Mi corazón latía helado buscando cobijo en el frío invierno.
Llegaste, alterando todas mis pulsaciones y abrigándome.
Las primaveras me recuerdan a ti,
a las flores poniéndose bellas con su olor perfumado.
En verano están esos atardeceres que tanto nos gusta ver.
Eres esa felicidad y tranquilidad que en los días calurosos me hace sentir llena de vida.
A pesar de que en otoño todo se marchita,
nuestro amor ruge haciéndose oír.
Gracias por acompañarme durante todas las estaciones del año y amarme tanto en cada una de ellas.