Capitulo 5

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Kara absorta por la mirada de esos ojos verdes seguía sin escuchar el llamado de Oliver que al ver que era lo que tanto veía la rubia soltó el que posiblemente no seria el ultimo suspiro lleno de frustración.

– ¡Danvers! – Esta vez Kara dejo de ver a la doctora puesto que Oliver se puso frente ella.

– ¿Que? – saliendo del trance en el que se encontraba dirigió su mirada hacia arriba para mirarlo.

– Levántate, ya.

Para su sorpresa esta lo hizo obedientemente.

– Tenemos que tomar posición, la arena se cambiara para poder continuar ¿Aun no llegan Allen y Lane? – negó – No importa, supongo que aun tenemos unos minutos, al parecer Dey esta algo... distraído. – señaló con un movimiento de cabeza hacia la dirección donde se encontraba su instructor.

Sin tomar mucha importancia a lo que le había dicho su compañero, Kara se inclino lo suficiente hacia un lado para poder dirigir la mirada a la doctora que al parecer se reía de algo que había dicho William. Oliver lo noto e hizo lo mismo, soltó una ligera risa.

– No entiendo muy bien que los tiene así, es linda claro, pero ... yo las prefiero rubias – dijo esto ultimo regresando su atención a Kara con una sonrisa en el rostro. Dicha sonrisa se borro al instante en que vio la mirada de desaprobación de Kara. – ¡Tu no! ¡Dios! Mejor vamos a buscar a los demás.

Luthor por otro lado se encontraba luchando con los pensamientos desagradables que tenia del Sargento Dey ¿Es acaso mucho pedir profesionalidad? Después de tener que aceptar nada gustosa la invitación del sargento a pesar de sus protestas diciendo que no tenía mucho tiempo ya que su siguiente clase no tardaría en empezar, procedió a tomar asiento en el palco una vez llegado ahí no sin antes avisarle a Sam que podría necesitar que la cubriese.

La arena en donde se llevaría acabo el entrenamiento era bastante grande, había rocas, desniveles y arboles por toda la zona. En cada extremo se tenia instalado un aro de metal lo bastante grande como para que una persona pudiese atravesarlo, uno era rojo y el otro azul.

La cosa era simple; cada equipo de cuatro integrantes tenia como objetivo hacer 3 anotaciones, no importaba de que distancia se hiciera el tiro, si atravesaba el aro era un punto, si perdías la esfera por mas de 10 segundos esta se desactivaba y reaparecía una nueva en el centro del campo, la violencia no estaba fuera del juego siempre y cuando se mantuviera con motivos de derribo.

– ¿Tienen armas? – preguntó la doctora un tanto nerviosa al ver que cada uno participante contaba con un arma de diferentes dimensiones del mismo color al del equipo que pertenecían.

– No son letales señorita Luthor, cada una contiene balines de pintura. – explicó – ¿Jamás había estado de este lado de la academia? – la pelinegra negó – Bueno no tiene nada de qué preocuparse, bueno... no mucho, mis muchachos aguantan esto y más.

– Si solo tienen que anotar ¿No basta con solo derribar?

– ¡Ja! Tal vez en un partido de Bombing Run cualquiera... pero esto es la Alianza señorita Luthor. – dirigiendo su mirada a ella continuó – Tenemos que entrenarlos para lo peor, allá... – apunto con su mano hacia el cielo – allá se enfrentaran a cosas no tan amigables.

Y tenía razón, jamás había salido de la tierra, así que no sabia exactamente el futuro que les deparaba a los jóvenes que se encontraban corriendo por la esfera una vez sonada la alarma.

Dos disparos al pecho y estabas fuera, tres disparos a las demás extremidades y estabas fuera, un disparo a la cabeza, fuera. A pesar de ser balines de pintura, dolían como el demonio. La única protección con la que contaban era un casco y el uniforme no muy grueso como para evitar los moretones o cortaduras que sabían perfectamente se llevarían.

Ese no era problema para Kara, ella podía sanar más rápido que los demás, al menos en esos instantes si podía. Pero eso no significaba que no dolería al instante.

Sacudió la cabeza tratando de concentrarse, no podía fallar. No ahora que esta ella aquí ¿Por qué esta aquí? ¿Por Lucy?

Tendría sentido por Lucy, ya que tenía módulos con ella.

Vamos Kara, no tiene nada de raro que este aquí, tal vez solo vino a ver al sargento ¿Estarán saliendo? ¿Y si es su esposa? ¿Dey está casado? O tal ves simplemente le gusta ver al ganado siendo entrenado.

La alarma sonó casi dejándola sorda, rápido se enfocó en su objetivo. Ganar el partido y ganarse de una puta vez el respeto de sus compañeros.

Perdieron, pero no les fue tan mal, estaban dos a dos en el marcador, las estrategias de Queen eran buenas, eso debía aceptarlo, pero en los últimos metros antes de llegar al aro un mastodonte de nombre Bryce tacleo de forma feroz al corredor del equipo, quien por desgracia tenía la esfera.

Allen se encontraba en el suelo retorciéndose de dolor mientras el alto rubio sonreía engreídamente, tomo la esfera y desapareció de la vista de Barry.

­– ¡Oh dios mío! – Lena sabia que ese chico tendría unas fisuras después de esa tacleada o huesos rotos que era lo más probable.

Con una expresión de dolor genuina en el rostro, William se levanto de su asiento y dio indicaciones de que se dará el aviso de que Allen se encontraba fuera del partido para luego regresar a su lugar junto a Lena.

– ¿Es que no piensa parar el juego? – preguntó algo enojada al ver que el chico no recibía atención médica.

– No le pasara nada, nadie puede tocarlo si ya esta fuera de juego. El partido debe continuar.

Y terminó. Justo después que ver que no haría nada el sargento, se levanto de su asiento y bajo con la intención de auxiliar al chico. Kara pensó lo mismo, dejando así su posición sin importarle perder con ese movimiento.

– ¡Suerte a la próxima Queen! – mofo Bryce. Sin muchos ánimos de responder a las burlas de su contrincante decidió auxiliar a su compañero en compañía de Lane que se incorporaba a mitad de camino con él.

– No te muevas – ordenó la doctora al llegar.

– N..no puedo... no puedo respirar. – Barry señalo su pecho, con cuidado trato de quitarle la débil pechera que traía puesta.

– ¡Barry! – Sin quitar la mirada de su compañero se puso de rodillas a su lado. – Lo..siento, no lo vi... perdimos, Kara.

– Cállate Barry, solo... solo no te muevas.

– No puedo quitárselo ¿Tienes una navaja o algo? – Esa voz, mierda que linda voz – ¿Kara? ¿Así te llamas, cierto? Necesito tu navaja.

No había caído en cuenta de que Barry no estaba solo y al escuchar esa voz que a pesar de las circunstancias sonaba tan calmada, levanto su mirada y por fin la tuvo más cerca.

– ¿Profesora Luthor? Tenga, tome la mía. – Lucy llegó al rescate para suerte de Barry que empezaba a tomar cierto color entre rojo y morado por la falta de aire. Kara por otro lado se estaba sonrojando de las mejillas y los culpables eran esos ojos verdes junto la sonrisa un tanto discreta de la doctora, muy poco visible salvo por la rubia que se encontraba a unos cuantos centímetros de ella.

Lucy notó la tensión en el cuerpo de Kara.

Tomando el objeto filoso se dispuso a cortar la pechera y la parte superior del uniforme para darle más tiempo a los paramédicos antes de que el chico se desmayara. Al tener éxito con la ropa le despejo el pecho y al instante pudo ser visible para todos los presentes la gran mancha negra que se encontraba en la mayor parte del abdomen y las costillas. El quejido de Allen la trajo de nuevo a la tierra.

– ¡Mierda! – dijo sin poder ocultar el asombro por lo mal que estaba su compañero.

– ¿Qué tal esta? – pregunto con temor Barry.

– Bueno... digamos que dormirás unos días en la enfermería, amigo. – y dicho esto, Barry se desmayó.

A/N:

Muchas gracias por sus votos y sus comentarios, la verdad espero que les este gustando. Saludos.

A través de las estrellas [Supercorp] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora