A través de las estrellas [Supercorp] AU

Capitulo 4

Las primeras semanas pasaron sin ningún inconveniente, las clases empezaron, nuevos rostros se adaptaron, nuevas relaciones sucedían y otras se fortalecian. Todo tranquilo y aburrido.

Eso era lo que estaba en la mente de Lena. Al parecer todo era normal, no escuchaba nada acerca de alguien excepcional ni siquiera incidentes. Los únicos que sobresalían en su clase eran Schott y Lane. La niña bonita que para su sorpresa era muy lista y el chico tímido que luchaba por demostrar su pasión por la ciencia.

Veía futuro en los dos, pero no más allá de lo humano posible. Y ella no estaba buscando a un simple humano, se suponía que debía conocer a quien llevaría a la humanidad a otro nivel.

Si tan solo su madre le hubiese proporcionado más información sobre está persona todo sería más fácil. Lo mismo sucedía con Sam, nada fuera de lo normal.

Tal vez debía buscar en las demás especialidades, expandir su zona de reconocimiento, había escuchado rumores de los demás instructores sobre una chica, era parte de la familia Danvers, una de las familias que llegó a ser fundadora de la Alianza. Se decía que está chica llegaba a sorprenderlos en ocasiones desde el curso básico pero que también llegaban momentos en los que parecía ser otra totalmente. Un día demostraba agilidad y en otro torpeza.

Un rasgo raro para alguien de la academia Vancouver, ya que solo se permitía lo mejor en esas instalaciones y está chica no sonaba como alguien que mereciera estar ahí. Pero, al final de todo era una Danvers, era obvio que no dejarían que fuese a Sao Paulo a manchar el apellido. Después de todo en eso se parecían a los Luthor.

Pero aún así no estaría mal salir de su laboratorio e ir a explorar. Su siguiente ronda de clases no empezaría hasta dentro de una hora más así que se levantó de su escritorio y se dirigió a los campos de entrenamiento físico del instituto.

-¡Lo odio, en serio lo odio!- tomando asiento en el suelo apoyando la espalda en un árbol Kara se quejo a la vez que dirigía la mirada a un chico más alto y fornido que ella, el cual se encontraba discutiendo con su instructor.

-Es un idiota pero tiene razón, y es nuestro líder.- contesto Lane mientras le ofrecía una botella de agua a su compañera. -Si no te detiene te habrías lastimado.

-¡Estás de broma! Podía hacer ese salto y lo sabes, Cy.- de mala gana tomó la botella y bebió de ella para continuar discutiendo. -Simplemente tiene miedo de que lo haga ver inferior, sus números no son tan buenos como los míos.

-Puede ser, pero si nuestro líder dice que nos detengamos, nos detenemos, Kara. Ese es el punto de las escuadras. Obedecer aún si sabemos que nuestro líder es un idiota.

Muy a su pesar sabía que Lucy tenía razón, Oliver Queen era el líder de su escuadra, los efectos secundarios de su "medicina milagrosa" estaban en su máximo punto el día de evaluación por lo cual, Queen resultó ganador para el puesto de liderazgo.

Ese resultado no le había encantado para nada a su madre, pasó 20 minutos pagando el precio con el discurso nada agradable de Hannah. Al menos no la tuvo cara a cara, todo fue por medio de una pantalla pero aún así no fue agradable.

-¡Si dejaras de inyectarme esa mierda no habría fallado!- explotó después de escuchar la palabra inútil siendo dirigida a ella.

-¡¿Cómo te atreves niña insolente?! ¡Te recuerdo que no solo soy tu madre, sinó también soy capitán y por lo tanto guardarás silencio cuando te hable!

-¿Y si no, que? ¿Me vas a expulsar del cuerpo? Vamos, hazlo, te lo ruego.- La mirada que le dedicaba Kara a su madre estaba llena de irá y cansancio, lagrimas se asomaban por sus ojos pero se está se negaba a dejarlas caer.

La discusión no avanzo a más, esa noche Lucy había escuchado todo desde fuera de la habitación, no era su intención espiar a su amiga pero recién llegaba de la ducha que tomó cuando escucho los gritos de dos personas, al entender lo que pasaba no pudo irse sin más.

No sabía mucho sobre Kara y lo poco que sabía le agradaba, se mostraba fuerte, ágil, amable, inteligente y misteriosa, pero sobretodo le parecía hermosa. Claro que sabía que podía vencer a Oliver y se sorprendió mucho cuando vio como fallo en la evaluación, no fue un rotundo fracaso siendo nombrada la segunda al mando pero ese no era el objetivo que se habían planteado la rubia, ella necesitaba ser la líder. Pensó que era cuestión de ego pero esa noche se dio cuenta que no.

-Bien chicos, Dey dice que podremos continuar con el entrenamiento pero...- comentó Oliver al momento en que se acercó a su equipo. -Kara debes por favor respetar la línea de mando, si te digo que vayas a la derecha, vas a la derecha.

-Puede haber hecho ese salto.- murmuró la rubia mientras su mirada se fijaba al suelo.

Un suspiro lleno de frustración fue lo único que tuvo como respuesta.

El castaño ahora dirigió su mirada a los ojos verdes de Lane y continúo. -Busca a Allen y dile que continuaremos en 5 minutos, por favor.

Asintiendo y dirigiéndo una última mirada a Kara se dio la vuelta en busca de su cuarto compañero, acto seguido su líder tomo asiento junto a ella.

-No pido ser tu amigo, posiblemente jamás nos llevemos bien. - suspiró. -Pero estaremos juntos en esto por un largo tiempo o hasta que unos de los dos muera en batalla y créeme que pienso retrasar lo más que pueda la última opción. Pero para eso necesito que creas en mis decisiones, somos un equipo, Danvers.

Cómo lo odiaba, fue todo lo que pensó cuando vio como se retiraba del lugar. "Maldito Queen y su estúpido sentido del honor." Dijo para si misma.

Terminando la botella de agua alzó la mirada al cielo maldiciendo una y otra vez a la alianza, a su madre y a Queen. Si al menos quería soportar hasta salir de las garras de los Danvers tenía que sobrevivir y muy a su pesar, tenía que trabajar con el.

-Señorita Luthor, que agradable sorpresa.- escuchó unos metros delante de ella provocando dirigir su mirada en busca del instructor Dey.

Y ahí estaba, el amor platónico de su amigo Winn, vestida con una falda azul marino y una camisa blanca con tres botones abiertos dejando ver muy poco pero suficiente para dejar estúpido a quien la viese.

Estúpido como Dey que parecía comerla con la mirada e incomodarla con su sonrisa. Estaba tan concentrada en ella que no escuchó el llamado de su líder que este al ver qué su instructor daba por finalizado las instrucciones para cada líder de escuadrón con la presencia de la doctora, pretendía juntar y charlar con su equipo.

-¡Danvers!- gritó por tercera vez.

Con este acto provoco que la pelinegra mirara hacia la dirección en la que dirigían el llamado. Viendo así por primera vez los ojos azules más bonitos que había visto en su vida.