𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐓𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫𝐢𝐬𝐭 || 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 ||

Capitulo Seis: "¿Novios?"

Por la mañana el sol brillaba. Jungkook dejó su bolsa de viaje en el maletero del carro y se sentó en el asiento del conductor, con las ventanas abiertas, observando por el espejo retrovisor y esperando a Jimin. Nueve veinticinco de la mañana y no había rastro de él.

«Si no llega para y media esperaré otros quince minutos».

En primer lugar todo ese asunto era una idea estúpida, invitar a un prostituto y a sus hermanos adolescentes a ir a casa con él a conocer a sus serios padres. Al menos a Lisa le encantaría, pero ¿cómo iba a explicar su amistad con un joven menor que él, que llevaba ropa de mujer, que evidentemente se había teñido el cabello, y cuyos ojos estaban cubiertos de maquillaje?

Rezó para que los gemelos tuvieran buenos modales. Con un poco de suerte se pasarían todo el tiempo con los iPods destrozando sus tímpanos.

Veinte para las diez y su decepción crecía. Jimin no iba a venir, y probablemente eso era lo mejor. Kook tendría un fin de semana aburrido con su familia, comería buena comida, y tendría algunos regalos bonitos. Con un profundo suspiro, reconoció que sería mucho mejor comer fideos de bote y ser perseguido por la policía, con Jimin a su lado.

Cabello rubio y unos ojos muy maquillados aparecieron en el espejo del lado del conductor, lo que formó una sonrisa espontánea en su cara. La felicidad se apoderó de él. Jungkook abrió el maletero para el equipaje y salió del carro.

La vista que lo saludó trajo de regreso todas las dudas que había albergado al estar sentado solo allí. Como era de esperar, Jimin estaba vestido casi completamente de negro, unos jeans bastantes rotos en un tono azul con medias de red debajo de ellos, Junto a sus botas negras se destacaba como botella de leche. Camiseta negra con mangas largas. Jimin siempre llevaba mangas largas.

—Hola, Kookie.

A pesar de su sorpresa, la sonrisa de Jimin tuvo el efecto de costumbre en su corazón.

—Tu ojo hinchado se ve bien.

Pasando los dedos por el resultado de su pelea con los del parque, Kook sonrió ligeramente.

—Has venido.

—Cuando yo llego, tú llegas. —Jimin sonrió.

— ¿Qué?

—Fue un juego de palabras —dijo Jimin—. Un juego de palabras sexual —añadió cuando Jungkook frunció el ceño en confusión—. Llegar: ¿te vienes? Um...ya, orgasmo.

Involuntariamente la mano de Kook voló a su boca, y él se rio.

—Kookie, eso no es tan divertido. —Jimin lo abrazó—. ¿Tu cumpleaños es hoy o mañana?

—Hoy.

—Bien, entonces. ¡Feliz cumpleaños! —El menor le dio un beso en los labios antes de presentar a los gemelos—. Ellos son Hyun Jin y Hyun Min.

Eran muy delgados como Jimin y llevaban idénticos pantalones cortos de jean y camisetas. Su cabello rubio caía liso y brillante hasta la cintura. Pero no había ninguna expresión en sus hermosos rostros.

—. ¡Hola!— Kook les tendió la mano. Ni un gemelo reaccionó—. ¿Están asustados? Yo era muy tímido cuando era un adolescente.

—Son un poco diferentes —dijo Jimin.

—Las dos son muy bonitas —dijo Kook, tratando de encontrar las palabras adecuadas para hacerse simpático—. Por alguna razón yo estaba esperando chicos. Probablemente por los nombres.

—Hyun Min es un niño. Hyun Jin es una niña —dijo Jimin.

Kook miró a los adolescentes. —Pero no pueden ser de sexo opuesto. Son idénticos.