No la quiero

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Al fin llega la hora de salida mis amigos no han parado de hacerme burla con el tema del tutor, busco a Yael con la mirada aun que realmente no se como sea él.

Rox y Conrad se van a casa de Conrad por que tienen que hacer un proyecto de artes juntos yo no estoy en ese taller yo estoy en el taller de boxeo, siento que me tocan el hombro y veo a un lindo chico.

— Hola— me acomodo un chino rebelde detrás de la oreja y le sonrío, él también es chino y es bastante lindo.

— Hola— él sonríe.

— Soy Yael— sonrió aun mas al ver que mi tutor no esta tan mal.

— Un gusto, pues vamos a mi casa— asiente y se adelanta para ir hasta una motocicleta, me acerco — He no creo que pueda ir en eso— él se ríe y Diosa que linda risa, ok ya me voy a calmar.

— Pues tendrás que ir no quiero dejarte ir andando— suspire, me tiende un casco y yo lo tomo, él se sube y después me subo yo, juro que di un brinco al escuchar como la enciende.

El sonido del motor es muy fuerte, me toma de las manos y las pasa por su torso, puedo apostar lo que quieran a que estoy tan roja como un tomate.

— Agárrate fuerte— me grita y yo lo obedezco por que no quiero caerme aun soy humana y temo morir como tal.

Arranca mientras yo contengo un grito de pánico, hacemos el recorrido de la escuela a mi casa rápidamente, no necesito que le diera la dirección por que todos saben donde esta la casa del Alfa.

Se detiene frente a mi casa y apaga la moto, quito mis manos de su torso fornido me quito el casco para después entregárselo, él me sonríe.

— ¿Que te pareció el recorrido?— me bajo de la moto después de que él lo hace.

— Agradezco a la Diosa que no morí— nos reímos y entonces la puerta de mi casa se abre volteo solo para encontrarme con don gigoló osea Gustavo.

— Ya es hora de que entres a la casa Mileny— habla serio.

— Ya vamos— caminamos juntos y pasamos, Gustavo mira a Yael como si quisiera matarlo.

— Ya llegaste mi niña ¿y tu eres?— pregunta curiosa mi mamá hacia el chico parado a mi lado.

— Soy Yael Duarte, un gusto conocerla Luna Amelia— mi madre sonríe y entonces se que le ha agradado.

— No me digas Luna solo Amelia y nada de señora heee que no estoy tan vieja— llega papá y a su lado esta Azriel.

— Buenas tardes— Yael baja la cabeza en señal de respeto.

— Buenas tardes Alfa Axel— mi padre mi mira y luego a Yael.

— Levanta la cabeza Yael si a mi Luna le has agradado no tienes por que bajar la cabeza ante mi— sonrió aun que realmente no se por que.

— ¿La moto de afuera es tuya?— pregunta Azriel, mi tutor asiente — Genial— Yael sonríe.

— Bueno Yael y yo estaremos en mi habitación—

— Mileny recuerda que tienes que hacer tus tutorías con Gustavo— habla mi padre usando su voz de no me discutas que te voy a castigar, el mencionado se acerca.

— En realidad Yael está aquí para ayudarme con las materias que se me dificultan , él es mi tutor y yo seré también su tutora creo que entenderé mejor si alguien de mi edad me explica— por la cara de mi madre se que se quiere reír por que le he dicho viejo a Gustavo.

— Muy bien, espero que subas esas calificaciones— asentí y subí a mi habitación con Yael.

Narra Amelia:
Ya que escuchamos la puerta de Mileny ser cerrada me rio en la cara de Gustavo, él solo me mira molesto.

— ¿Ya terminaste?— dejo de reírme.

— Ya— Azriel se va a la biblioteca — Es que hubiera visto tu cara cuando dijo que preferiría que alguien de su edad le explicara— me controlo para no volverme a reír.

— Dejaste de ser su ilusión a los 9 años cuando te vio con esa rubia encerrado en el baño de arriba en su cumpleaños— habla mi mate.

— Si desde entonces me odia— baja la cabeza.

— Y aun así no dejas de ser un imbecil, Mileny aun no siente el dolor cuando te acuestas con otras por que aun no siente esa conexión contigo— le explico, Gustavo siempre fue un mujeriego pero antes de los 9 años de Mileny no había vuelto a mirar a otra mujer.

— Es que no creo que sea mi mate, mi lobo dice que si pero no lo sabré hasta que se halla transformado— lo miro molesta.

— ¿Entonces para que la reclamaste como tuya cuando estaba en mi vientre si aun no estabas seguro?— gruño, Axel intenta agarrarme del hombro para calmarme pero no lo dejo.

— Mi lobo tomo el control yo no sabía lo que hacía, mi lobo tomaba el control cada vez que Mileny estaba cerca, yo no la quiero— Axel se adelanta y lo toma por el cuello de su camisa.

— Entonces aléjate de mi hija y no podrás ni celarla, ella no es nada tuyo, vete de aquí y no te quiero ver el día de su transformación rogándole— lo suelta bruscamente y Gustavo se va molesto.

Axel me mira y se lo que esta sintiendo ahora mismo, triste por haberle dicho eso a Gustavo que es su mejor amigo y enojado por que quiere proteger a su pequeña Alfa.

— ¿Recuerdas cuando Mileny nos dijo que quería que Gustavo fuera su mate?— asiente.

— Ese día me sentí celoso pero feliz por que pensé que Gustavo cambiaría por ella—

— Si le hace daño a nuestra bebé lo pagará muy caro— él asiente.

— Odio que Gustavo haya vuelto a ser como era— yo también lo odio y lo odie mas cuando mi niña llego llorando a cortar su pastel de cumpleaños y dijo que Gustavo estaba con su novia.

Si su lobo la reclamó es por que ellos de verdad son mates, el lobo de Axel fue el primero en saber que yo era su mate, Axel se va a su oficina y yo me voy a la cocina.

Preparo un jugo y hago palomitas para subirle a Mileny y al otro chico me cayo muy bien se ve que es educado además de listo, pongo todo en una charola y subo las escaleras.

Al estar frente a la puerta de Mileny escucho como el chico le explica sobre la Segunda Guerra Mundial.

— No entiendo nada— chilla mi hija, toco la puerta, la escucho venir y abre la puerta.

— Les traje algo para que beban y coman antes de la cena— asiente y me deja entrar, el chico esta en el escritorio y por lo que veo Mileny esta en su cama.

— Muchas gracias seño... Amelia— se corrige y yo asiento.

— Podemos dejar la historia por hoy siento que me va a explotar la cabeza— el chico se ríe.

— Mileny ya dejamos literatura por que no entendías el poema que te dejaron de tarea ¿y ahora no quieres estudiar historia?— me voy con una sonrisa, el chico es muy paciente, hubiera preferido que él fuera su mate y no el idiota de Gustavo.

Alfa Beta Mates Donde viven las historias. Descúbrelo ahora