Capitulo 27

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Habían pasado semanas desde la última vez que su cuerpo pudo darse el lujo de descansar por más de 5 horas seguidas ininterrumpidas. Claro esta que no fue la mejor noche a pesar de haber aumentado sus horas de descanso. Después de asegurarle a Sam que estaría bien en su propio departamento, su hermana la dejo para dirigirse a su hogar.

La menor de los hermanos Luthor a tan solo unos segundos de cerrar la puerta de la entrada, se retiro los zapatos sin cuidado alguno sacudiendo los pies y liberándolos en la acción, era una mujer ordenada, pero estaba tan cansada que poco le importo dejar en su camino cada prenda de ropa que llevaba encima por más de 12 horas. Para cuando llegó a su habitación se encontraba ya en solo ropa interior. Tomo ropa limpia de sus cajones y se dirigió a la ducha, tenia planeado tomar un largo baño, relajarse un poco, limpiar cada rincón de su cuerpo imaginándose que cada gota caída en su piel se llevaba consigo todos sus problemas y preocupaciones a la cloaca para jamás volver a ella.

Después de los primeros 20 minutos su cuerpo le rogaba por una copa de vino siendo disfrutada bajo sus suaves sabanas.

15 minutos después, su deseo fue cumplido, desgraciadamente, un portátil fue añadido a la ecuación, tenia que revisar su correo, tenia bastante trabajo atrasado en la academia, a pesar de no estar siendo participe de las ultimas clases, estaba dividida entre Miller y la Alianza.

Había recibido correos de alumnos que reclamaban por su presencia en el instituto, en el poco tiempo de haber estado ahí se había ganado varios corazones, sus alumnos la adoraban.

Tal vez regresaría, al menos en lo que Conner llegara a Vancouver, sin él, no había mucho que hacer con Miller, solo esperaba que su hermano no tardase mucho o podrían perder a los dos.

Al día siguiente no fueron los rayos del sol lo que la despertaron, o las llamadas perdidas en su dispositivo. Fueron los molestos y para nada discretos toquidos en la puerta principal de su apartamento.

De manera perezosa levanto la cabeza y con los ojos entrecerrados alcanzo a ver que eran exactamente las 9 de la mañana.

Fue ahí cuando se dio cuenta que por fin había descansado, físicamente, hablando al menos, por más de  5 horas de las cuales acostumbraba en las ultimas semanas, y esa era su marca máxima. En la mesa de noche que se ubicaba justo a lado de su cama no solo estaba la copa que se supone sería la única que tomaría, para relajarse como se había dicho ella misma, también estaba una botella completamente vacía con su respectivo corcho a su lado.

Eso explicaba las repentinas nauseas que sentía conforme su cuerpo despertaba con el paso de los segundos.

De nuevo los toquidos se hicieron escuchar.

De mala gana se levantó de la cama y se dirigió a la entrada para callar de una vez por todas al intruso, tomó la bata que se encontraba en uno de los muebles de su recamara y se la puso.

Al llegar otra serie de toquidos estaba siendo interpretada por nada mas y nada menos que...

–¿Lane? –pregunto con voz un tanto rasposa.

–Doctora Luthor, buen día. –saludó cordialmente. –¿Puedo hablar con usted unos minutos?

–Seguro. –contestó dudosa.

Después de indicarle que pasara la chica, se disculpó pidiéndole que le esperase en el sofá mientras ella se vestía con algo más acorde al momento.

–Ahora sí. –comenzó en cuanto regresó a Lucy. –¿Podría explicarme señorita Lane, como es posible que dio con mi dirección?

La cadete para nada intimidada por la pregunta solo sonrió dirigiendo su mirada a sus manos entrelazadas recargadas en su regazo.

A través de las estrellas [Supercorp] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora