𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐓𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫𝐢𝐬𝐭 || 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ||

Capítulo Diez: "Mentiroso"

La primera persona que vió Jimin cuando entró cinco minutos tarde a la sala de baile fue a Lisa sentada en su lugar habitual. El lugar junto a ella, por lo general el suyo, estaba vacío. En un patético intento de evitarla, rodeó el aula para encontrar un lugar vacío, esperando que no lo hubiera visto, pero varias veces durante la clase se dió la vuelta para mirar a su derecha. Al final de la hora, se levantó y caminó entre los otros estudiantes hasta que estuvieron cara a cara. Ella tomó una silla y la hizo girar alrededor como un vaquero en un bar y se sentó a horcajadas.

—Ya era hora de que aparecieras. ¿Dónde has estado toda la semana? ¿Y qué infiernos le sucedió a tu cara? Te perdiste la clase de dibujo. Te perdiste la de historia del arte. Te perdiste la clase de canto.

Aún así evitando su mirada, Jimin dijo: —Estaba ocupado. ¿No hace calor para usar gorra?

—Es mi firma. Al igual que lo es tu actitud de emo.

—Jódete.

Varios estudiantes se giraron para mirarlos cuando elevó la voz. —¡No voy a hacerlo! Mi hermano me llama a mi teléfono celular dos veces al día desde su cumpleaños, lamentando el hecho de que no ha oído hablar de ti y no tiene idea de cómo encontrarte. Luego, hace dos noches me dice que fueron atacados en el parque por un tipo que se identificó como tu padre. ¿Es cierto?

—¿Crees que Jungkook es un mentiroso? —Jimin miró hacia otro lado.

—El nunca ha dicho una mentira en su vida. Él piensa que vives en la calle y no tienes teléfono celular. —Cuando Jimin no respondió, continuó—: No vives en la calle, y tienes un teléfono celular porque yo tengo el número.

—No se lo diste, ¿verdad?

—Aun no. ¿Por qué le mentiste?

—¿Por qué vives en un barrio bajo y hablas con acento de clase baja cuando tienes una familia rica que habla muy bien? —Imitó el acento de Kook en las tres últimas palabras—. Ambos somos mentirosos, por lo que no me apuntes con el dedo, amiga.

Las mejillas de Lisa se sonrojaron ante la acusación. —Yo no soy una mentirosa —dijo ella en voz más baja—. Sólo quiero ser otra persona por un tiempo.

Jimin la miró fijo. —Yo y todos.

—Pero tus mentiras están lastimando a mi hermano. Kook es encantador. Él siempre ha sido un buen hermano para mí, aunque solía colarme en su habitación y robarle dinero de los bolsillos de sus pantalones.

Jimin dijo: —Sí, él ha sido bueno para mí también.

—Entonces, por lo menos ten la honestidad de decirle la verdad. Cualquiera que sea la verdad. ¿Qué es lo exactamente sucede? Nunca he visto donde vives, y me dijiste que los gemelos tenían cinco o algo así cuando tienen casi catorce años. ¿Dónde conociste a Jungkook?

—¿No te lo dijo?

—No. Sólo me dijo que vivías en la calle y los gemelos viven con su mamá y su novio y el novio odia a los queer y tu padre había muerto. Un héroe de guerra. Entonces, ¿quién diablos era el fantasma que golpeó a mi hermano en el parque? Y parece que fue contra ti después.

La última vez que Jimin vio a Kook había estado tratando de sentarse y apenas era capaz de hablar. —¿Lo has visto? ¿Está bien?

—Lo voy a ver esta noche para averiguarlo. ¿Quién era el tipo de la ropa de camuflaje?

—Mi padre —murmuró—. No está muerto. Me gustaría que lo estuviera. No quiero hacerle daño a Kookie, pero no puedo verlo. Yo iba a decírselo en el parque, pero no tuve el valor para hacerlo. —¿Cómo podía decirle a Jungkook que su padre lo había enviado a prostituirse por culpa de un aterrador doctor y un tipo de Taiwán que se parecía al mas antiguo e hijo de puta dictador?