Perdonar, parte 1

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Y puede caer mil veces, y seguirá levantándose mil veces más,

Porque al final del camino está él.

Esperando.

Aún cuando sigue sin poder verlo.

Avanzó por las calles de la aldea con rapidez, dejando que los miedos se los llevara el frio viento de la mañana; permitiéndose envolver en la calidez de los recuerdos recién vividos.

Se sentía segura.

Se sentía animada.

Y la sonrisa de Kiba al verla alcanzar las puertas de la aldea le indicó que todo estaría bien.

Llegó a tiempo, saludó a la distancia a Naruto y Sasuke y se acercó a Kiba que la miraba divertido; tenía claro que a él no le había pasado desapercibida la chaqueta que llevaba.

El Inuzuka sonrió porque lo que ahora vería era la decisión de Shino y como sus palabras habían surtido efecto. Y él, se sentía orgulloso.

- ¡Oi! – exclamó – Hueles a Shino.

Su voz fue fuerte y con la clara intensión de ser escuchado no solo por Hinata, él quería que Naruto también lo hiciera y notara que ya no tenía oportunidades.

Una pequeña venganza.

La sonrisa de la Hyuga apareció, con ese particular toque travieso que solo sus amigos conocían, que solo Kiba y Shino veían con frecuencia.

Y como si todo aquello fuera un juego, sin notar que estaba siendo observaba por los dos integrantes del equipo 7, se colocó el gorro, permitiéndole cubrir parte de su rostro e imitó la pose de Shino, guardando sus manos en los bolsillos.

- ¿Tú crees?

Akamaru aulló, claramente disfrutando el pequeño juego y Hinata descubrió en sus bolsillos algo que la sorprendió: las gafas.

Shino le había dejado el set completo, y ella lo sintió como si fuera un amuleto; más allá del juego, lo agradeció.

Era como si él estuviera ahí.

- Shino te va a matar cuando sepa que lo estás imitando.

Ella sacó las gafas, orgullosa de tenerlas y se las colocó, avanzando hacia él y la sonrisa de Kiba se amplió.

- Oh, él sabe que lo hago- respondió –me enseñó.

Naruto miró la situación con sorpresa al presenciar aquella versión de Hinata que no conocía y que le parecía agradable. Esta era otra de las facetas de ella que no conoció por descuido.

Sasuke, en cambio, sintió cierta incomodidad al verla usando esas ropas de otro hombre tan orgullosamente. Pero Sakura llegó justo a tiempo como para desviar la atención y que iniciaran el viaje.

Caminaron, con Naruto y el equipo 7 liderando, Kiba y Hinata iban detrás monitoreando los alrededores de vez en cuando.

Y de todas las cosas que le podían interesar en este momento, Kiba solo quería saber hasta donde había llegado Shino, y que era lo que tenía pensado hacer. Porque era claro que todavía no podía llegar y declararse, Hinata aún necesitaba sanar, pero podía comenzar a hacerse notar; forjar su camino.

Él, mas que ningún otro, sabía que ambos podrían ser felices juntos, si se lograban descubrir; y ellos eran demasiado importantes para él como para no hacer algo al respecto.

- Y... - comenzó, esta vez, usando un tono más bajo y personal - ¿Cómo conseguiste el set Aburame?

Ella lo miró y sonrió, ahora de forma más tímida porque ya no estaban jugando. Y el recuerdo de aquel momento era dulce y agradable. Cálido.

LuciérnagasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora