14. the black jacket

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Ágatha se sorprendió.

Buscó al chico con la mirada e inmediatamente supo que él no había puesto su nombre en el cáliz.

Su rostro estaba descolocado, su expresión gritaba incredulidad.

Oh, pobre Harry.

—¡Harry Potter! —volvió a llamar Dumbledore.

El recién llamado se puso de pie torpemente y Ágatha pudo ver como se tropezaba. El Gran Salón estaba en completo silencio y todos lo observaban a él.

Cuando Harry desapareció por la puerta que los demás campeones también habían atravesado, Dumbledore envió a todo el mundo a la cama.

Draco no dijo ni una palabra durante el trayecto a la sala común. Sophie y Ágatha se miraban y tampoco dijeron nada. Probablemente Draco se sentía frustrado. Como siempre, Harry volvía a resaltar más que él.

Ya en la sala común, Ágatha se animó a hablar.

—Draco, ve a tu habitación. Se nota que estás cansado. —le dijo con cautelosa, tomando su antebrazo con suavidad. 

—Bien, buenas noches. —Draco se fue, dejando a solas a Ágatha con Sophie.

—Ve a dormir, Sophie. —murmuró Ágatha antes de irse a su habitación.

...

Para Ágatha, el cerebro de una mujer era dos veces el de un hombre.

Pero el hombre más cercano a ella (Draco), parecía (solo parecía, nada confirmado) tener al menos un cerebro completo y funcional. Así que ella y Sophie tenían al menos tres cerebros perfectamente útiles.

Por eso cuando Sophie le corrigió lo que estaba escribiendo en sus deberes de Transformaciones, Ágatha no la cuestionó. Luego de arreglar el error que los funcionales cerebros de Sophie detectaron, Ágatha siguió su ensayo con normalidad.

—Ustedes son como uña y mugre. —comentó Draco después de analizarlas estudiar por un largo rato. Estaban en la sala común, y mientras que Ágatha y Sophie estaban sentadas en el suelo, más específicamente en la alfombra, frente a la mesita entre los sillones, Draco estaba recostado sobre el sofá más largo.

—Corrección. Tú y Ágatha son como uña y mugre. —dijo Sophie sin despegar los ojos de su tarea.

Draco miró a Ágatha esperando que dijera algo.

—Puedo ser uña y mugre con ambos, no hay problema. —habló sin dejar de hacer su ensayo.

...

Zenda:

Te extraño. Ya quiero que termine el año, muero de flojera. Te amo. 

Ágatha Black.

El mensaje que deseaba transmitir era corto y preciso. Lo envolvió en la pata de su lechuza, que echó a volar segundos después.

En su pecho, estaba la insignia "Apoya a Cedric Diggory, ¡el AUTÉNTICO campeón de Hogwarts!", que Draco la había obligado a usar.

Rodó los ojos antes de arrancársela de la túnica y lanzarla por uno de los ventanales de la lechucería.

Caminó agitadamente hacia el aula de Pociones, su última clase del día.

Cuando llegó, vio a Draco junto a otros Slytherin luciendo como una pandilla muggle, frunció el ceño antes de caminar en su dirección. Estaban intimidando a Harry junto a sus amigos.

Cuando Draco la vio tenía una sonrisa bastante orgullosa mientras le hacía señas para que se acercase, pero luego pareció ser consciente de que Ágatha lo miraba completamente seria y frunció levemente el ceño. 

hate; wizarding worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora