—Bajo los cargos de traición y deshonestidad, el juicio a Rain Rozanov queda ajornado sine die, y la acusada estará bajo la custodia de la policía militar hasta nuevo aviso.—Despues de decir esto, el juez dio un golpe de martillo y se empezó a desalojar la sala.
Rain y Levi habían llegado esa misma mañana a Mitras, donde los recibió Erwin junto a varios guardias de la policía militar.
El rubio les explicó como estaba el ambiente y lo que había estado aconteciendo los últimos días en los juzgados. La balanza se inclinaba claramente a un lado y las sentencias no estaban siendo justas, pese a que Darius Zackly parecía intentar que no corrompiesen demasiado sus ideas.
Erwin lo conocía, no era alguien que se dejase sobornar así como así.
No por tener unos principios morales inamovibles, más bien porque ya tenía todo lo que necesitaba y vivía mejor que muchos en el interior de la muralla Sina. Zackly no era un hombre avaricioso, lo que lo convertía en un juez considerablemente justo, mientras el acusado no se las arreglase para caerle especialmente mal.Por desgracia, el general Zackly no era el único al que se le podía poner peso para inclinar una balanza, solo el más significativo.
Rain se dió cuenta de lo apresurado que se veía su superior para explicarlo todo, lo que la dejó confundida al principio.
La justificación llegó en forma de dos miembros de la policía militar, con órdenes de arrestarla y llevarla a un calabozo bajo la custodia de la policía militar.
La celda, oscura y humeda, ahogaba a la pelirroja bastante más de lo que le gustaba admitir. Después de tantos años sola en el campo, Rain había adquirido sin darse cuenta un punto de claustrofobia, que solo se hacía notar cuando estaba obligada a estar encerrada durante varias horas seguidas y sin estar sola.
Pese a esta incomodidad añadida, Rain aprovechó su encarceramiento para preparar una historia. No dejaron que viese a nadie durante el día y la noche que estuvo apresada.
Dos horas antes del juicio, encerraron a Erwin en la celda de al lado.
—Ya sabes que vas a decir?—le preguntó Erwin minutos antes de que se los llevasen frente la corte.—Cuando te pregunten sobre tus años entre titanes?
—La verdad—dijo Rain con la mirada fija al frente.—Y cuando os pregunten Hange y tu también vais a decir lo mismo, la verdad.
—Nosotros no sabemos nada.—Le recordó Erwin a lo que Rain asintió y le miró a los ojos. Era raro verla tan decidida, por no hablar de lo inusual que se le hacía al rubio que Rain le diese órdenes.
—Exacto, esa es vuestra verdad.—puntualizó la chica mirando al reloj de la pared. Quedaban 5 minutos.
—¿Y Levi?—Preguntó Erwin.
—Levi sabe lo mismo que sé yo.
En cuanto dijo eso, cuatro soldados de la policía militar aparecieron para escortar tanto a Rain como a Erwin a la sala. No era un juzgado como tal, si no una mesa redonda con todos los altos mandos del ejército. Para la suerte de Rain, no había representantes de la iglesia ni peces gordos de la burgesia presentes. Estos solían ser los que dificultaban los procesos de juicio, que fue lo que pasó en el juicio de Eren, por ejemplo.
—Bien, Rozanov,—Zackly fue el primero en dirigirse a ella directamente, señalándole que se sentase frente a él y al lado de Erwin.—Sabemos que no es un tema del que te guste hablar, pero necesitaremos que nos hables de esos 4 años que pasaste sola.
—...Después del día de la caida de Shiganshina, cuando un titan se comió a mi familia uno por uno frente a mí, mi padre, mi madre y mi hermano pequeño de seis años...—Rain empezó fuerte y sin tapujos. Immediatamente pudo detectar las intenciones de muchos de los presentes en su expresión. Mientras algunos denotaban puramente empatía y tristeza, otros parecían pensar que la chica estaba rozando lo desagradable contando los detalles. Se notaba bastante quien en esa sala había lidiado con titanes en el pasado y quien no. —Yo me quedé en un estado de shock, traumatizada como imagino que podrán entender. Yo tenía al rededor de 14 años por aquel entonces. Si sobreviví fue porque, con la poca consciencia de la que disponía, me monté en mi caballo y estuve galopando sin rumbo por horas.
No recuerdo la ruta que tomamos ni cuanto rato pasó exactamente, pero para cuando llegué a la muralla entre Shiganshina y Maria me encontré un agujero que, más adelante, me enteré que fue obra del Acorazado.Tras el agujero no quedaba nadie vivo, ni humano ni titan. Los titanes se habian desplazado a los pueblos más cercanos, en Shiganshina tampoco quedaban muchos, quizás dos o tres anormales. Aproveché esto para volver a mi casa. Pasé dos días allí, sin asimilar nada y sobreviviendo a base de la comida que quedaba por la cocina. Lo cierto es que tuve la suerte de que ningún titan decidiese repentinamente pasarse por mi casa. Los recuerdos de la próxima semana son extremadamente borrosos. Recuerdo que Shiganshina empezó a adquirir el olor de cuerpos en descomposición, por lo que me fui junto a mi caballo hacía María. Estaba cansada y hambrienta por lo que cuando encontre una casa en buen estado y aislada de cualquier otra población decidí quedarme allí. Esta casa resulto ser una productora de vino, por lo que tenía la ventaja de tener un sótano de varías plantas, dónde, cuando estaba en funcionamiento, se fermentaba el vino. Me instalé para ocultarme lo máximo posible de los titanes. Salía lo mínimo para comer, me alimentaba de uvas y de algunas cosas en conserva que dejaron los dueños. Estaba extremadamente atenta, sobre una placa de cristal dejaba siempre un vaso de agua que observaba constantemente mientras estaba recogiendo uvas para comer o recogía alguna que otra cosa del huerto. Cuando el agua vibraba sabía que había titanes cerca e inmediatamente me iba a la planta mas enterrada del sótano y me quedaba varias horas. Alguna vez los titanes examinaban un poco las plantas superiores pero nunca llegaban al fondo. Con el tiempo me di cuenta que había mucha menos actividad de titanes por la noche que por el día, por lo que empecé a salir de noche. Aprendí a cazar presas pequeñas como conejos o ratones de campo, y a pescar en el río cercano. Arion sobrevivió pastando la hierba de los alrededores, y tuve la suerte de que nunca decidió escapar, porque estaba suelto, pero nunca me dejó sola.
Si me preguntan como sobreviví? Creo que fue cuestión de suerte y de perseverancia por mi parte, señores. Me gustaría darles una explicación más deslumbradora, pero esa es mi verdad. Lo único que puedo ofrecerles a aprtir de aquí son detalles, desagradables en su mayoría.Tras su explicación los presentes no parecían satisfechos pero sí tranquilos.
—¿Y como sobrevivió ese día en Stohess?—preguntó otro comandante antes de que Zackly pudiese decir nada.—Tenemos más de 12 declaraciones diciendo que la caída de Rozanov debería haber sido mortal.
—Mi caída, como usted dice comandante, había estado planeada desde un primer momento. —Dijo Rain tranquila pese a que por dentro era un manojo de nervios.—Se le ocurrió a Mikasa Ackerman cuando vió que Eren no estaba encontrando una motivación.
—¿Estaba todo planeado?—Preguntó Zackly. Rain permaneció quieta, sin darle una respuesta especifica.—Como tenía la certeza de que saldría ilesa?
—No la tenía, general.—Respondió la pelirroja.—Solo me aseguré de que la caída no fuese a ser mortal. Después me encontré con que Annie no me golpeó con la fuerza que esperaba y que al final de mi trayectoria había el almacen de la cocina de un restaurante, lleno de sacos de harina y de azúcar que amortiguaron mi caída. Me protegí la cabeza me asegure de golpear el ventanal con la parte inferior de mi espalda por la parte del lateral y vigilé mi trayectoria para que Annie me golpease en la dirección que tenía planeada.
—Como sabías que iba a golpearte de esa manera y no te iba a pisar o matarte inmediatamente como había hecho con tantos otros? —Pregunto Zackly. En ese punto sus preguntas eran más curiosas que acusatorias.
—En ese momento estuve dispuesta a tomar ese riesgo, general.—Respondió Rain.—Mi capitán y comandante ya me hicieron saber posteriormente que por muy eficaz que resultase no fue la mejor solución al problema que se nos presentó.
La sala se quedó en silencio. Hasta Erwin había quedado patidifuso ante la sinceridad y la endereza de la chica. No esperaba que despues de años evadiendo el tema fuese a ser tan directa. A su mente le venía la imagen de la joven desnutrida que habían encontrado en aquella casa abandonada. La de aquella chica temblorosa que se negó a pronunciar palabra hasta que fue sobornada con un poco de chocolate.
—¿Alguna duda?—Concluyó la pelirroja. Nadie dijo nada, el único en tomar acción fue Zackly, que Sonrió y negó con la cabeza. Parecía satisfecho con las declaraciones de la chica, lo que le proporcionaba una tranquilidad inmesurable a Rain.
—Nada más, muchas gracias por compartir tu historia Rain. Sé que no ha sido fácil.—La chica le sonrió al hombre y fue escortada a una habitación donde permanecería encerrada mientras Erwin declaraba.
En la habitación a la que escortan a Rain se encontraban Levi y Hanji. La chica tuvo un segundo de alegrarse al ver sus caras antes de percatarse de la tristeza en sus expresiones. Hubo unos momentos de silencio hasta que Hanji habló:
—Rain, Mike ha muerto.
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𝑹𝒆𝒎𝒆𝒅𝒚 -Shingeki no Kyojin-
FanfictionRain vivía una vida decentemente feliz en Shiganshina cuando, a sus 15 años, los titanes invadieron su ciudad. Rain quedó atrapada y sola, sin ser capaz de escapar, pero cuando pensaba que estaba todo perdido, notó que era ignorada por todos los tit...