Alfa Beta Mates

Mate de Yael

— ¿A donde vas?— pregunto de forma tranquila y me cruzo de brazos.

— Con el brujo del consejo a que deshaga mi vínculo con Gustavo— Amelia toma mi mano, los ojos de Mileny son rojos como la sangre.

— Eso no va a poder ser posible Mileny estas bajo un hechizo y aun que la bruja ha muerto y su cadáver está siendo incinerado el hechizo sigue por que era una bruja poderosa— habla Marta, Mileny nos mira molesta.

— Quítense de mi camino ya he asesinado a muchas chicas hoy no me importara asesinar a una mas— dice para después lanzarse contra la Marta pero ella susurra una palabra y Mileny cae al suelo.

— Mi niña— se acerca a ella.

— Preparare un amuleto para que no vuelvan a intentar controlarla, cuando despierte tal vez no recuerde nada— asentí y ella desaparece.

Me acerco a Mileny y la cargo, camino junto a Amelia a nuestra casa, ha sido una noche muy dura para todos, pero especialmente para ella, tuvo que rechazar a Gustavo, asesino a unas chicas solo por que estuvieron con Gustavo.

Al llegar a la casa la dejo en su habitación, me salgo para que mi Luna pueda cambiarla, siento el olor de Gustavo en la puerta de la entrada, como no quiero seguir peleando decido no lo dejo entrar.

Bajo solo a cerrar la puerta con seguro, tal vez tarde o temprano me coma mis palabras de no querer verlo con Mileny pero por hoy me siento muy cansado.

Subo a mi habitación, me quito la ropa y me acuesto, Amelia no tarda tanto en venir, se quita la ropa quedando solo en ropa interior.

No se molesta en ponerse su pijama supongo que esta tan cansada como yo, la abrazo atrayéndola hacia mi ella también me abraza y así abrazados nos quedamos dormidos.

Narra Mileny:
Despierto en mi habitación no se como es que llegue aquí, lo último que recuerdo es estar sentada en la gran roca junto al lago y después de eso nada.

— Yo si recuerdo todo— me comparte sus recuerdos de la noche anterior, cuando termina me quedo impresionada sobre lo que he hecho.

— Yo asesine a esas chicas— susurró mirando mis manos.

— No te sientas mal, nadie las extrañará, eran las zorras de la manada solo las querían por placer—

— ¿Como es que puedes pensar así?—

— Solo lo hago, no te sientas mal no lo hiciste queriendo, estabas bajo un hechizo de control—

— ¿Quien nos controló?—

— No lo se— corta la conexión, revivo las imágenes de lo que paso una y otra vez, tal vez lo que iba a hacer ayer sobre mi vínculo con Gustavo lo haga de realidad esta vez.

No tiene caso estar atada a él cuando seguramente después vaya a buscar a otras zorras para lastimarme, me levanto de la cama pues ya no tengo sueño.

Me baño, me pongo ropa mas o menos formal por que no puedo presentarme ante el consejo con jeans o ropa deportiva, me maquillo ligeramente, me peino y salgo de mi habitación silenciosamente, todos siguen dormidos.

Bajo las escaleras con cuidado de no hacer ningún ruido, tomo mis llaves, pero una mano mas grande que la mía toma las llaves de mis manos, por su olor se que es mi padre.

— ¿A donde crees que vas?— se cruza de brazos.

— Iré con el consejo a solicitar que me separen de Gustavo— niega.

— La Diosa Luna te a unido a él por una razón y aun que me cueste aceptarlo no habrá nadie mejor para ti— lo miro incrédula.

— ¿Un maldito mujeriego es lo mejor para mi? Vaya que gran padre protector, de pequeña no querías que sufriera y ahora que he crecido quieres lanzarme directamente al pozo del sufrimiento—

— Si Gustavo vuelve a fallarte la Diosa Luna pondrá en tu camino a tu otro mate aun si ya estas marcada por Gustavo— gruñí.

— Ya que— subí a mi habitación, estaba muy triste y quería llorar del coraje que me daba saber que tendré que esperar a que Gustavo me sea infiel para poder ser feliz.

— No es justo que tengamos que soportar esto— solloza mi loba.

— No hay nada que podamos hacer—

— No, solo nos queda esperar— gruñí y después avente un florero por la ventana, decidí que no iría con el consejo pero si iré a correr, salgo de mi habitación y bajo las escaleras abro la puerta encontrándome con quien menos quería ver en este momento, Gustavo.

— Iba a tocar—

— Mi padre esta en su despacho— pase por su lado chocando nuestros hombros fuertemente, corrí y me transforme.

— Quiero cazar— habla mi loba.

— Bien enséñame como— le cedí el control y ella corrió mas fuerte olfateando el aire en busca de una presa.

Narra Gustavo:
Mire a Mileny salir corriendo quise ir de tras de ella pues temía que estando tan furiosa como estaba hiciera una estupidez.

— Déjala ir Gustavo— lo mire ya no parecía tan molesto conmigo.

— Para que me llamaste— él me indicó que lo siguiera, lo hice lo seguí hasta su despacho.

— Ayer te dije cosas horribles y no serás desterrado de la manada pero si le haces daño a mi hija bueno ella decidirá tu castigo— asentí — Mientras tanto hay cosas que debemos resolver como Alfa y Beta, hay rumores de que los cazadores buscan venganza por lo que paso en la guerra anterior—

— Pero los cazadores vieron que fue la bruja quien mato al cazador—

— Al parecer hay una nueva bruja dirigiéndolos y les ha dicho que fue culpa de Amelia que ella enloqueciera y le han creído—

— Las mandas aliadas nos ayudarán a lidiar con ellos hay que contactarlos cuando confirmemos estos rumores— asiente.

La puerta se abre dejándonos ver a Amelia, ella entra y yo salgo por que al parecer ella sigue molesta conmigo, cuando abro la puerta veo a Mileny esta transformada en su hermosa loba.

— Hola Mileny— ella me gruñe y me muestra los dientes — Tranquila Mileny solo quiero hablar— escucho el motor de una moto y ella también parece escucharlo por que deja de gruñirme.

La moto se estaciona y de inmediato reconozco al imbecil de su tutor, ella corre felizmente hacia él moviendo la cola, Yael se baja de la moto y Mileny lo tira lamiéndole la cara.

— Tranquila Rosy, tranquila— se que así se llama su loba pero ¿por que él sabe su nombre? la enorme loba se aleja de él y se transforma en mi hermosa Mileny, Yael se acerca para cargarla y darle vueltas.

— Tengo algo que contarte— se encaminan a la casa, pasan por mi lado ignorándome, suspiro me lo merezco pero no dejaré que ese intento de lobo me quite a mi mate, me meto de nuevo en la casa y subo hasta la habitación de Mileny la puerta está cerrada pero puedo escucharlos perfectamente.

— Ya dime me esta matando la intriga—

— Encontré a mi mate es una vampira de la corte real, en la mañana salí del territorio siguiendo a un ciervo que estaba cazando y llegue a territorio neutral, ella apareció de la nada reclamándome—

— Estoy muy feliz por ti, lastima que no todos tenemos la suerte de que nuestro mate nos ame desde el principio— salí de ahí ya no debo preocuparme por Yael pero ahora debo preocuparme por demostrarle mi amor a mi preciosa mate.