Capítulo Cinco:"Feliz Cumpleaños, Kookie..."

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Abatido, malhumorado, desanimado. Cualquiera de estos adjetivos podría describir el estado de ánimo de Jungkook cuando abrió la puerta principal y se detuvo para ver si tenía cartas. Las cartas como siempre estaban arriba del calentador del pasillo, que estaba hecho un lío. Clasificarlo le llevaría toda la noche. Quizás después de todo debería tomarse el viernes libre e ir en carro a Seúl en la mañana. ¿Cuál era el punto en quedarse solo en su departamento dando vueltas? Ayer mismo había enviado mensajes de texto a Lisa diciéndole que había visto al joven de nuevo, y quizás, después de todo era una relación, en lugar de sólo algo de una sola noche. Ahora todo estaba en pedazos.

Dos sobres que parecían tarjetas de cumpleaños descansaban precariamente arriba del calentador, y otro se había caído por la parte posterior. Kook lo sacó y sacudió el polvo antes de caminar penosamente hacia las escaleras. Las tarjetas de cumpleaños y la cena de cumpleaños con su familia le recordaban que tenía casi veintitrés y que nunca había tenido una relación convincente, nunca había sido amado realmente por otra persona adulta que no estuviera relacionado con él. Añadió deprimente a la lista de adjetivos que describían su vida.

—Lo siento, amigo.

En la parte superior de la escalera, se detuvo y miró detenidamente. Sentado en el suelo frente a su puerta con la laptop de Kook en el suelo de madera estaba Jimin.

—No debería de haberla tomado, Kookie. Lo siento mucho...

La más extraña sensación se agitó en el intestino de Jungkook. No podía decidir si era el regreso de su laptop o el ver a Jimin sentado con las piernas cruzadas, vestido de blanco y negro, como siempre, con los ojos delineados de marrón sutilmente. Había visto a muchos chicos con delineador antes, pero nunca antes tuvo una erección al ver a uno como ahora.

— ¿Cómo has entrado?

—Esa mujer de abajo llegó justo cuando yo llegué. Ya sabes, la que usa el turbante en la cabeza. Ella me dejó entrar. Debe haber pensado que no parecía un ladrón. Lo que soy.

Jimin se puso rápidamente de pie y deslizó sus brazos alrededor del cuello de Jungkook. Sin dudarlo Kook envolvió sus largos brazos alrededor del menor y lo abrazó con fuerza, presionando al joven cerca de su pecho. Una puerta en el pasillo se abrió y, sin pensarlo, soltó a Jimin y metió la llave en la cerradura. Metió al rubio en el departamento delante de él y tomó su laptop del suelo. Hace un momento la idea de su relativamente limpio pero muy desordenado y vacío departamento era horrible. Ahora no podía dejar de sonreír. Pero aun así Jimin había robado su laptop.

— ¿Por qué lo hiciste? Te fuiste sin tu dinero, y entonces te llevas mi laptop. ¿Por qué?

Las mejillas de Jimin se volvieron rosas y bajó la mirada. —La iba a vender. Limpié el disco duro. Lo siento. Necesitaba el dinero.

—Ni siquiera te llevaste lo que te debo —señaló Kook—. ¿Para qué necesitas el dinero?

Al levantar la mirada desde debajo de sus pintadas pestañas, Jimin sonrió. — ¿Tofu?

Tan alegre como se sentía, Kook no quería que fuera tan fácil, al menos no por el momento. —Entonces, ¿no accediste a la información allí? —preguntó con cautela. Todo estaba encriptado, pero por lo que sabía Jimin podría ser un chico genio de las computadoras—. Te llevaste también dos tarjetas de memoria. ¿Dónde están?

—Sólo quería el dinero. Pensé que podría conseguirlo por ellas. Tiré las memorias en una alcantarilla, han de estar pudriéndose en alguna parte de la red de alcantarillado. No sabía muy bien qué hacer con ellas.

Kook dejó su laptop en su escritorio con las tarjetas de cumpleaños. Las vería más tarde. Quería estar molesto, pero estaba delirantemente feliz. En un intento de sonar serio señaló con el dedo a Jimin. —No deberías haberlo hecho. Yo confiaba en ti.

𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐓𝐞𝐫𝐫𝐨𝐫𝐢𝐬𝐭 || 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora