Capitulo 19

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Las siguientes tres semanas fueron la consecuencia de la cirugía. El proceso de la cirugía había ido bien, pero el médico aún tenía dudas sobre mi caso. Con las bandas alrededor de los ojos, todavía no podía ver, y aunque estaba, tendría que quedarme en el hospital hasta que me quitaran las bandas.

Mi madre dormía conmigo la mayoría de los días de la semana, a veces turnaba con mi padre y Dixie, quien cuando veía que estábamos solas, se acostaba a mi lado en la estrecha cama del hospital y me sostenía la mano hasta que me dormía.

Aunque estuve hospitalizada, las tres semanas fueron divertidas y lentas de mimos. Traía flores nuevas todos los días que salían de la habitación del hospital oliendo bien y dulce.

Dixie, cuando llegó por la tarde después de la escuela, trajo mis dulces favoritos y durante una hora se dedicó a leerme un libro o algo que le pareció interesante. También tenía CD's y una radio portátil para escuchar música.

La enfermera había advertido que estaba prohibido. Siempre encontraba la manera de divertirse y cada día se le ocurría algo nuevo, cuando no decía que mi encanto eran las bandas que cubrían la mitad de mi rostro.

No podía esperar para ver su rostro y ver su sonrisa asusta o las muecas que me dijo que estaba haciendo.

Dixie y yo tuvimos un pacto, y todo se redujo a cada día me admitían en el hospital, tendríamos que contarnos un secreto.

Podría ser cualquier secreto, porque lo importante era conocerse mejor. Los secretos de Dixie me hicieron reír o querer golpearla cuando involucraba chicas.

-No puedes vencerme, -dijo cuando dijo que había besado a un maestro de secundaria, -No es parte del pacto.

-¡Traviesa! -Exclame con las comisuras de mi boca temblando de deseo de reír.

Las tres semanas pasaron así, lento y divertido y lleno de expectativas por todos lados, pero un martes después de examinarme, el médico dijo que era hora de salir de las pistas.

Cuando recibí la noticia no pude decir nada. ¿Y si no hubiera funcionado? ¿Que pasa si me quedo ciega? Me mordí el labio al recordar que conocía a los ricos y las probabilidades... Sabía lo que lo que estaba haciendo.

-¿Quieres esperar a que lleguen los miembros de tu familia? -Pregunto al ver que no hable.

Estaba solo mi madre había salido a almorzar con mi padre, y pronto Dixie estaría en casa desde la escuela.

-Si, quiero esperar, -murmuré, respirando hondo, -esperaré.

-Esta bien, -acordado el médico, -cuando lleguen, toquen el timbre y llamen a una enfermera. Ella me llamará y volveré aquí para quitarte las bandas... ¿Estas ansiosa?

Supongo que ansiosa no era la palabra correcta, pensé, mi corazón latía con fuerza y me temblaban las manos. Parecía tener mariposas en el estómago.

-Nerviosa, -lo corregí, tratando de sonreír. -Nerviosa sería la palabra correcta.

El doctor se echó a reír y me dijo adiós que volvería más tarde. Me sentí nerviosa. Esperé tanto por este momento que... olvidé prepararme para ello.

-¡Dios mío! -Exclame con una sonrisa mezclada con incredulidad.

-¡A! -La voz de Dixie interrumpió en la pequeña habitación. -Tengo un regalo para ti hoy. Y tengo algo que decir...

-Primero mi regalo, -dijo acercándose y dándome un beso rápido en los labios. -¿Que es? -Pregunté sonriendo, aún nerviosa, sintiéndola tomar una de mis manos.

-Siéntelo, -murmuró, colocando algo frío sobre mi mano. Cerré mi mano, sintiendo algo circular apretar la piel sensible de mi palma.

-No lo creo, -murmuré, sacudiendo la cabeza con entusiasmo. -Anillos de boda.

-Exactamente, -Ella estuvo de acuerdo, tomándome de la cintura y girándome en el aire. -Ahora tenemos un anillo de bodas. -Ella se rio y la abrace con fuerza mientras me dejaba en el suelo. Nunca me ha sentido tan emocionada en la vida. Las lágrimas que salieron de mis ojos los hicieron arder, pero no me importo.

-Te amo, -murmuré, colocando un beso en sus labios, -Te amo, te amo.

-Dame los anillos, -dijo, tomándolos de mis manos. Extendí la mano temblorosa y ella la sostuvo suavemente. -Bueno... -comenzó un poco nerviosa. -Se qué tal vez es un poco temprano para eso o tal vez es hora. Creo que somos nosotros quienes hacemos el momento adecuado para este tipo de cosas. Esta alianza demuestra que eres importante para mi y se rio. -esta alianza también trae esperanza para muchas cosas para el futuro. Tengo planes contigo ahora, A. Planes que no quiero desmoronar nunca, porque te amo y quiero estar contigo por mucho tiempo, por ahora. La próxima vez será por la eternidad.

Me reí y sentí que le anillo de bodas me bajaba por el dedo anular y luego levantaba la mano para que ella pudiera besarla.

-Ahora es tu turno, -dijo, entregándome el otro anillo de bodas.

-D, -murmuré, -yo... te pondré el anillo de bodas después de que me hayan quitado los rastros. En pocas horas después de que lleguen mis padres. Quiero mirarte a los ojos y no tener que decir nada, porque sabes que lo digo todo.

-Si nos estás esperando, estamos aquí, -escuché la voz de mi padre que venía de la puerta, sorprendiéndome.

-Tu... ¿estuviste allí todo el tiempo? -Pregunté con vergüenza.

-El tiempo suficiente, -respondió mi alegre madre. -pero ahora, por favor llama a la enfermera o tendré un ataque al corazón.

Nos reímos y mi papá dijo que que tocaría el timbre.

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