Capitulo 4

476 67 7
                                    

Había pasado un mes desde que los nuevos vecinos se habían mudado a la casa nueva y parecía que mi rutina estaba cambiando cada vez más. Evitó salir al jardín y encontrar a Dixie, que parecía estar constantemente al otro lado de la cera, jugando baloncesto sin parar. A veces otras voces se unían a las suyas, tal vez eran amigos.

Después de regresar del instituto, iría directamente a mi habitación, intentando en vano leer los libros en braille que me compraron, pero mi cabeza siempre parecía viajar a lugares distantes.

Constantemente, pensaba en Sofía y en los momentos que pasamos juntas. También pensé que el aislamiento en el que me encontraba parecía sofocarme, pero cuanto más lo pensaba, más me aislaba.

Las pesadillas en la noche aparecieron varias veces durante las semanas y muchas veces, después de despertar sintiendo el mundo derrumbarse sobre mi cabeza, lloré sola.

No sabía lo que estaba pasando conmigo. En solo una reunión con una extraña, todo parecía haber surgido nuevamente de una manera catastrófica. Mi madre parecía preocupada cada vez que me hablaba, sonreía y decía que todo estaba bien, pero no estaba... Nada estaba bien.

-Hemos llegado, querida, -dijo mi padre. El auto se detuvo lentamente en el garaje. -Simba está aquí. -Todavía lo anuncio después de que nos decidimos por el auto".

Entonces sentí algo rozar mi pierna y sonreí, pasando mi mano sobre el perro que intentaba saltar sobre mi.

-Me extrañaste, ¿no? -Pregunté, agachándome. Lamió una de mis manos. -Ha pasado un tiempo desde que nos fuimos. Creo que te he estado descuidado.

Me levanté, tirando la correa del bolso sobre mi hombro, en dirección a la puerta que conducía a la casa, acompañada por Simba.

-¡Mamá! ¿Sabes donde está el collar de Simba? -pregunté entrando a la habitación.

-En el vestíbulo, -gritó desde el primer piso, -en el lado derecho de la percha.

-10 pasos, -murmuré al otro lado de la habitación, -tres pasos, tres pasos a la izquierda.

-Addison, -escuché pasos bajando las escaleras.

-Habla...

-Los vecinos vendrán a cenar aquí esta noche.

Me quede callada. No era mi costumbre comer frente a extraños, especialmente si eran personas que había estado tratando de evitar durante algún tiempo. No sería agradable para mi, mucho menos para ellos. Pensé por un momento y me di cuenta de que no había forma de cuestionar una decisión ya tomada.

-Esta bien -estuve de acuerdo con un encogimiento de hombros, apretando la cadena con fuerza. -Vamos, Simba vamos a caminar muchacho..

Caminamos lentamente escuchando el ruido del paso de autos y niños jugando en un parque cercano. Fue agradable sentir el viento golpearme tan libremente, en los árboles que balanceaban sus hojas.

Los pájaros precian volar bajo, ya que podía escuchar sus pitidos claramente y muy cerca... Hubo muchos sonidos, tantos olores... Tiré del collar de Simba que se sentó. Había dado exactamente 183 pasos después de salir de casa. Debería estar casi anocheciendo.

-Hora de irse a casa, Simba.

Si pudiera, seguir caminando hasta cenar esta noche... Si pudiera, me gustaría volver a ver... Llegué a casa minutos después y fui directamente a ducharme. La ropa que se suponía que debía usar ya estaba en mi cama. Mi madre siempre elegía mi ropa cuando la ocasión lo pedía.

Pasé la mano por la fina tela de un vestido de tirantes finos. La tela era cómoda, suave.

-¿Estás lista, cariño? -Preguntón mi madre tocando la puerta.

-Solo un minuto más.

Me puse el vestido y me seque el pelo, yendo al tocador para recoger el cepillo y peinarlo. Mis pertenencias encima de mi tocador se guardaban correctamente todas las mañanas, así que siempre sabía dónde encontrar lo que quería, así que no había pérdida de tiempo buscando algo que necesitaba.

También fue así, con mi ropa, zapatos de deporte, cepillo de dientes y algunos objetos colectivos en el interior. En la mesa siempre me sentaba en el mismo lugar y la comida que traía mi madre en un plato estaba dispuesta como un reloj. Las nueve en punto era carne, las doce era puré de papas, etc. Era practico.

-Ellos llegaron. -anuncio mi madre, me tomo de las manos y me sacó de la habitación.

Be My EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora