15. why not me?

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—Mira, te seré honesta. Creo que McGonagall es un poco pesada a veces y no me apetece estar en su clase hoy —Le dijo afuera del aula, cuando eran los únicos sin entrar.

—Puede que sea un poco estricta, pero Snape es peor —Le contestó Harry, con su libro de transformación en la mano. Ágatha estaba apoyada contra la pared, y Harry estaba frente a ella. Ágatha miró hacia los lados distraídamente antes de contestarle.

—Definitivamente. Detesto la materia también. Los ensayos me los hace Draco, sin su ayuda reprobaría Pociones.

—Malfoy es tan detestable como Snape —Susurró Harry, resoplando. Ágatha lo miró.

—Tienes razón. Es bastante desagradable a veces, pero es un cuento diferente cuando eres su enemigo a cuando eres su mejor amiga.

Harry soltó una risa. —Honestamente, no se me ocurre que clase de cualidades positivas podría tener Malfoy. Creo que podría ser considerado gracioso por alguien como... Pansy Parkinson o algo así. Y hay que considerar que es otra purista loca que está enamorada de Malfoy, así que en realidad no cuenta.

—Es leal.

—¿Leal?

—Sí. Ya sabes, si alguien hablara mal de mí probablemente le echaría un maleficio de inmediato, o si le contase como me siento, sería como una tumba. Y cuando peleamos, si me pasa algo luego, aunque hayamos discutido, se preocupa por mí. Supongo que son algunas sus cualidades más destacables.

Harry no dijo nada, y Ágatha tampoco esperaba que lo hiciera.

—¿Aún sigue en pie eso de que no quieres ir a Transformaciones?

—Por supuesto.

Harry tomó su mano antes de arrastrarla por el pasillo hacia Dios sabe dónde.

Ágatha se dejó hacer mientras se preguntaba a donde pensaba llevarla. Antes de poder preguntar, Harry la envolvió en sus brazos para meterse en un espacio entre una estatua y la pared.

—Shhh, la señora Norris está aquí —Le susurró, y Ágatha pudo jurar que escuchó su sonrisa.

Aguantando la risa, se escondió en Harry para evitar ver su rostro y reventar de una carcajada.

Escucharon un maullido que hizo que ambos dejaran de respirar durante unos segundos. Un momento más tarde, Harry comenzaba a liberarla de sus brazos.

Salieron del espacio en el que estaban escondidos sin soltar sus manos. Avanzaron despacio para que la gata no volviera hasta que Ágatha interrumpió.

—Harry... —susurró.

—¿Qué? —Le susurró de vuelta.

—Necesito usar el baño —Le contestó, manteniendo el tono.

—Ágatha... aish, vamos.

Ágatha hizo un sonido que expuso que estaba aguantándose la risa.

—Lo siento...

Lo siguiente que Harry sabía era que estaba esperando a Ágatha afuera del baño de niñas, rogándole a Dios para que no apareciera nadie.

—Ya terminé —Apareció la chica mientras secaba sus manos en su túnica.

—Vámonos.

Ágatha lo siguió en silencio. Procurando no ser vistos por nadie, Harry la guio hacia el patio que quedaba frente a la torre del reloj. Sorpresivamente, estaba completamente vacío.

Se sentaron en una esquina alejada del centro, por si debían esconderse en algún momento.

—Descubrí, hace un tiempo, que a esta hora todo el mundo suele estar dentro del castillo.

hate; wizarding worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora