Capítulo 8; Tenemos que hablar.

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-¡Olivia! Amore mío. - Eso último lo dijo con dulzura.

- Hola Marcos.

-¿Que le apetece hacer hoy a la mejor de las princesas?

- Mm... Dejame pensar...

- No pienses más porque ya tengo plan.

-Vaya, si que vas rápido. - y empecé a reir.

Me tapó los ojos como ya iba siendo habitual y me llevó hasta su coche. Después de un rato, me destapó los ojos; estábamos en la carretera.

- ¿Donde me llevas? ¿Y porque me dejas ver?

- Calla, sigue siendo sorpresa. -Me cogió la mano unos segundo y me volvió a soltar.

Al final caí dormida y pasadas unas 2 horas me desperté. Reconocí esas carreteras. Estábamos yendo al pueblo.

- Dormilona, casi llegamos ya. - me dijo, y sonrió como un niño pequeño.

Diez minutos pasaron hasta que pude ver el campanario de la iglesia del pueblo.

Entramos en el pueblo y le indiqué donde estaba mi casa. Y por esas calles de piedra vi a Jorge. Va siendo hora que hable con él.

Me dolió mucho verle ahí con su carita de niño inocente, y sin esperar lo que era obvio que iba a pasar. Marcos aparcó enfrente de casa de mi abuela y nos bajamos. Jorge me vio y vino corriendo hacia mi; cuando me pudo alcanzar me dio uno de sus besos que tanto conocía. En la mirada de Marcos pude ver esos ojos llorosos que conocí el primer día. Me dolía mucho hacerles esto a los dos.

Me despegue de Jorge como pude y fui firme al hablar.

- Jorge, tenemos que hablar.

Unos cuantos kilómetros de más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora