Miedos

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He temblado de frío,
de terror,
de ira,
de tristeza.

Hay granizada
en el alma mía,
haciendo un charco
en la garganta.

Tiembla mi calma,
la desesperanza
avanza,
sin dar pie a la templanza.

¿Cómo arrancarme
la desconfianza,
que desgarra
y arrebata?

Mientras más pienso,
más recuerdo,
más rápido llega,
lo que al cuero agrieta.

Los pedazos desperdiciados,
los peores episodios,
debo con urgencia,
desechar sin compasión.

Recobrar la coherencia,
perder en el paso,
lo que causó
tanta dolencia.

Quiero volver a ver
salir el sol,
ser testigo de lo que pasa
a mi alrededor.

Más veo lejano
el cumplimiento
de las enmiendas,
que me persiguen burlonas.

¡Qué desgraciado tirano!,
soy conmigo,
con el único,
que no me abandona.

Soy mi único bastón,
la pieza que he de mover,
de este inhóspito rincón,
hasta lograr volver a ser yo.

Y si no ha de ocurrir,
que me lleve la muerte...
no sin antes escribir,
lo que no puedo decir.

Un joven melancólico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora