𝑹𝒆𝒎𝒆𝒅𝒚 -Shingeki no Kyojin-

VII

Por fin habían llegado. Rain estaba en su cama, dándole vueltas a todo lo que había pasado. Sabia que Erwin estaría trazando un plan que presentarían a todo el mundo al día siguiente.

Sus pensamientos no paraban de ir a su capitán. Jamás se había parado a pensarlo. Que sentía ella por él? El beso le había gustado, y mucho. Y quería que se volviese a repetir. Pero él le correspondía? 

Hasta entonces Rain suponía que Levi la veía como una niña pequeña, y por tanto siempre que una idea o fantasía similar se Le pasaba por la cabeza se la quitaba lo más rápido posible, ya que le daba miedo el rechazo, pero ese beso había enviado todas sus teorías a la mierda.

Entonces recordó. No se había tratado la pierna!

O al menos no lo había visto. En el tiempo en que lo conocía jamás le había visto lesionarse, y algo le decía que era demasiado orgulloso como para admitirle a nadie, sobre todo a Hanji, que había puesto el pie mal y se lo había roto.

—Rain? —la voz de Eren sonó al otro lado de la puerta—Puedo pasar?

—Sí, está abierto. —dijo ella. El chico abrió la puerta y la vio, sentada en su cama.

—Que pasa, Eren? —Dijo ella calmada—Estás bien?

—Sí... —dijo él —Solo quería decirte que... Lo siento mucho. Estaba tan desesperado por protegerte que acabé hiriéndote y creando un lío todavía más grande.

—Eren, yo tenía la labor de protegerte a ti, no al revés-

—Es que... Significas mucho para mí y no quería perderte.—Rain sonrió. 

—Eren, me conoces de hace tres semanas.

—Y han sido más que suficientes para saber lo especial que eres—Eren se acercó a ella y le agarró las manos. Ella lo miró sorprendida.

—Cuando atrapemos a quien sea que estuviese dentro de la titan hembra quiero decirte algo—Dijo él con una sonrisa. —Espérame, de acuerdo?

—¿Qué? —Rain no podía estar más confundida. Eren, más rojo que un tómate le dió un beso en la mejilla y salió corriendo. —Eren que-

Ya se había ido. Rain se volvió a sentar sin entender muy bien la interacción que había tenido con el chico.

No pasaron ni tres minutos que cierto capitán ya volvía a habitar los pensamientos de la pelirroja.

Rain, harta, se levantó y abandonó su habitación decidida a curarle esa maldita pierna.

Al llegar allí la inundaron los nervios. Que le pasaba? No era la primera vez que iba a la oficina-habitación de Levi. Por favor si habían dormido juntos! A que venían esos nervios ahora?

Dudosa, tocó la puerta.

—Erwin si eres tú otra ve-

—Soy Rain—Interrumpió. Después de eso hubo lo que pareció una eternidad de silencio. 

—Pasa. —Dijo el hombre desde dentro. Ella abrió la puerta despacio y pasó. —haz el favor de echarle el pestillo a la puerta, entre Hanji y Erwin han entrado ya cinco veces sin llamar.

Rain se rió y obedeció. Ya más calmada se sento en la silla que había frente al escritorio.

—Como estás? —preguntó ella con suavidad, él la miró con los ojos brillantes. Ella comprendió el significado de eso y sonrió comprensiva—has hablado con la familia de Petra no?

Levi asintió lentamente.

—Les había dicho a sus padres que planeaba proponerme matrimonio—Dijo él sin levantar la mirada de sus papeles. Rain abrió los ojos como platos. —Tu sabías algo de eso?