Estoy exhausta, generalmente no duermo tanto pero esta vez ni siquiera podía levantarme de la cama. Esto me pasa por que ayer estuve de un lado para el otro con chen, pero gracias a ella me reconcilie con mi capitán…
ESE NO ES EL PUNTO, TENGO QUE LEVANTARME Y PRESENTARME PARA ALGUNA MISIÓN, NO PUEDO PASARME LA VIDA HACIENDO LO QUE QUIERA POR LA SOCIEDAD DE ALMAS.
Pero más tarde, ahora estoy muy cansada…
NO, TENGO QUE LEVANTARME AHORA… en cinco minutos… o una hora.
Me quede totalmente dormida, desperté pasando la hora del almuerzo.
Camine lentamente arrastrando los pies hasta la puerta del salón principal. En ese momento escuche, no, mejor dicho, no estuche nada… eso es muy inusual en mi escuadrón.
Abrí lentamente la gran puerta de madera, pero solo logre escuchar el crujido de la madera. El salón principal estaba vacío...
¿Qué demonios pasa? Deberían estar todos luchando, algunos oficiales casi inconscientes tirados en el piso y mi capitán en el medio atacando a todos.
Suspire y camine hacia el centro de la habitación escuchando mis propios pasos, mire la parte del techo que mi bankai había destruido totalmente y reparada. Esos bastardos hicieron un buen trabajo… Bueno, hay platos sucios en la cocina y posiblemente cuando regresen tendrán hambre.
Me dirigí a la cocina, me puse un pañuelo en mi cabeza y comencé a limpiar todo, como todo estaba muy tranquilo comencé a cantar en voz baja y fui subiendo el tono cada vez más, en ese momento vi unos cascabeles asomándose por la puerta… Reconocería ese peinado en cualquier lado. Me asome por la puerta y encontré a todo mi escuadrón aguantando la risa tirado en el piso…
Natsuki:- ¿M-M-M-M-M-M-ME ESTABAN ESCUCHANDO?
Todos dejaron salir una carcajada tan fuerte que retumbo en toda la sociedad de almas. Mi cara se tornó completamente roja, se podría cocinar en mi cabeza.
Ikkaku: JAJAJAJAJJA, NO SABIA QUE TAMBIÉN ERAS CANTANTE.
Yumichika: NUNCA ESCUCHE A ALGUIEN DESAFINAR DE ESA MAÑERA AJAJAJAJAJA
Kenpachi: JAJAJJAJA DEJEN TRANQUILA A LA CANTANTE JAJAJAJAJAJAJA NO PUEDO RESPIRAR
Natsuki: ¡¡¡¡¡WAAAAAAAA, CÁLLENSE ESTÚPIDOS BASTARDOS INÚTILES!!!!!
Saque mi zanpakutou, la deje caer al suelo y me dispuse a volver a sacar mi Bankai, pero antes que pueda gritar “Bankai” mi capitán se levantó del piso y me silencio con su mano.
Kenpachi: NO, No queremos que destruyas otra vez el techo. Además ya destruiste nuestros tímpanos.
Natsuki: tsk, como quieran. ¿A dónde habían ido?
Kenpachi: A entrenar en el bosque.
Natsuki: ¿Y POR QUE NO ME LLEVARON?
Kenpachi: NO GRITES, TODAVÍA ME DUELEN LOS OÍDOS POR ESCUCHARTE CANTAR. NO TE LLEVAMOS POR QUE TIENES PROHIBIDO SALIR DEL ESCUADRÓN.
Natsuki: ¿Eh? ¿Y eso por qué?
Kenpachi: Tengo hambre, ¿Qué cocinaste?
Natsuki: Ya está lista toda la carne y los--- ¡NO ME CAMBIES EL TEMA!
Mi capitán me ignoro completamente, solo agarro la comida y se fue a la mesa junto a todo el escuadrón, odio cuando hace eso.
Después de la comida tenía pensado ir a ver a Isane, termine de limpiar la cocina, me quite el pañuelo de mi cabeza y atravesé tranquilamente toda la sala pero antes que llegue a la puerta apareció mi capitán.
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Mis días en el undécimo escuadrón
Hayran KurguNatsuki es una shinigami de cabello negro y de unos muy particulares ojos rojos. Ella es trasferida al undécimo escuadrón, un escuadrón conformado solo por los hombres mas fuertes y rudos de toda la sociedad de almas. ¿Como serán sus días en este e...