Las grandes puertas del salón de los tronos se abrirían, y dejarían ver al escuadrón de guardias que entrarían con júbilo en sus rostros, por haber acatado con éxito la orden.
—Ya está aquí, su majestad —dirían unos guardias, arrastrando el costal de tela.
—¡¡¿¿Qué es lo que están haciendo??!! ¡¡¡Sáquenlo de ahí!!! —dijo una princesa Luna, evidentemente enojada con los guardias, los cuales procederían a aflojar el nudo del costal; Del cual se asomaría la cabeza de un pegaso, al que le sangraba la nariz, por el golpe previo. Luna, con una expresión de vergüenza, trataría de disimular su emoción—. Helo ahí está, ell hijo de la noche. —Le puso ese apodo, ya que literalmente nació de la completa oscuridad nocturna.
El pony entre cerraría los ojos, por demasiada iluminación. Parecía dolerle. Luna, se daría cuenta de ese detalle.
—Atenúen un poco la luz —ordenaría, Luna. Entonces los sirvientes harían caso, y la atenuarían—. ¿Qué tal el viaje? —preguntaría, Luna, algo apenada por el trato de los guardias hacia su invitado.
El pequeño pegaso sin palabras, y muy extrañado contestaría:
—Genial. Me encanta que me golpeen, me metan a costales, y me arrastren por toda la ciudad. —Esto lo diría de una manera evidentemente sarcástica, saliendo por completo del costal. Era justo como, Luna, se lo imaginaba. vería que su oreja derecha sí estaba cortada por la mitad, pero ya estaba cicatrizada. eso fue un alivio. También se dio cuenta de las ojeras en los ojos del potro. Pero tendría suficiente tiempo con él, así que se lo iba a preguntar cuando tuviese la oportunidad.
—Espero que los guardias te hayan tratado bien. Son un poco bruscos cuando no saben ni qué buscan —diría una apenada, Luna
—Ah... sí... me trataron super bien —diría, mientras se limpiaba la sangre de la nariz con su pequeña ala.
—Eso no se ve muy bien que digamos —dijo Celestia, no sabiendo que pensar sobre el potro.
—¿No olvidas algo? —diría un guardia, viendo a pegaso y luego a la princesa Celestia.
—Reverencia... —diría la princesa del sol, seria.
El pegaso la vería a los ojos, y le dedicaría una mirada sería, y un poco incomoda para Celestia.
—Reina mía no es... —Contestó ell potro, que le lanzaría una sonrisa irónica y burlona. Ya que sabía que a esa alicornio blanca él no le debía nada más que dolor—. Lo siento, pero yo no me postro ante usted... —ahogaría una risa. En ese entonces, todos voltearían a ver a las princesas quienes no dirían nada. De hecho, la misma princesa Luna se aguantaría algunas pequeñas risas al ver eso, y sonreiría.
—No eres lo que esperaba —diría, Luna, sin saber cómo sentirse al respecto.
—¿Soy más o menos de lo que buscaba? —preguntó, sonriendo.
—Quizá más —diría una Luna, emocionada, y sonriente—. ¿Sabes la razón por la que estas aquí?
—No, pero creo saberla —diría, mientras todos lo veían fijamente—. ¿Podrían decirles a sus sirvientes que me dejen de mirar? —dijo el pequeño, con cierta incomodidad.
—Retírense —diría Luna—. Tú también, Celestia —Pidió.
La princesa Celestia, se retiraría de mala gana, solo lo hizo para que ese niño se fuese lo más rápido posible.
—¿Crees que podríamos hablar en otro lugar? No me gustan los espacios muy grandes —dijo el pegaso, al verse a sí mismo en el salón de los tronos.
![](https://img.wattpad.com/cover/248099554-288-k551672.jpg)
ESTÁS LEYENDO
My Little Pony: Era oscura (BETA)
FanfictionAlguna vez, al verlas ¿no has sentido una sensación extraña? Siempre ganan, pero... ¿nunca has deseado que pierdan? ¿que sufran? ¿que se acabe tanta... felicidad? Yo... si te soy honesto... sí, lo deseo. Cuando, ella, regresó de la luna, yo estaba...