Capitulo 5

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La sala estaba llena de risas, conversaciones y perfume.

-¿Quieres algo de beber? -Escuché a mi padre preguntar cortésmente.

No escuché la voz de Dixie, pero podía oler el mismo aroma que tenía en el jardín hace un mes.

-Esta es Addison, -me presento mi madre, acercándome a los visitantes. -Mi única hija.

-¡Oh! -Escuché una exclamación femenina. La Sra.D'amelio concluye, sonriendo. Llevaba la gafas de sol, así que no podía saber si la estaba mirando o no. -Ella es hermosa, Dixie me hablo de ella hace algún tiempo.

Mi sonrisa se desvaneció.

-¿Se han conocido, querida? -Mi mamá me apretó el hombro ligeramente. Su voz era curiosa.

-Si. -No fui yo quien respondió, sino Dixie y su voz era grave, Ella estaba cerca. -Nos conocimos en el jardín, por casualidad.

-Ya veo... -escuché a mi madre responder con simpatía, pero sabía que estaba sorprendida. -Me alegro de que ya se conozcan, Addi no tiene muchos amigos...

-Mama, -Murmuré seriamente, tratando de no hacerla hablar demasiado.

-Bueno, -Ella seguía cambiando de tema, -sentémonos.

Probablemente mi padre ya había llevado al Sr.D'amelio a su oficina y colecciones de libros por que no podía escuchar sus voces. Solo Dixie, mi madre, la señora D'amelio y yo estábamos en la habitación. Nos sentamos, mi madre me acomodó en el sofá más grande y pude sentir a alguien sentado a mi lado.

-¿Estas estudiando Dixie? -Preguntó mi madre, probablemente sentada en el sofá frente a mi.

-Si. Estoy en el último año. -Ella respondió, que para mi sorpresa estaba a mi lado.

-Dixie tomará sus exámenes universitarios pronto, -dijo la Sra.D'amelio orgullosamente de su hija. Me imagino su sonrisa. -¿Addison tiene la intención de tomar los exámenes.

Yo fruncí el ceño. Ella solo podía estar bromeando. Mi madre estaba callada, tal vez no podía responder, como yo. Hubo un silencio incómodo donde me permití estar callada para no ser espesa. Mi madre tenía un pigarrage.

-Creo que ya podemos cenar. -Mi madre debería haberse levantado, porque hubo un movimiento de voz. -María ya debió haber puesto la mesa. Vamos, Addi, te llevaré.

Estire la mano para tomar la de mi madre, pero en lugar de la mano de la mano suave con la que estaba acostumbrada a pedir ayuda, sentí una más pequeña y ligeramente fría tomó la mía.

-La llevaré al comedor, Sra.López. -Dixie se levanto y me ayudó a levantarme.

La mano de Dixie me hizo temblar.

-Gracias -murmuré a pesar de que sentí la necesidad de que ella me soltara la mano.

-Pido disculpas por mi madre, -dijo en voz baja mientras entramos en el comedor.

-No creo que debas hacer eso, -dije normalmente.

-Hay paso aquí

-Lo se

-Mi madre sabe que eres...

-Ciega, -dije

-Exactamente, pero creo qué tal vez ella... -Me di cuenta de que estaba tratando de encontrar alguna justificación sin éxito.

-No te preocupes. No deberías estar haciendo esto y no me siento ofendida

-¿Siempre eres tan evasiva? -Dixie preguntó de repente, deteniéndose a la mitad, haciéndome parar también.

-¿Esquivar? -Repetí con voz aburrida. -¿Porque decís eso?

-Disculparse siempre es una forma de acercarse, -dijo. -He tratado de disculparme contigo varias veces, pero siempre tienes la lengua lo suficiente afilada como para hacer que mis disculpas se vean ridículas y fuera de tiempo, ¿Siempre eres así con todos los que se te acercan, ¿Es por eso que no tienes amigos?, ¿Crees que la gente se te acerca por lástima?, ¿Por qué estás ciega?

Abrí la boca para responder, pero la voz no salió. Me mordí el labio, molesta. Estúpida niña! Ella tenía razón en nada. ¡Por supuesto que no! Pero si no lo hizo, ¿por que tengo tantas ganas de llorar ahora?

-¿Qué están haciendo ustedes dos, porque se detienen? -Escuché la voz divertida de mi padre y una carcajada justo detrás de ella. -Addison, aquí está Marc, el padre de Dixie. Me parece que ya son amigas.

Solo sonreí escuchando el saludo de Marc.

-¿Vamos a la cena? -Los brazos de mi padre pasaron a mis espaldas y Dixie me soltó el brazo al instante. No sabía por qué, pero me sentí aliviada por ello.

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