Capitulo 8

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Me desperté al día siguiente escuchando los pájaros cantando en mi ventana. Tan pronto como abrí los ojos, una sensación extraña se formó en mi estomago.

Fruncí el ceño, sorprendiendo tal reacción temprano en la mañana. ¿Fue nerviosismo? Me levanté y me puse las zapatillas que quedaba a los pies de la cama, como siempre.

-Addi, ¿ya estás despierta? -Pregunta mi madre tocando ligeramente la puerta.

-Uh, -murmuré, escuchando la puerta abrirse.

Me acerqué a mi armario, abrí la segunda puerta de izquierda a derecha, busqué pantalones, y luego abrí la siguiente, agarrando una camiseta.

-¿A donde vas con este atuendo? -La voz de mi madre era tranquila y estaba muy cerca.

-Dándome una ducha, -dije todavía preguntándome por el nerviosismo que sentía. Cual es la razón

-Encontré tus lentes en el jardín trasero.

¡Dixie! Mi cabeza grito alarmada. Mi estómago parecía temblar. Íbamos a salir hoy. Yo y ella a las 3 pm

-Me alegra que hayas hecho una amiga. Dixie es muy agradable, -comenzó mi madre. Fingí no escuchar, pero sabía que ella le diría cuales eran sus características y eso, aunque no quería, me hizo sentir curiosidad. -Ella es un poco más baja que tu, cabello negreo... Los ojos son almendrados y risueños... hm... Tiene una hermosa sonrisa. Dixie es mi hermosa...

-¡Mamá! -Pregunté, caminando hacia el baño. Tragué fuerte. ¿No era suficiente para mi sentirme nerviosa esperando salir con la chica? No necesitaba saber cómo era ella. No necesitaba saber si su sonrisa era hermosa y si sus ojos tenían forma de almendra. No seremos amigas. ¡No nos veremos después de esta tarde! -No me importa como se vea

-Pero...

-Voy a bañarme

-o-

¡EL TIMBRE ESTÁ SONANDO! -Grito mi padre desde el jardín trasero, donde estaba regando algunas flores.

-¿Que hora es? -Le pregunté a mi madre por enésima vez mientras corría por la habitación para abrir la puerta.

-Tres en punto. -El timbre sonó de nuevo antes de que la puerta se abriera. -Buenas trades, Dixie. Entra, Addi está en la habitación.

Me había cambiado de ropa justo después del almuerzo. Llevaba jeans, una camisa con botones y un suéter delgado, nada fuera de lo común. Cuando escuché pasos acercarse. Me pase las manos por el pelo de cola des caballo, escuchando y sintiendo mi corazón más rápido. Fruncí los labios molesta conmigo misma y me levanté del sofá con impaciencia.

-Buenas tardes -saludó Dixie, tomando mi mano, que rápidamente alejé del contacto, dejándola caer sobre su cuerpo.

-Vamos, -caminé hacia el pasillo

-6 escalones. -Subí los escalones frente a mi -5 pasos hacia la puerta.

-Hola

-¡Cálmate! -Dixie corrió hacia mi y me agarró del brazo justo cuando ponía mi mano en el pestillo

-¿No vas a decir adiós a tu madre?

-Adios mam. -No podría decir si escucho mi susurro. Dixie estaba cerca.

-Adios querida, que tengas una buena tarde y divierte! -Pronto llegó la respuesta animada.

-Gracias señora López. Hasta más tarde. -Dixie me apartó de la puerta y la abrió. Todo esto sin soltar mi brazo.

-Ok ¿Para donde vamos? -Pregunté tan pronto como sentí el viento en mi cara.

-váyanos al parque y luego... No se... Entonces es más tarde. -Respondió ella. Sé que está sonriendo y puedo imaginar sus risueños ojos almendrados.

Los ruidos eran confusos. Eran voces, canciones, pasos, risas. Todo esto perturbado. Dixie, que estaba a mi lado, me apretó el hombro suavemente,describiendo el parque que había conocido muy bien durante un año. Por descripción, todo seguía igual. Muchos árboles, gente paseando, los bancos de madera pintados de blanco, las farolas... Pude imaginar todo con precisión. Habíamos llegado al parque en coche. El coche olía a cereza de menta. Dixie hablo todo el camino y no se desanimo por mis respuestas monosilábicas. Describía personas, calles, y a veces sería sola.

-Se que debes conocer el parque mejor que yo. -Dijo, presionado sus manos contra mi hombro. Alce una ceja, -Creo que todo es como antes.

-Este tipo de lugares nuca cambian. -Respondí sintiendo el sol contra mi piel. El día parecía ser hermoso y azul.

-Es como un museo.

-Similar, -me encogí de hombros, sin mucho que decir. Dixie rio.

-Debe ser difícil estar con alguien con quien no quieres estar. -Estaba callada porque me tomo por sorpresa. No respondería eso. No sabía cómo responder eso. Me mordí los labio.

-Entonces, ¿donde vivías antes de mudarte aquí? -Pregunté, cambiando la dirección de la conversación.

-¿Tratando de ser sociable? -Ella se rio. -Vivía en el extranjero.

-¿En que país exactamente?

-Canadá Montreal.

-Siempre quise ir a Canadá.

-Tal vez algún día te lleve a caminar. -Sabia que estaba bromeando, pero tal promesa me hizo sentir... emocionada.

-Descríbeme una escena que está sucediendo aquí en el parque ahora, Dixie, -dije un poco tímidamente. Ella guardo silencio un momento. No se si estaba buscando algo para describir o si le sorprendió la solicitud.

-Hmm...- Ella respiro hondo. -Justo delante de nosotros hay una dama. Ella está sentada en uno de esos bancos blancos. Su cabello está cubierto por una bufanda colorida y sonríe, mirando a las palomas comiendo las migas de pan que les arroja. Su sonrisa es tierna y su mirada es dulce. Parece estar sola y parece qué pasa mucho tiempo aquí en el parque... No... me equivoque. Ella no está sola. Hay un niño acercándose a ella, que está rascándole la cabeza del niño. Se están riendo.

Escuché las risas y sonríe. La escena era hermosa y con esa descripción, descubrí lo sensible que era Dixie. Sentí su mano deslizarse de mis hombros para sostener mis brazos y suspiré.

-¿Que te gusta, Addi? ¿Que haces cuando no tienes nada que hacer? ¿Que canción cantas cuando te duchas? -Involuntariamente me reí.

-Me gusta el chocolate blanco y escuchar la voz de mi madre. Leo cuando no tengo nada que hacer o jugar con Simba. No canto bien.

-Eso no responde la pregunta.

-Por supuesto que si

-Ve, Addi, ¿que cantas bajo la ducha? -Me reí de nuevo.

-No escucho mucha música.

-¿como no? -Parecía sorprendida e indignada al mismo tiempo. Me encogí de hombros.

-Escucho música de vez en cuando. No me gustan las bandas específicas.

-Debes estar loca.

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