Capitulo 15

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Al día siguiente, en el consultorio del médico, mi madre siguió haciendo preguntas mientras el estudiaba la pruebas que habíamos hecho el día anterior. Estaba ansioso por conocer los resultados de todos los exámenes pronto. No quería tener falsas esperanzas, pero fue difícil no tenerlas después de algunos comentarios de el.

Ver de nuevo era todo lo que más quería en este momento. Se una chica normal de nuevo. Poder hacer lo que quería sin depender de nadie que me guíe o me ayude. Para poder ver la cara de Dixie y sus ojos mirándome. Eso es lo quería.

-Tengo buenas y malas noticias, -dijo el médico, dirigiéndose a nosotros.

-¿Cual es la buena? -Pregunto mi madre.

Mi corazón latía más rápido y respire hondo esperando las noticias.

-Addison tiene la oportunidad de ver de nuevo.

Mi madre gimió a mi lado como si no pudiera creer lo que estaba diciendo. Tampoco podía creerlo, y no sabía si reír o llorar, y finalmente puse mi cabeza en mis manos, tratando de controlarme.

-Pero hay un problema, -continuó el médico. -Mire, Sra.López, por mi examen del nervio óptico, me di cuenta de que algo está bloqueado el nervio. Creo que en el accidente, cuando exploto el vidrio penetraron en los ojos de Addison y esos fragmentos de detuvieron justo en el nervio óptico que es responsable de transportar las sensaciones visuales al cerebro. Esta es la razón de la ceguera de Addison. -Hizo una pausa. -Hay un fragmento más grande en ambos ojos que presiona el nervio. Puedes verlo aquí en el examen. Es por eso que siente dolor, tal vez cuando llora o se rasca mucho los ojos... Resulta que este fragmento no saldrá sin cirugía y la cirugía es arriesgada. Por lo que puedo ver, el ojo derecho está más en peligro que izquierdo y por eso recomiendo la cirugía. Si los fragmentos comienzan a presionar más los nervios, Addison puede perder la vista para siempre.

-Es arriesgado, -murmuró mi madre, con la voz temblorosa.

-Si, es arriesgado.

-Estoy dispuesta, mamá.

-No conozco a Addi...

-Mama... si la cirugía sale mal, no se da muy diferente del estado en el estado que estoy ahora. Me quedare ciega ¿No eres médico?

-Básicamente si.

-¡Entonces, mamá! Prefiero arriesgarme y saber que existe la posibilidad de permanecer en este estado para siempre.

-Mire, Sra.López, no dire que su hija tendrá un 100% de posibilidades de volver a ver. El riesgo es alto, creo que tendrá un 50%, si no menos.

Me mordí el labio nerviosamente. Fue una situación complicada, pero la decisión debe se mía y solo mía, y ya está tomada.

-Addi, no estoy segura... -murmuró mi madre, con la voz temblorosa y un poca ansiosa.

-Quiero arriesgarme, -dije con confianza.

-Hablaremos con tu padre. No permitiremos que tenga una cirugía tan arriesgada sin estar 100% segura de que esta bien.

-¡Está decisión no depende de ti!

-No discutamos esto aquí, Addison. -Mi madre arrastró su silla y se levantó, yo hice lo mismo. -Hablemos esto en casa doctor y en cuanto tengamos una respuesta, se lo hacemos saber.

-Mantenga la calma, Sra.López, tómese su tiempo. Se lo delicado que es este tema.

-Bueno, hasta cualquier día, doctor, -se despidió y tomó mi mano. -Vamos.

-Adios doctor.

El camino desde la oficina a mi casa se hizo en completo silencio. Mi madre parecía molesta y asustada, y sabía que si hablaba de eso en el auto, comenzaríamos a discutir. Tenía miedo de que me pasara algo malo, que pudiera entender, pero no me cuidaría, como si fuera una niña, por el resto de su vida. No permitiría que eso suceda.

Solté un suspiro molesto y crude los brazos sobre mi pecho, sintiendo el auto deslizarse suavemente por la calle. Prefiero arriesgarme a la cirugía y quedarme ciega de nuevo que quedarme como estoy y no atreverme a hacer nada. Me sentiría impotente si eso sucediera.

Mientras estaba estacionado en el garaje de mi casa, mi madre no hizo ningún movimiento para salir del auto. La puerta aún estaba cerrada.

-No hablaremos aquí... -dije, queriendo abrir la cerradura de auto.

-Si vamos.

-Mama, no soy una niña para que me sigas diciendo lo que está bien o no.

-¡Solo quiero lo mejor para ti!

-¡Todos los padres dicen eso! -Exclame. -Pero se lo que quiero. ¡También se lo que es mejor para mi y ahora lo que es mejor para mi no para ti!

-¡No sabes que es lo mejor para ti en este momento!

-Mama, ¿cuál es el riesgo que voy a correr?

-¡Estarás ciega! -Ella exclamo desesperadamente.

Ella comenzó a llorar, pero incluso eso no me hizo sentir pena.

-Olvidaste algo, mama, -dije en voz baja, -Ya estoy ciega. No puedes cambiar este hecho.

Estuvimos calladas.

Nunca habíamos discutido de esta manera, y de alguna manera discutir con ella me recordó mi discusión con Dixie el domingo or la tarde.

-¡Abre esta maldita puerta! -Dije, jugando con el pestillo.

Necesitaba salir de allí. Salir de esa casa, esa calle. Necesitaba alejarme. Cuando salí del auto, lo primero que hice fue llamar a Simba, quien inmediatamente vino corriendo hacia mi.

-Vamos a caminar.

-¿A donde vas, Addi? -pregunto mi madre, saliendo del auto.

-Muy lejos, -dije,caminando hacia la puerta principal para recoger el collar en el pasillo.

-¡Addison, no te irás! -Ella me siguió.

-¡Si voy! Estoy cansada de escucharte decirme que hacer. ¡Déjame en paz!

-¿A donde vas?

-¡NO TE INTERESA! -Grite poniendo el collar al perro y caminando hacia la calle. ¡Y no trates de seguirme!

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