Alguna vez, al verlas ¿no has sentido una sensación extraña? Siempre ganan, pero... ¿nunca has deseado que pierdan? ¿que sufran? ¿que se acabe tanta... felicidad? Yo... si te soy honesto... sí, lo deseo.
Cuando, ella, regresó de la luna, yo estaba...
el sol mañanero iluminaba al pueblo. el cielo estaba de un color celeste claro. se veía muy despejado y hermoso. en tiempos pasados ese hubiera sido un día perfecto para salir con amigos a pasear, convivir con el mundo, explorar nuevos lugares. y disfrutar de los placeres de la vida. pero ahora la realidad era lamentable y diferente. -¡¡vamos, vamos, muévanse, muévanse!!- gritaban los guardias reales. ordenando que los estudiantes que estuviesen el la "lista de twilight" subieran al tren. muchos aun no entendían lo que pasaba. y solo subían a la locomotora esperando una explicación en el camino. las calderas estaban llenas de carbón ardiente, y la presión en la maquinaria se hacía evidente con algunas expulsiones de humo, que salían por la chimenea principal. todos los vagones estaban casi llenos. e incluso hubo que sumar algunos extra. el viaje al imperio de cristal era muy largo. y suertudos aquellos que pudiesen dormir en una litera del tren; y no cabeceando en un asiento incomodo.
ni siquiera los guardias reales sabían la razón de tanta prisa e ímpetu. las ordenes de flash magnus, y shining armor fueron: "protejan ese tren con su vida". mas nunca dijeron de que lo estaban protegiendo. cuatro guardias por vagón. uno en cada esquina del exterior. parecía un poco exagerado. los guardias reales siempre recibían el mejor entrenamiento posible, y aunque la mayoría del tiempo no hacían nada, sí habían demostrado su eficacia en canterlot. (pero no la demostraron con cozy glow).
hasta en esas situaciones existían las prioridades. los "seis estudiantes" y las dos mentoras que los acompañaban debían de ser los mas vigilados y protegidos. ya que ellos representaban las relaciones internacionales de equestria en su mayoría. (o al menos así lo vería un guardia cualquiera). los vagones se llenaban en su totalidad, pero no exageradamente.
mientras tanto al otro lado del pueblo. en la ahora solitaria escala de la amistad. solo quedaban dos almas solitarias. ambas unicornios sabían que era su ultima vez en esa cocina, preparando el desayuno. muy probablemente la escuela solo sería cerrada y ya. después podría volver a abrir al derrotar (o detener) a nightward. pero por ahora era un hasta pronto para ese edificio, que albergaba muchos buenos recuerdos. y tal vez algunos malos.-¿y... como te sientes?- le preguntaría starlight, a su querida trixie
-¿y como quieres que me sienta?- respondería trixie, de manera melancólica. ella solo estaba frente a una taza de café. sus ojos llenos de sueño, no habían dormido en toda la mañana por la evacuación y ahora era el único momento libre que poseían. y justo por eso el cansancio era evidente en sus ojos.
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-¿estás lista?- starlight terminaría su café y lavaría la taza. trixie también terminaría su café, pero ella dejaría la taza en la mesa.- por favor. se mas limpia- diría starlight, levantando la taza y lavándola
-por eso te di café. no podemos dormir hasta llegar al norte invernal- starlight colocaría ambas tasas en el escurridor.
-entonces vámonos antes de que me duerma aquí- trixie saldría de la cocina perseguida por starlight.
trixie se colocaría sus alforjas con sus pertenencias, y también se pondría sombrero y capa de maga. starlight también se colocaría sus alforjas. las dos darían un pequeño suspiro nostálgico por la asuela.- ¿estás bien?- preguntaría starlight ante el silencio de trixie
