hate; wizarding world

13. menstruation

La primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras había sido terrible, la segunda peor.

—Señorita Black. —repitió el profesor. 

Ágatha se levantó de su asiento bajo la atenta mirada de Draco y Sophie. Avanzó hasta quedar frente a la clase y al lado del profesor Moody. 

Le sudaban las manos y le dolía el estómago, pero no lo demostró, en cambio, guardó sus manos en los bolsillos de su túnica y adoptó una postura que Lupin habría reconocido como digna de Sirius Black. 

—Imperio. —susurró el hombre. 

De pronto Ágatha se sintió como si no tuviera ninguna preocupación, su cuerpo se sentía liviano y era como que estaba flotando. 

Recuéstate en el suelo, le dijo una voz en su cabeza. 

Ágatha acató la orden inmediatamente, pero de repente se detuvo. 

¿Qué? preguntó. 

Recuéstate en el suelo, repitió la voz. 

Ágatha pensó que se parecía a la voz de Moody, ¿Por qué Moody le decía que se recostara en el suelo?

No.

Hazlo.

No.

Recuéstate en el suelo. 

—No. 

...

—No lo entiendo. Lo hiciste mejor que Potter. Ágatha, fue increíble. —dijo Draco, luego de que la clase terminara y estuviesen caminando hacia el Gran Comedor. 

—Es un maleficio muy fuerte, ¿cómo lo hiciste? —inquirió Sophie. 

—No lo sé. Solo dije que no. —dijo Ágatha con el ceño levemente fruncido. 

...

—Llegan en octubre treinta. —informó Draco, luego de que Sophie lo mandara a leer el cartel que todo el mundo quería leer. —Los representantes de Beauxbatons y Durmstrang llegan el treinta de octubre a las seis en punto y las clases se van a interrumpir media hora antes. 

—Gracias, Draco. —sonrió Sophie.

Draco la miró fijamente. 

Ágatha carraspeó su garganta. —Bueno, ¿vamos a cenar o qué?

Se encaminaron al Gran Comedor liderados por Ágatha, quien iba un poco más adelante que ellos. 

La cena fue tranquila dentro de todo, Draco y Ágatha criticaban a cualquier persona que veían mientras Sophie les decía que bajasen el tono de voz, aunque ya hablaban lo suficientemente bajo. 

También estuvo Pansy Parkinson intentando llamar la atención de Draco con miradas y actitudes coquetas, pero al no tener resultados, les lanzaba miradas venenosas a Sophie y Ágatha, quienes la ignoraban completamente. 

Cuando volvieron a la sala común, a eso de las siete y media, Ágatha decidió que necesitaba aire y salió del lugar para caminar por los fríos y desolados pasillos de Hogwarts. 

Últimamente no paraba de pensar en Sirius, eso la desconcentraba de clases, y varias veces Snape la había regañado por estar soñando despierta. 

Sintió pasos detrás de ella, alguien se le acercaba con determinación. 

—Ágatha. —la llamó una voz conocida. ¿Por qué le hablaba con su nombre de pila, si aún estaban con los apellidos?

—Potter.