Una vez hubo una pareja feliz, con dos niños; más una pequeña bebé. Al momento de crecer, ellos probablemente serían fuertes, y leales a su familia; destinados a seguir la tradición granjera de la descendencia Apple (era mejor que las peras).
En ese momento, Bright Mac, estaba cargando las únicas dos maletas que su madre e hijo iban a necesitar en su pequeño viaje a Appleloosa. La abuela Smith iba a llevar a su nieto por la ruta comercial, la cual debería tomar cuando ya tuviese la edad de hacer entregas por su cuenta. El potro ya había ido a ese pueblo con anterioridad, igual que su hermana; Pero este viaje sí era para oficialmente acostumbrarse a la ruta. Habían solicitado una carreta para ir hasta la estación.
—Por favor, tengan cuidado —dijo Pear Butter, sosteniendo el casco de la abuela Smith.
—¿Con quién crees que hablas? El camino a Appleloosa no es tan difícil, solo es muy largo —aclaró la yegua color lima, muy segura de su sentido de la orientación.
Estaba atardeciendo. El plan era que se irían a Appleloosa, y al día siguiente volverían; Tal vez por la mañana o por la tarde.
—Ya vámonos, el tren sale en unos minutos —dijo Big Mac, ya arriba de la carreta, emocionado por el viaje.
—Tranquilo, Appleloosa no se moverá de ahí —contestó la abuela, subiendo a la carreta.
—¿Nos vamos? —preguntó el pony que conducía, y jalaba del transporte.
—Claro —afirmó Pear Butter.
—Adiós mamá —se despidió Bright mac
—¡¡Nos vemos, Big Mac!! —gritó Applejack, quien salió corriendo de la casa. No se había percatado de que su abuela y su hermano ya habían partido.
—!!!Adiós, Applejack, adiós¡¡¡ —dijo el potro, moviendo su casco, en signo de despedida.
La carreta se alejaría rápidamente, y la abuela, junto a Big Mac, desaparecerían tras una colina.
—Voy a ver que podemos cenar —diría Bright Mac, rascando con delicadeza la crin rubia de Applejack, para después irse caminando a la casa.
La pequeña potranca estaba ligeramente celosa de que su hermano saliese por tan solo unos días u horas, mientras ella estaba confinada a los acres aburridos de la granja. Suspiraría, y después se daría la vuelta para volver a la casa.
Pear Butter, notaría esa actitud decaída en su hija, y querría confortarla
—Sé que este prado de manzanas te parece un poco inadecuado. Tal vez tú quieres salir a visitar más lugares. —La yegua se pegaría a su hija—. Recuerda que hace poco hablamos sobre irte a vivir un tiempo con tus tíos Orange. —Pear Butter, directamente abrazaría a Applejack, quien estaba muy desinteresada por las palabras de su madre. Ella quería explorar el mundo; En vez de eso solo ayudaba en la aburrida granja familiar—. Pero este campo es donde naciste; Es lo que somos y siempre seremos, es parte de nosotros, y nosotros somos parte de él —La Yegua de crin color zapote, se daría cuenta de sus propias palabras, y dejaría salir una risita—. Tal vez sueno demasiado dramática, pero tu padre y yo plantamos un árbol juntos, en este bosque de manzanos —daría una vista al panorama—. Representa mucho para nosotros, y queremos que represente lo mismo para ti —Bajaría la mirada, y vería que su hija asentiría lentamente.
—¿Entonces... me dejarán ir? —La potra subiría la mirada, demostrando que las palabras de su progenitora no habían implicado el más mínimo cambio en su ánimo, o forma de pensar.
—Ten paciencia. hora mismo eres muy pequeña. Eres muy valiente, pero te falta una pizquita de responsabilidad —Pear Butter, comenzaría a darle pequeños toques a Applejack, provocándole cosquillas.
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My Little Pony: Era oscura (BETA)
FanficAlguna vez, al verlas ¿no has sentido una sensación extraña? Siempre ganan, pero... ¿nunca has deseado que pierdan? ¿que sufran? ¿que se acabe tanta... felicidad? Yo... si te soy honesto... sí, lo deseo. Cuando, ella, regresó de la luna, yo estaba...