Sorpresas

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Sentía su mirada insistente le dije a Rosy que no dijera ni una sola palabra y dijo que sería mi problema que ella no pensaba meterse.

— Vamos Mileny sabes que puedes contarme lo que sea— negué.

— Solo déjame salir de esta incómoda situación y ya— sin querer mi tono fue muy frío.

— No— gruño, lo mire estábamos en una guerra de miradas, hasta que él se rindió y me soltó — Como quieras— salí del baño y me senté en mi cama a esperar, escuche el ruido del agua al caer.

— Será mejor que le digas esta muy molesto y está pensando cosas que no deberíame gruñe Rosy.

— No puedo, soy una Alfa y una Alfa no debe verse débil ante nadie, además seguramente se enoje por que es algo demasiado estupido—

— Solo tu mate puede verte así y enojado ya esta— espere a que saliera del baño, cuando lo hizo ni siquiera me miro.

— Aun que no lo parezca tengo miedo— gruñí pues me molestaba decir mis inseguridades abiertamente.

— ¿Que?— me miro confundido y yo mire al piso, me obligue a continuar.

— Tu has estado con miles de chicas hermosas, con cuerpos mucho mejores que el mío y me llena de rabia el saber que después de haber visto tantos cuerpos hermosos el mío te parecerá insignificante— baje mi cabeza ocultando mis ojos llenos de lagrimas — Tengo miedo de que a pesar de ser tu mate solo sea una mas en tu lista para después rechazarme e irte con otras, tengo miedo de no ser suficiente para ti en el aspecto sexual— las lagrimas se escapaban de mis ojos, escuche sus pasos, pensé que vendría a abrazarme pero en cambio salió de mi habitación.

Solté un sollozo y me abrace, mi loba estaba triste, nuestro mate en lugar de venir a abrazarnos se fue, escuche que la puerta volvió a abrirse, era Gustavo se acerco al lugar donde guarde el anillo.

Después se acerco lentamente a mi, me acaricio el rostro y limpio las lagrimas, se arrodillo frente a mi, me mostró el anillo de compromiso que me había dado unas horas atrás.

— Esté anillo te lo di a ti y a nadie mas por que con las otras era algo pasajero, contigo quiero absolutamente todo, con casi ninguna chica repetía por que repetir comidas era algo que no me permitía y todos esos cuerpos operados me desagradaban bastante, no me importaba recorrer sus cuerpos por que como ya te dije me desagradaban bastante, no tienes por que sentirte inferior a nadie, tu tienes un cuerpo naturalmente hermoso que con solo mirarlo hace que pensamientos nada sanos pasen por mi cabeza, tu sin tocarme provocas una erupción de sentimientos y sensaciones que nadie logro despertar en mi, eres mas que perfecta para mi, con solo un sonrojo tuyo provocas que me quiera arrancar los pantalones— sentí como me sonrojaba — No te compares con nadie, las demás deberían compararse contigo, eres hermosa naturalmente, amable, inteligente y la mujer mas fuerte que conozco, tienes cualidades y defectos que me hacen amarte incondicionalmente, no solo tu cuerpo me enciende, tus actitudes, tu forma de ser a veces me ponen a mil, eres hermosa por fuera y por dentro, júrame que nunca nunca mas te vas a sentir insegura— lo mire maravillada.

— Lo juro— susurro pero parece que no le basto con eso por que negó.

— No me convences— rodé los ojos y me tire sobre el para besarlo, vaya cambio de emociones en un solo minuto ¿estaré loca?

— Lo juro por mi vida— dije firmemente cuando nos separamos, sonrió y asintió, me puso el anillo en el dedo anular.

— Ahora si ve a bañarte— me fui a bañar definitivamente sus palabras me hicieron sentir mejor, después de bañarme me puse mi pijama en el baño y salí.

Gustavo me miro con cariño desde mi cama, él solo estaba en bóxers, palmeó la cama indicándome que me acercara, me acerque y me acosté boca abajo.

Me acaricio la espalda, fui cerrando los ojos hasta que metió su mano por debajo de la blusa de mi pijama lo mire.

— ¿Que haces?— él sonrió.

— Tranquila no haré nada malo— sonreí y volví a cerrar los ojos — A menos que tu quieras— susurro, con sus caricias me fui quedando dormida.

En la mañana desperté por que escuché que alguien abrió la puerta de mi habitación, Gustavo seguía durmiendo a mi lado, mi mamá entro lentamente.

— Gustavo ya despiértate es la 1 de la tarde por amor a la Diosa ya levántese— mi mate solo gruño.

— ¡¿Que diablos crees que haces durmiendo en la misma cama que mi hija?!— Gustavo se despertó de golpe — ¡Y encima desnudó ahora si te voy a matar!— gruño mi papá.

— Tranquiló no es lo que parece solo dormimos, huele bien a Mileny— mi papá se acerco y me olfateo, sonrió satisfecho.

— Como sea ya levántense les tenemos una sorpresa— dijo mi madre con una sonrisa.

— Nosotros también— sonreí al recordar el anillo de compromiso que estaba en un cajón del tocador a lado de la cama.

— Bueno pues báñense y vístanse— mamá salé de mi habitación.

— Gustavo tu a tu casa— mi padre no se movió de mi habitación hasta que Gustavo se fue, me reí por la expresión de mi papá — Mileny es hora de que tengamos la charla— me puse pálida.

— Oh no papá, créeme ya me han hablado de eso desde la secundaria no hay nada de que hablar por favor no conviertas esto en algo incómodo—

— Entonces ya sabes como poner un condon y lo de los métodos anticonceptivos, digo se que eres virgen y eso pero la semana de calor es en 4 semanas y ahora tienes a tu mate y las lobas se dejan llevar por sus instintos de procrear y— lo calle.

— Papá por favor no quiero hablar de esto contigo al menos no ahora y tranquilo cuando sea el momento te dejaré hablar todo lo que quieras pero por ahora no— puse mi mejor cara de cachorro y mi padre asintió.

— Entonces después, bueno... me voy— asentí, cuando salió de mi habitación me golpeé la frente, de la que me salve, yo no soy tonta puse mucha atención a las clases sobre sexualidad y no por que el doctor que las daba era sexy no para nada... bueno si pero ese no es el punto.

Deje de pensar en eso y mejor me metí a bañar, cuando salí fui a mi armario para elegir mi outfit.

Deje de pensar en eso y mejor me metí a bañar, cuando salí fui a mi armario para elegir mi outfit

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(Sin los lentes y sin la bolsa)

Me puse unos tenis blancos, me cepille el cabello y me maquille ligeramente, tome el anillo de compromiso me lo puse, suspire.

Salí de mi habitación para ir a la cocina ya que tenía hambre, me preparé un sándwich de pollo.

— Mileny, te estamos esperando en la sala— asentí, tome un plato para llevarme mi sándwich.

Al llegar a la sala me senté junto a Gustavo ambos traíamos los mismos colores de outfit, nos coordinamos sin haberlo planeado, Gustavo me tomo de la mano, mis padres se sentaron frente a nosotros.

— Bueno dígannos ustedes primero su sorpresa— mire a Gustavo y él asintió, les mostré la mano donde traía el anillo, mi madre grito de felicidad.

Mi padre se paro a felicitarnos, mi mamá me abrazo, mi papá abrazo a Gustavo, estuvimos platicando un rato sobre la boda.

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