Mate de Rox

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Narra Mileny:
Me despierto exaltada, no recuerdo mi sueño el único recuerdo que tengo es la sensación de un miedo paralizante y asfixiante, miro mis manos y entonces el olor de Gustavo me indica que esta a mi lado, sin pensarlo mucho me tiro en sus brazos.

— Estas temblando— no me había dado cuenta — ¿Que soñaste?—

— No lo recuerdo, solo abrázame por favor— lo hizo me abrazó con fuerza pero sin llegar a lastimarme, no se en que momento me volví a quedar dormida pero estas vez entre sus brazos.

Mi alarma me hace despertarme los brazos de Gustavo ya no me dan el calor reconfortante que sentí cuando aun estaba dormida pero creo que lo mejor después de todo no puedo dejárselo tan fácil ¿o sí? bueno anoche estaba vulnerable por el sueño que tuve era normal que buscará refugiarme en los brazos de quien pudiera protegerme ¿verdad?

Me levanto de la cama para bañarme, despues de bañarme fui a mi armario para ver lo que me pondría hoy sería en día bastante caluroso por lo que se ve así que me pondré algo ligero, me maquillo y me ato el cabello en una cola de caballo alta.

Me levanto de la cama para bañarme, despues de bañarme fui a mi armario para ver lo que me pondría hoy sería en día bastante caluroso por lo que se ve así que me pondré algo ligero, me maquillo y me ato el cabello en una cola de caballo alta

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Me puse unos tenis negros, baje a desayunar mi hermano como siempre tenía la nariz metida en un libro pero este tenia el titulo "el efecto Lucifer"

Yo no paso de leer el prólogo de Crepusculo por que me da muchísima flojera leer y él a sus 9 años ya hasta lee libros de psicología.

— Azriel quita tu libro cariño, no son horas para estar leyendo ni el lugar— dijo mi mamá

— Si no vaya a ser que se me caiga el café en tu preciado libro por accidente— se levanta y va a dejar el libro en la sala.

— Y no vaya a ser que por accidente— hace comillas con los dedos — Yo vaya a estrellar tu Jeep contra un poste— gruñí y él sonrió.

— Dejen de pelear— nos regaña mi papá, cuando terminó de desayunar, subí a lavarme los dientes, me retoque el labial, tome mi mochila con las llaves de Jeep y salí corriendo por que ya se me hacia tarde, pase a recoger a mis amigos.

— Wow amiga cuando me contaste que ya tenias camioneta no me imagine una con tanto lujo— sonreí.

— Vas a tener que invitarnos el almuerzo por estar estrenando— me reí.

— No les debo nada por que ya los estoy llevando a la escuela— al llegar a la escuela las clases antes del receso se me hicieron eternas sobre todo español e inglés.

Cuando salí con Conrad del salón vimos pasar a los del equipo de fútbol iban detrás de un Omega al parecer es nuevo porque jamás lo había visto.

Conrad corrió detrás de ellos para detenerlos pues seguramente le querían hacer algo malo y a mi amigo no le gustan las injusticias, yo también corrí pues como futura Alfa debía ser quien protegiera a todos.

Al llegar a donde estaban el capitán del equipo de se llama César lo tenía contra los casilleros.

— Se que eres nuevo pero deberías aprender a respetar a tus superiores Omega, me ensuciaste la camiseta y ahora deberás pagar por lo que has hecho— en esta escuela venían muchos lobos de otras manadas, el Omega seguramente es de otra manada.

— Hey ¿que pasa César te levantaste con el pie izquierdo esta mañana?— César es el futuro Alfa de otra manada ya me he enfrentado a él, se siente mucho cuando lo respalda su equipo pero para su manada es una decepción por eso lo mandan a esta escuela.

— No te metas en lo que no te incumbe Mileny— sonreí.

— En realidad si me incumbe estas en mi manada y aquí respetas a todos sean del rango que sean, sean o no sean de mi manada— César me miró unos segundos, soltó al Omega que se puso detrás de mí.

— Esto no se quedará así, maldito Omega imbecil— los otros miembros del equipo son de mi manada así que puedo imponer mi voluntad con ellos.

— Si algún miembro de mi manada tocá a este Omega se las verá conmigo ¿quedo claro?— rugí, los amigos de César bajaron la cabeza en señal de sumisión a mí y a la orden que había dado.

César gruño por que sabe que no puede hacer nada ante la orden que he dado, se va y sus amigos lo siguen con la cabeza baja, de repente soy derribada por alguien, me levantó rápidamente solo para descubrir a Roxana abrazando posesivamente al Omega.

— Mío— gruñe mi amiga Roxana reclamando al Omega y él también la abraza, puedo escuchar un leve tuyo por parte del Omega haciendo muy feliz a mi amiga — ¿Como te llamas?—

— Me llamo Goliat Valencia— susurra, vaya que es tímido el chico pero todos los Omegas son así.

— Yo me llamo Roxana y ellos son mis amigos Conrad y Mileny la Alfa de la manada— él baja la cabeza.

— Hey ante mi no bajes la cabeza, para mi tu y yo somos iguales sin importar el rango que tengamos— él asiente.

— Suerte hermano la vas a necesitar con la mate que te tocó, esta loca— Roxana le pego tremendo puñetazo en la mandíbula que lo mando a dormir al piso, yo solo me reí.

— ¿Él estará bien?— pregunto preocupado el mate de mi amiga.

— Pues tal vez vaya a tener un daño muy grave en la cabeza... espera ese ya lo tenía no creo que le vaya a afectar mucho— me encogí de hombros — Va a estar bien tu no te preocupes— el receso termino y yo no ingerí nada de comida por estar cuidando a Conrad en la enfermería.

— Ay mi cabeza ¿que paso?— al fin se despierta.

— Llamaste loca a Rox en frente de su mate y ella te noqueo— él rodó los ojos.

— Yo solo decía lo que es— negué.

— Me voy a clase, ah por cierto me debes un almuerzo no comí nada y voy a estar de malas hasta que coma algo rico— salí de la enfermería para ir a mi salón.

Pero antes de que pudiera llegar alguien me tomó por sorpresa y me metió a un salón vacío no podía saber quien era pues no podía olerlo con todo el perfume que llevaba, además me tapo los ojos y la boca con su mano, cuando al fin me suelta veo que es César, le gruño y me alejo de él ahora voy a oler a su asqueroso perfume.

— ¿Que quieres imbécil?— no me gustaba para nada estar sola con él, quien sabe a lo mejor tiene pulgas o piojos porque se que jamás podría tocarme un cabello soy muy rápida y muy fuerte cosas que él no.

— Quiero que pagues por todas las humillaciones que me has hecho pasar, en especial la de hoy— gruñe.

— ¿Cuantas veces voy a tener que darte una paliza para que entiendas que no puedes conmigo?— él sonríe como si hubiera esperado esa respuesta, de repente mi vista empezó a fallarme, parpadee muchas veces para ver si lograba algo pero no logre nada.

— Alguien que no te quiere me dio este perfume sabes, dijo que te incapacitaría lo suficiente como para que pudiera divertirme contigo, además hechizo la habitación para que nadie me interrumpiera, siempre me has parecido sexy pero... se que nunca tendría oportunidad, hasta ahora— mis piernas perdieron la capacidad de sostenerme, todo mi cuerpo colapsó y solo pude ver como César se quitaba la camisa, antes de que me desmayara.

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