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A

lessia


9  meses después

Hace 9 meses que mi hija no está conmigo, después de varias audiencias, Joel ganó el juicio. El había dicho que Khai estaría bien con el por qué tiene buena posición económica, que sería mejor ejemplo que yo.

El juez había “determinado” que yo no era una buena madre.

Solo podía ver a mi hija una vez al mes, la extrañaba como no tienen idea. Khai ya había cumplido dos años.

Normalmente cuando la madre se queda la custodia del niño, el padre tiene que darle pensión alimentaria a la madre. En mi caso es al revés, yo tengo que darle a Joel.

A penas si me alcanzaba, el dinero que ganaba en mi trabajo no era mucho.

Hoy es sábado, por lo tanto podía ver a mi hija, así que me dirigí a la casa de Joel. Como había sido su cumpleaños le había comprado un suertecito de color blanco con amarillo.

Khai no podía venir a mi casa, yo tenía que ir a verla y tan solo poco tiempo.

Cuando estuve enfrente de aquella puerta toque el timbre. La casa de Joel era grande, bueno a comparación de la mía. La puerta se abrió y pude ver a Joel.

–Hola, vengo a ver a Khai– pronuncie.

–Pasa– dijo en un suspiro, pase a la casa, Joel subió las escaleras y minutos después bajo.

–Ahorita baja– dijo y yo asentí un poco incómoda.

–Le traje esto, por su cumpleaños– le extendí la pequeña bolsa, la tomó.

–Puedo ver qué es, ¿verdad?– preguntó

–Si, por supuesto– el saco el pequeño suéter, e  hizo una mueca de disgusto, lo volvió a meter.

–Esta muy lindo, pero no– me devolvió la bolsa, confusa la tome.

–¿No que?– pregunté confundida.

–No, mi hija no puede usar eso–

–¿Y por qué no? esta muy lindo–

–Si, pero no es de marca–

–¿Y eso que importa?–


–Mi hija no puedo usar cualquier ropa, es obvio que tiene que ser cara, y claro que esa no, así que si le darás algo a Khai que sea bueno– dijo, y yo estaba sorprendida.

–Joel, es obvio que no puedo comprar esa ropa–

–Pues entonces no le compres nada– dijo bruscamente.

La puerta principal se abrió dejando ver a Diana, al verme me dió una media sonrisa, la cual le devolvió.

Segundos después se escuchó pasos bajar de la pequeña escalera, puse mi mirada en ella y m encontré con mi pequeña Khai. Sonreí ampliamente, ella igual sonrió al verme, o al menos eso creí.

–Mamaaaa– dijo Khai en un pequeño y tierno grito. Sonreí más al escucharla. Pero está sonrisa no duró ni un segundo al ver que corría a los brazos de Diana.

Ahí entendí que la sonrisa no era para mí, si no para Diana, y tampoco me había dicho mamá a mi, si no a ella.
En ese momento mi mundo se derrumbó.

Yo era su mamá, no ella.

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Bad Reputation || Joel Pimentel [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora