿Tienes Defensa, cierto?

—Sí.

—Bien, ya vuelvo.

Blaise parecía bastante simpático.

Mientras se levantaba lentamente del sillón, escuchó los pasos del moreno dirigirse con rapidez hacia ella.

—No creo que estés muy bien, la verdad. —dijo Blaise mientras la ayudaba levantarse y le ofrecía su brazo.

—¿Encontraste tu libro?

—Sí, vamos. Sujétate bien.

Cuando llegaron al aula, luego de caminar en un silencio cómodo, Sophie inmediatamente dirigió su mirada hacia ellos. Y Draco también.

—Voy a ir a mi puesto. —avisó Blaise, mientras desenlazaba su brazo del de Ágatha.

—Sí...yo, gracias por ayudarme a...

—De nada, Black. -dijo el chico, con complicidad.

—¿Zabini? ¿Enserio? —preguntó Draco, entre burlón e incrédulo, en cuanto Agatha se les acercó.

hate; wizarding worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora