Capítulo 10; Algo que contar.

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Llegamos a mi casa después de un trayecto largo y silencioso. Cuando paró enfrente de mi casa, me baje del coche sin decir nada y el bajo rápidamente. Antes de que pudiera subir el primer escalón del porche me agarró el brazo.

- Sueltame. -le digo con cara de desprecio.

- No. No voy a soltarte. Quiero saber que pasara con nosotros después de lo de hoy.

-Marcos sueltame. Por favor.

Marcos finalmente me suelta.

-No se que pasara con nosotros. No lo sé. Ni quiero saberlo. Deja que el destino se ocupe de ello. -Acabo de sonar muy cursi.

Marcos se gira y sube al coche. Entro en casa y subo corriendo las escaleras hacia mi habitación. Me encierro en ella, me tumbo sobre la cama y empiezo a llorar. Un sentimiento de rabia y culpa me inundan. Y sin dejar de sollozar me quedo profundamente dormida.

***

Una luz que se cuela entre las finas cortinas blancas de mi habitación me despierta. Aún voy vestida como el día anterior. Me dirijo al baño y me miro en el espejo. Mi mascara de pestañas está por todo mi rostro y empiezo a limpiarme.

En un momento de confusión pienso en llamar a Jorge. « Que estúpida »

Me apetece salir un rato y llamo a Marcos.
Un pip, dos pips...

-¿Olivia?

- ¿Salimos hoy?

- Amore, son las siete y media de la mañana; ¿Donde quieres ir tan pronto?

Madre mía... ¿Tan pronto es? No me había dado cuenta.

-Ups... Perdón Marcos, me he levantado nerviosa y pensaba que era más tarde... Lo siento.

- Tranquila. Me estoy vistiendo, en media hora paso a por ti.

Cuelga antes de que pueda decir nada y empiezo a rebuscar en mi armario. Faltan solo diez minutos para que llegue aquí y aún voy en ropa interior sin saber que ponerme. Ni siquiera me he peinado. Cojo una camiseta larga y me la pongo cuando oigo un ruido que viene del jardín trasero. Me asomo en la gran ventana de mi habitación y veo a Marcos ahí abajo.

-¡Princesa! ¿Estas lista? - niego con la cabeza. - Bien, tu lo has querido. - sonríe y empieza a subir por la enredadera que hay en la pared.

-¡Para! Te vas a matar. - empiezo a reírme.

Al fin logra subir hasta la ventana y entra por ella. Cuando ya está dentro de mi habitación me coge por la cintura y me besa apasionadamente. Me deshago de él recordando que solo llevo puesta un fina camiseta y la ropa interior.

-Marcos, espera abajo mientras me visto. Por favor.

- ¿Para eso subo? No no, yo no me voy.

Como veo que sus intenciones son quedarse mientras me visto; cojo un pañuelo de un cajón de la cómoda y le tapo los ojos con él.

-Eh, ¿que haces pequeña?

- Nunca puedo ver nada, así que ahora te toca a ti no poder ver nada.

Mientras me visto rápidamente con unos pantalones negros, una camisa blanca y mis Air Force, el se tumba en la cama. Cuando termino, me lanzo sobre él y le doy un beso; se desata el pañuelo y me sube encima suyo. Empieza a hacerme cosquillas y empiezan a salirme lagrimillas de los ojos de la risa. Suplicándole que pare me pone encima de su hombro como si fuera un saco y baja las escaleras conmigo en brazos. Alcanzo a coger mi bolso del perchero y salimos de casa.

***

Un rato después de andar, vamos a desayunar a una cafetería muy coqueta.

-Olivia, cuando terminemos me gustaría hablar contigo de una cosa. Necesito contárselo a alguien. - Asiento y me apresuro a terminar.

Pagamos; me toma la mano y seguimos caminando mientras empieza a contarme eso que le preocupaba.

Unos cuantos kilómetros de más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora