XII

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Eren y Rain se despidieron algo incómodos, Rain se había percatado de que llevaban un rato con compañía.

—No hace falta que te escondas.—Dijo la chica una vez Eren hubo entrado de nuevo a su habitación. De la esquina salió Hange con una sonrisa.—Hange?

—Menuda rompecorazones estás hecha—Dijo la mujer con una risa.—No pretendía espiar, pero esto era demasiado bueno como para perdérmelo.

—Entonces...Sí pretendías espiar?—Preguntó la chica con una ceja alzada. Hange se encogió de hombros y se rió. La pelirroja, resignada, negó con la cabeza y decidió cambiar de tema.—¿A dónde ibas?

—A inspeccionar a Annie, bueno más bien lo que la rodea—Explicó la mujer mientras ambas andaban.—Así que Eren eh?

—Podemos no hablar de eso?—Dijo Rain mirando a Hange con una mueca, la mayor se rió.

—De acuerdo de acuerdo...cambio de tema.—Dijo la mujer, que no tardó en esbozar una sonrisa malévola. Rain tragó saliva al verla, intentando mentalizarse para lo que pudiera decir.—Levi...

—Ay dios.—Suspiró la pelirroja.—¿Qué pasa con él?

—No lo sé, tú dime, lleva toda la legión siglos en espera de que alguno haga algo.—Dijo la mujer con mirada frustrada sin perder su tono de burla.

—Que se supone que queréis que hagamos?—Dijo la chica extrañada.

—No sé, chica, casaros, tener hijos.—Rain miró ojiplática a la de gafas que se rió ante su expresión.—Vale, perdón, era una sugerencia. Sois el brangelina de la legión! El romeo y Julieta de este lado de los muros!

—Qué carajos es un Brangelina?—Preguntó la pelirroja extrañada.—Es igual, porque os interesan tanto nuestros asuntos?

—A saber, se lo oí a Moblit un día.—Dijo la mujer—Me gusta ver que no niegas sentir algo por él. Requeriría ovarios, después de años de soportar las miradas que os echáis.

—¿Miradas de qué? si Levi es inexpresivo—Hange se encogió de hombros.

—Sí, pero tu no. En serio me vas a decir que no ha pasado nada entre vosotros?—Rain se calló, dudosa de si contarle a la mujer sobre los eventos de los últimos días, sabiendo que en el momento en el que se enterase Hange se enteraría hasta la panadera de Mitras. Sin embargo, su silencio fue más que suficiente para la mayor.—¡Sí que ha pasado algo! Ya estás cantando!

—Hange...—Rain suspiró, su cerebro iba a mil por hora en un intentó de encontrar una salida a esa situación cuanto menos incómoda. En ese momento, como si los dioses hubiesen sentido lastima por la pelirroja, llegó su escapatoria en forma de comandante rubio. La chica lo miró contenta.—¡Erwin!

—Porque estás tan contenta?—la mirada de Erwin se movía entre Hange, que tenía una expresión maligna muy extraña, y Rain, que parecía sospechosamente feliz para estar siendo procesada por el sistema de justicia en Mitras.—Ay Dios. Me estáis gastando una broma otra vez?

—Que te hace pensar eso—Rain se rió y le hecho una mirada al mayor a modo de grito de ayuda. Erwin entonces entendió la situación y se relajó.—¿Que te trae por aquí?

—Hange, pensaba que te requerían para las pruebas de la titán hembra? Porqué no estas allí?—Hange recordó derrepente todo lo que tenía que hacer así que después de despedirse de ambos y echarle una mirada de advertencia a Rain, retomó su camino al sótano, donde tenían a Annie, a paso ligero.—Rain también quería hablar contigo. Haz las maletas, ya os hemos asignado un cuartel pequeño para que mantengáis el perfil bajo. Lo he justificado en la documentación como Levi y tu tomándoos unos días para llorar a vuestros compañeros de escuadrón y para reclutar a nuevos soldados que lo formen, tendréis ese encargo mientras estéis allí. Ya le he dado a Levi una lista de cadetes que podrían formar su escuadrón, ayúdalo a decidir. Es posible que os reclamen el día de la audiencia, si es así mandaré a un mensajero, el cuartel está cerca de la capital. No es muy grande pero creo que será suficiente para vosotros dos.

𝑹𝒆𝒎𝒆𝒅𝒚 -Shingeki no Kyojin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora