Unos cuantos kilómetros de más.

Capítulo 9; Te quiero.

- ¿No lo entiendes Jorge?

- No logro entender como has arriesgado dos años de relación por ese... Ese... Impresentable. -Jorge estaba muy tenso y empezaba a hablar como mi padre. - Pero te respeto si quieres dejarme, no puedo hacer nada.

- Gracias. Esto no ha sido fácil para mi, ya lo sabes. Te quiero y te seguiré queriendo, pero nada más lejos de ser amigos; lo siento...

- Eso no Olivia, si solo tenemos que ser amigos prefiero no volver a verte. - Lo dijo con muchísima seriedad y frialdad. Parecía que no le importara nada.

- No me puedes pedir eso por que... Porque no. Has sido muy importante en mi vida y no quiero... Perderte. Solo te digo que llevo casi un mes poniéndote los cuernos con Marcos; y como entenderas, no puedo hacer eso. Y le elijo a él. Porque aunque tu me has aportado mucho, él me ha dado en un mes lo que tu no me has dado en años.

- Tu también me importas mucho pero si tengo que ser tu amigo y reprimir mis ganas de besarte, no podré. Y sobre lo segundo, no digo nada.

Mientras Jorge y yo hablamos, Marcos esperaba en el coche.

-¡Olivia! Si me dejas dejame para siempre, no quiero saber nada más de ti ni de ese chico. Suerte.

No pude contenerme y empecé a llorar. De verdad que no quería perderle.

Cuando Marcos vio que mis mejillas rojas se humedecían salio del coche y me abrazo tiernamente.

-¿Que le has hecho? - Le preguntó Marcos a Jorge. Viendo que Jorge pasaba de él, Marcos me llevó hacia el coche.

Un vez ya estuve dentro del coche Marcos se me acerco y me dio un beso en la mejilla.

-Amore, no te preocupes. Ahora vas a ser feliz conmigo.

- ¿Sabes? Mi padre me dijo que en Granada encontraría a otro chico. Me prometí que nunca dejaría a Jorge. Pero apareciste tú.

- ¿Te he jodido tanto la vida?

- No. No digo que me la hayas jodido. Digo que he roto una promesa que me hice a mi misma, y nunca rompo promesas.

-Pues prometeme que mientras estés a mi lado, sonreirás siempre. Pase lo que pase. Ahora mi felicidad depende de ti y si tu no eres feliz, yo tampoco. Así que secate esas lágrimas y volvamos a Granada. Te quiero.

- Te quiero...