Llevo días pensando en quien no debo confiar. Mi primera sospecha es Jorge, pero a medida que pasan los días... Voy viendo que no tiene porque ser él quien le
disparó.
Mis sospechas hacia Clara son muchas. Podría ser ella quien empuñaba esa pistola. Dispararle porque no había aceptado salir con ella.
Me quedo sin sospechosos. También pienso en Esteban. Su comportamiento estos últimos días me hace dudar. Está muy empalagoso y extraño. Cuando estamos solos en publico siempre mira a nuestro alrededor como si buscara a alguien. Como si se sintiera observado. O como si intentara demostrarle a alguien que si, que está conmigo tomando algo o simplemente pasando el rato. Siempre se asegura que nos vean en espacios abiertos y donde haya mucha gente. Nunca me lleva a sitios oscuros, ni a playas desiertas... Exceptuando cuando fuimos al cine. Su comportamiento hace que piense. ¿Y si Jorge le mandó para que me tuviera controlada? Todo esto se me hace raro y pesado. Es un enigma constante.
Marcos a aparecido poco por aquí y solo se ha pasado para susurrarme palabras intendibles en el oído. Volver a sentir su respiración en mi cuello me hace volver un tiempo atrás, cuando él aún estaba aquí, conmigo.
Me gustaría haber vivido mas días a su lado; aunque fuera en una habitación de hospital cutre y ortera. Solo para poder agarrarle la mano mientras le veo dormir. Por que ahora, aunque él si, ni siquiera puedo.
***
- Marcos, te echo de menos. - digo antes de acostarme para ir a dormir.
- Olivia... - oigo retumbar mi nombre en la habitación. Siento miedo.
- ¿Marcos? - solo se me ocurre preguntar eso con la voz temblorosa.
- No... - Esa voz, vuelve a retumbar en las paredes de mi habitación. Me resulta bastante familiar.
- ¿Quien eres?
- Soy yo, ¿no me recuerdas? - se oyen carcajadas en el fondo.
Decido cerrar los ojos e intentar dormir, aunque esa voz pronunciando mi nombre me atormenta toda la noche.
***
Me levanto sobresaltada y miro mi reloj. Son las 4 a.m. y quiero seguir durmiendo, pero algo me lo impide. Estoy sentada en la cama cuando una mano fría me hecha hacia atrás. Quedo otra vez tumbada en la cama y alguien me coje la mano,pero su sensación no es la misma que la de antes.
Mis ojos intentan acostumbrarse a la oscuridad pero no consigo ver a nadie en la habitación.
Oigo susurros de fondo, de voces distintas. No entiendo que está pasando aquí. Tengo una mano ardiendo cojida a algo o a alguien invisible; y algo frió me acaricia la frente.
Los susurros aumentan y aumentan y empiezo a marearme. La sensación de calor y frío empieza a ser insoportable.
No se que pasa que todo se desvanece. Veo una luz blanca pero no veo de donde proviene. Oigo gritos detrás de esa luz y hay alguien que me tiende la mano.
***
La luz que entra por la ventana me despierta y veo que no estoy en mi habitación. Cuando abro los ojos veo a mi madre sentada en un sillón a los pies de mi cama, ella duerme.
¿Que me pasó ayer?
Observo mi cuerpo y veo que estoy llena de eczemas. Me escuece todo el cuerpo y tengo mucho calor. Empiezo a sudar sin motivo alguno e intento despertar a mi madre.
Cuando me oye se levanta rápidamente del sillón y me toca la frente.
- Estas muy fría.
- Mamá tengo mucho calor. - mi voz suena débil.
- Voy a avisar a una enfermera, espera aquí. - mi madre sale corriendo de la habitación y al poco rato regresa con una enfermera.
Me da unos medicamento y al rato de tomármelo ya me siento mejor.
- Mamá, ¿Porque estoy aquí?
- Cielo, ayer por la noche te oímos gritar desde nuestra habitación. Tu padre fue a ver que te pasaba y te vio en el suelo. Estabas sudada y temblabas. Tenías eczemas por todo el cuerpo y llamamos a una ambulancia. No saben lo que tienes y tendrás que hacerte algunas pruebas. Cuando te trajimos, no tenias nada de fiebre, es más, estabas muy fria ... Pero tu cuerpo ardía. Era un contraste muy extraño. Decidieron ingresarte.
Me quedé muda. Recuerdo lo que pasó en mi habitación pero nada más. Era terrorífico todo lo que me estaba pasando.
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Unos cuantos kilómetros de más.
RomanceTras mudarse, la vida de Olivia da un giro radical y conoce el amor verdadero, pero por desgracia, ese amor durará poco.