𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐓𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫𝐢𝐬𝐭 || 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ||

Capítulo Once: "¿Debo creerte?"

La oficina estaba a oscuras y, a pesar de que Jimin había visto a su padre salir de la casa media hora antes, no se atrevió a encender la luz.

En su lugar, abrió las persianas lo suficiente como para permitir que la luz de los faroles de la calle entrara. Con una pequeña linterna se dirigió al escritorio y abrió el cajón buscando la póliza de seguro de Park Ji Woon. Encontró dos pistolas y varias cajas de municiones. El hombre era un maldito loco, tan convencido de su propio poder que ni siquiera se molestaba en encerrar sus armas, creyendo que ninguno de los miembros de su familia se atrevería a usar las armas contra él a pesar de su brutalidad.

—Hay una desagradable sorpresa para ti cuando realice mi acto...señor.

La póliza del seguro de vida no estaba allí.

Del otro lado de la habitación había un archivero.

Tampoco estaba cerrado. Woon había ordenado a su familia nunca entrar en su oficina sin permiso, y siempre le obedecían, hasta ahora. En el archivo marcado "seguro" encontró la póliza y la deslizó hacia fuera, asegurándose de tomar nota de su ubicación exacta en el archivero. Su padre lo sabría de inmediato si la movía.

Con las piernas cruzadas en el suelo, Jimin estudió minuciosamente el fajo de papeles, en busca de un número. Allí estaba. —Gracias —susurró. A la muerte de Park Ji Woon por enfermedad, accidente, asesinato por un participante externo a su familia inmediata, causas naturales o actos de Dios, el beneficiario es Park Jimin, quien tendrá derecho a un treinta millones. Su padre no se había molestado en poner el seguro a nombre de su madre, suponiendo que no estaría en forma para asumir sus responsabilidades en caso de su muerte. Jimin era un adulto, y él estaba en condiciones de cuidar de todos ellos cuando Baillie muriera.

Jimin regresó la póliza al archivero, fue al escritorio de su padre, y sacó las armas. Una Glock 26 y una Glock 27 estaban en sus manos. Ambas armas eran utilizadas por el servicio secreto, o eso es lo que Woon le había dicho. Jimin cargó las diez cámaras de la 26 y las nueve de la 27, su padre le había enseñado a temprana edad y era un tirador decente cuando sus manos estaban firmes. Park lo había llevado al campo de tiro desde los diez años, y lo ponía a practicar. "Esto es para cuando estés en las Fuerzas Especiales", solía decir.

«Esto es para matarlo, señor...»

—Long Shot, perdón por el juego. —murmuró Jimin—. Pero si soy afortunado, él probará esto. —Su padre había hecho eso más de una vez mientras lo golpeaba como el infierno.

Era una gran táctica de intimidación y el arma podría dispararse, matándolo. Esperaba—. Pero ¿y si termino matando a alguien más? ¿Y si el bastardo amenaza a los gemelos o a mi madre, y los mata?

—¡Mierda! —Faros de un carro iluminaron el camino de la entrada. Con sus dedos menos ágiles ahora por el miedo, Jimin descargó las armas y dejó todo de nuevo en su lugar, exactamente como lo había encontrado. Tenía que haber otra mejor manera.

Escuchando con atención, oyó que la puerta delantera se abría. Las voces provenían de la sala fuera de la oficina. Apagó la linterna y se colocó sobre sus manos y rodillas detrás de una de las dos grandes sillas de cuero junto a la ventana, cuando la puerta se abrió y la luz del techo inundó la habitación.

—Entonces, ¿qué sucede que no lo podíamos hablar en el bar? —Park preguntó, pero su tono no era el beligerante al que Jimin estaba acostumbrado. Era el tono que su padre había utilizado para hablar con el hombre de Taiwan. Jiwoon tenía miedo de él, o al menos desconfiaba de él, y eso era raro. La distintiva voz del hombre de Taiwan respondió.

—El Lintrane. Jeon cambió el compuesto del insecticida. Ya no es letal para humanos, sólo para los insectos. Envié los datos del archivo encriptado tan pronto como los obtuve. Mi instalación en las afueras en los campos estaba lista para iniciar la producción. El lote de prueba mató a los barrenadores del tallo del maíz y el sorgo, pero no mató a los animales de ensayo de gran tamaño, por lo que no va a matar gente. Me enviaron un mensaje diciéndome que el compuesto debe haber sido cambiado.